Mecanismo Para Mantener el La Temperatura del Cuerpo Humano

LA TEMPERATURA CORPORAL HUMANA

La temperatura del cuerpo humano depende del equilibrio entre la producción y la disipación del calor.

Para mantener este equilibrio a la temperatura normal, el organismo depende de mecanismos reguladores, que lo consiguen con una variación de 0,5°C.

El hipotálamo es el centro del cerebro donde radican estos mecanismos reguladores, por lo que se le denomina, con frecuencia, "termostato corporal".

En el hipotálamo hay centros nerviosos simpáticos, que estimulan la producción de calor, y centros parasimpáticos, que provocan la pérdida de calor.

La producción de calor en el cuerpo se verifica por el proceso del metabolismo, término en el que se encuadra la mayor parte de las complicados reacciones bioquímicas que tienen lugar en el organismo, y que cumplen la función de degradar, paulatinamente, las sustancias alimenticias, para obtener un rendimiento energético elevado.

En el metabolismo normal se liberan unas 200-300 calorías por hora; cuando el individuo está en reposo, 60-70 cal/h; y, en períodos cortos de ciertas actividades, la cifra llega a ser de 1000-2000 cal/h. .

De esta producción de calor, sólo el 25 % se trasforma en trabajo mecánico.

Los factores que modifican el metabolismo y, por tanto, la producción de calor, son: el ejercicio físico, que provoca el incremento de la oxidación de los alimentos; la estimulación simpática, que libera epinefrina, con lo que se verifica el desdoblamiento del glucógeno en glucosa; la estimulación de la tiroides, que libera tiroxina, hormona que aumenta la concentración de las enzimas oxidantes; y la acción directa de los alimentos, ya que,, después de. una comida, el metabolismo aumenta de un 10 % a un 60 %.

El organismo disipa el calor mediante varios procedimientos de refrigeración; entre ellos, la radiación, que se verifica cuando el ambiente está a menor temperatura que el organismo (60 % de la disipación de calor" del cuerpo); la conducción a través de los objetos, o del aire que está en' contacto con el cuerpo (15 % de. la pérdida calórica total).; y la evaporación del líquido extracelular (sudor, vapor de agua en la respiración, etc.), que se difunde continuamente a través de la piel y de las mucosas.

Como el calor latente de vaporización del agua es muy elevado (unas 5401 cal.), y el organismo tiene que cederlo, se comprende que con este proceso se elimine una parte importante del. calor corporal.

En condiciones normales, puede ser el 25 % del total, pero cuando el ambiente se encuentra a temperatura superior a la del cuerpo y, por tanto, no se pueden verificar las disipaciones por radiación y conducción, este mecanismo de refrigeración por evaporación es el que realiza toda la eliminación del calor necesaria para mantener la temperatura corporal en sus justos límites; por esto, cuando en el ambiente hay una temperatura elevada, el organismo suda profusamente.

Los centros simpáticos, o parasimpáticos, del hipotálamo, cuando reciben sangre fría, o caliente, obran en consecuencia, aumentando o disminuyendo la producción de calor, o, también, impidiendo, o estimulando, la refrigeración del cuerpo.

Para aumentar la producción de calor, estos centros pueden recurrir: a una vaso-constricción de las venas, lo que equivale a disminuir la refrigeración, puesto que a la periferia del cuerpo llega menos sangre caliente; a un aumento del metabolismo, por liberación de epinefrina; a la producción de escalofríos, o temblores, lo que constituye un ejercicio físico forzoso y a la secreción de hormona tiroidea.

Por el contrario, la pérdida de calor se facilita: por vaso-dilatación, que provoca la llegada de abundante sangre caliente a los tejidos externos, por estimulación de las glándulas sudoríparas; y por jadeo (en los animales).

La temperatura normal del cuerpo humano varía algo según el lugar donde se la tome; por ejemplo, en la axila es de 36,7°C; en la boca, 36,8°, en el recto, 37°; esta última temperatura es la más segura, pues hay menos posibilidad de error al determinarla.

En los niños, especialmente en los recién nacidos, la temperatura normal es muy variable, entre otras cosas porque su sistema nervioso y, por tanto, los mecanismos de regulación calórica, no está perfecta; mente desarrollado; así, por ejemplo, basta a veces un baño frío, o caliente, para que se altere notablemente su temperatura corporal.

La hipertermia (fiebre) por sí sola no suele ser peligrosa hasta los 40° C.

El sistema nervioso se daña irreversiblemente (muere) a los 44°C, pero antes, a los 42°C, el metabolismo celular es tan intenso que las células empiezan a destruirse por combustión?.


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