Las Avispas:Vida, Reproduccion y su Diferencia con Abejas
Las Avispas: Vida, Reproducción y Diferencia con las Abejas
En términos generales podemos decir que la avispa es un insecto himenóptero (de metamorfosis complicada) comprendido en el género vespa con cuatro alas transparentes y largas. Su color suele ser amarillo y negro; el torax y el abdomen están por lo general unidos por un fino pendúnculo lo que ha dado origen al dicho: "una cintura de avispa". Según sus costumbres pueden ser sociales solitarias. Las primeras viven en forma semejante a las abejas, aunque en lugar de cera emplean distintos elementos para la construcción de sus nidos.
Las Avispas Cartoneras
¿Quién de entre nosotros, estando en el campo, no ha descubierto una pequeña placa grisácea parecida a una mancha de barro seco?: La hemos visto colgada entre los arbustos, en el marco de alguna ventana, bajo algún alero o suspendida de una viga.
Cuando nos aproximamos descubrimos que es un conjunto de pequeñas celdillas hexagonales fabricadas con un material resistente parecido al cartón, alrededor: del cual vemos revolotear unos insectos de color negro y amarillo.
Son avispas, y las placas colgantes y acartonadas, sus nidos.
Pertenecen a una especie que se llama avispa cartonera, cuyo nombre científico es Polistes gallicus.
¿Por qué se les da ese nombre?. Porque construyen sus nidos con una pasta de papel que obtienen triturando con las mandíbulas fibras de madera que mezclan con su propia saliva.
La avispa cartonera, que pertenece al orden de los himenópteros porta-aguijón, es más pequeña que la avispa común.
Su abdomen de forma ovoide está separado del coselete por una estrangulación muy marcada.
A diferencia de las abejas, empieza la construcción de su nido como obrera independiente.
Al principio de la primavera, una hembra henchida de huevos listos para ser depositados sale del escondrijo donde pasó el invierno en condiciones muy precarias (pocos ejemplares llegan a sobrevivir durante los grandes fríos), y sin perder tiempo se consagra a su obra arquitectónica: la construcción del nido.
El avispero no ofrece la misma simetría que las colmenas de las abejas.
Durante el invierno, la mayoría de las Polistes mueren de frío.
Las hembras sobrevivientes construyen el nido
en primavera, en cuanto abandonan su refugio invernal.
Es rudimentario y está prendido a su sostén por un cemento muy resistente.
La avispa sigue con su labor solitaria hasta el momento en que, de los huevos depositados en los alvéolos, nacerán las larvas, a las cuales alimenta diariamente con insectos que mata y mastica ella misma previamente.
Al finalizar la primavera, cada alvéolo se cierra y, bajo la tapa resistente, obra de la propia larva, se cumplirá la evolución misteriosa.
Al cabo de una decena de días surge a la luz un insecto perfecto, de coselete brillante, con anillos orlados de amarillo y dos manchas negras.
Las alas están ya preparadas para el vuelo.
A partir de ese momento, la madre se convierte en el jefe de una pequeña colonia.
Las obreras (insectos asexuados que no procrean) se encargan de buscar los materiales y los alimentos y agrandan el avispero mientras se desarrollan las hembras y los machos destinados a la reproducción de la especie.
Como la vida de las abejas, la de las avispas está minuciosamente coordinada; la gran diferencia entre la colmena y el avispero estriba en que la primera se presenta como una gran ciudad, habitada por un pueblo, altamente civilizado, mientras que el segundo se asemeja a un campamento provisional que se abandonará a la llegada del invierno.
El nido dela avispa cartonera puede alcanzar hasta diez centímetros de diámetro.
Está formado por una sola hilerade alvéolos.
En Europa no existen muchas especies de avispas, y en cambio abundan en las regiones templadas y frías de América.
La avispa común (Vespa ‘tiulgaris) abunda en Europa y en América; construye nidos subterráneos y vive en pequeños grupos.
En América y en Siria encontramos la avispa germánica (Vespa germanica), que también se halla con frecuencia en el norte de la India, en Argelia y en gran parte de Europa.
Esta especie suspende de las ramas los nidos que fabrica con un tejido particular.
La avispa roja (Vespa rufa) se encuentra, en América y es fácil distinguirla de las demás porque presenta el abdomen cilíndrico, con la base roja.
Construye los avisperos en el suelo y forma grupos muy numerosos.
La picadura de estos insectos es muy dolorosa.
Para curarla es necesario arrancar el aguijón, procurando no comprimir la bolsa de veneno que puede llevar adherida. Luego se aplica agua fría, alcohol o amoníaco diluido en agua.
Diariamente las avispas destruyen gran número de moscas y de larvas.
No debemos matar inútilmente a estos insectos que sólo pican cuando los molestan o se creen atacados, pues una avispa menos representa cien moscas y mil gusanos más.
Ampliación Sobre las Avispas:
Los nidos son realmente curiosos: se hallan formado por una especie de papel prensado que la avispa produce al masticar hojas y tallos; ligeramente redondeado, llega a veces a medir cerca de medio metro de longitud, y una vez seco adquiere gran solidez.
Algunas especies elaboran miel, pero por lo común alimentan a sus larvas con carne fresca de insectos vivos o muertos, utilizando para lograr este propósito las astucias más variadas y, sobre todo, el poder paralizante de su veneno.
La diferencia más notable entre el avispero y la colmena es que aquél queda abandonado al llegar el invierno, época en que todos sus habitantes mueren.
Sólo algunas reinas se salvan, escondidas en los intersticios de la corteza o bajo ciertos musgos, y duermen hasta la primavera.
Alzan entonces el vuelo y se dedican a fundar nuevas colonias.
Comienzan construyendo algunas celdas donde ponen los primeros huevos, y cuando nacen las larvas las alimentan cuidadosamente, hasta que se transforman en crisálidas.
A los pocos días salen bajo la forma de obreras, que inmediatamente se hacen cargo de todos los trabajos, amplían y refuerzan el avispero y se encargan de la alimentación de las nuevas generaciones, pues la reina desde entonces se limita a poner huevos.
Las especies solitarias fabrican sus nidos de barro y los refuerzan con piedrecitas o ramas.
Hay una especie que toma entre sus antenas anteriores una piedra y con ella apisona la entrada de la cueva donde depositó los huevos, interrumpiendo de vez en cuando la operación para agregar más tierra. Pueden también abrir galerías en los troncos o cuevas en el suelo.
En ellas llega al máximo la habilidad para la caza, tarea complicada por las exigencias de las larvas, muchas de las cuales no comen si no se les brinda el insecto de su predilección y en el estado apetecido.
Ello obliga a la madre a efectuar largas correrías y librar peligrosos combates, pues en muchas ocasiones debe atacar arañas o coleópteros mucho mayores que ella, paralizarlos con su veneno y servírselos vivos a las larvas para que no se descompongan antes de ser devorados.
Si la presa es pequeña, la arrastra hasta su guarida, y si es grande, deposita en ella el huevo, y en la mansión invadida nacen y medran los intrusos; entonces, el desdichado huésped asiste impotente al trágico festín que se desarrolla a sus expansas y que durará tanto como su vida.
Aunque la avispa sabe por innata ciencia el lugar exacto donde debe introducir su aguijón para producir la parálisis, no siempre ese lugar es accesible al primer intento.
Tiene a veces que oprimir, a costa de gran peligro, el cuerpo de su enemigo para que los anillos se aparten y permitan el pinchazo; o bien, con astucia, obligar a la enorme tarántula a alzarse sobre suá patas posteriores para defenderse y descubrir así el vientre vulnerable.
Otras especies de avispas, después que construyen sus nidos, meten en ellos ios insectos que cazan y que servirán de alimento a las larvas que saldrán de los huevos que pondrán las avispas.
Las avispas son miradas con justo recelo por su feroz picadura y por la costumbre de atacar la fruta y exterminar abejas, pero los servicios que prestan como aliados en la lucha contra muchos insectos perjudiciales a la agricultura, compensan este inconveniente.
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