Formas de Guardar la Información en la Antiguedad-Historia

COMO SE ARCHIVABA Y TRANSMITÍA INFORMACIÓN EN LA ANTIGUEDAD

El progreso humano es posible sólo porque cada generación aprende de generaciones anteriores y luego usa su propia inteligencia para agregar algo a los conocimientos adquiridos.

Muchos animales jóvenes aprenden de sus padres observando su conducta y siguiendo su ejemplo, pero solamente lecciones muy simples se pueden aprender de esta manera.

El hombre adelantó mucho en poco tiempo porque aprendió a hablar, y de ahí a transmitir lecciones más complicadas.

Pero las lecciones que se aprenden oralmente pueden olvidarse, y si el que las ha impartido ya no está presente, no hay manera de controlar el mensaje original.

Por esto, es necesario algún tipo de registro permanente. Los incas del Perú hicieron cuerdas con extraños nudos para registrar mensajes, y otras tribus indígenas usaban collares de conchillas dispuestas de maneras especiales.

• Nudos de los Quipus Incas

nudos en los quipus inca

Los registros permanentes nacieron, quizás, cuando el hombre empezó a usar calendarios.

La única manera de saber cuántos días transcurren entre una luna llena y la siguiente, es hacer una marca en una vara cada noche y luego contar las marcas.

De modo que podemos creer que las varas con incisiones son quizá la forma más antigua de registros permanentes.

En partes de África y entre pastores de remotas regiones de Polonia, todavía se usan varas con incisiones para registrar números.

Con el tiempo, la gente de muchas partes del mundo agregaba figuras sencillas además de incisiones, para demostrar a qué se refería.

Dos incisiones seguidas por un sencillo dibujo de un hombre, podían significar "dos hombres", dos incisiones seguidas por una sencilla representación del Sol, podían significar "dos días".

Y así, durante inmensos períodos, lentamente surgió un complicado lenguaje de figuras, como la escritura de jeroglíficos del antiguo Egipto o la escritura pictográfica, usada aún en China.

•  Escritura Pictografica

escritura pictografica

También la escritura cuneiforme, la de la antigua Mesopotamia, comenzó como pictografía.

Pero allí, como en muchas otras partes, las figuras llegaron a ser tan diferentes de verdaderos dibujos, que el que escribía debía aprender cómo hacer cada una, y el lector también aprender y aun recordar qué representaban.

escritura cuneiforme en sumeria

Aprender los miles de caracteres diferentes usados en cualquier pictografía evolucionada, es tarea inmensamente larga y sólo gente que tiene pocas cosas que hacer puede lograrlo.

Por eso en el antiguo Egipto sólo los sacerdotes y los gobernantes sabían leer y escribir los jeroglíficos, y por esta misma razón tanta gente en China no sabía leer ni escribir hasta hace poco tiempo.

jeroglifico egipcio antiguo

Afortunadamente, en algunas partes del mundo la pictografía se transformó en algo mucho más simple.

Esto ocurrió en Japón y lugares del Medio Oriente, donde los idiomas hablados se componen de sólo un centenar de sílabas diferentes, o tal vez menos. Allí fue posible usar una simple figura o signo para cada sílaba, de manera que la tarea de aprender a leer y escribir ya no fue tan difícil.

La mayoría de los idiomas europeos, sin embargo, usan un gran número de sílabas diferentes.

La única manera de escribirlos con un corto número de caracteres es emplear uno para cada sonido consonante y otro para cada vocal.

Una lista así de caracteres fue creada por primera vez por los pueblos semitas que vivían en el Medio Oriente hace casi 3.000 años.

Fue el primer alfabeto verdadero, y aunque las formas de algunas letras han cambiado con el tiempo y con los lugares, es todavía la base de toda la escritura alfabética usada en el mundo moderno.

A la derecha vemos cuatro alfabetos: el fenicio, el antiguo hebreo, el griego y el romano. No es difícil ver una relación que existe entre todos ellos.

• Alfabeto Fenicio

alfabeto fenicio

Los fenicios mantenían una fluída actividad comercial y se vieron obligados a buscar una forma práctica y segura de información acerca de sus transacciones, convirtiéndose en uno de los pioneros en el desarrollo del abecedario, por lo que es considerado la base de otros alfabetos como el árabe, latino, griego, cirilo.

alfabeto griego

Los griegos utilizaron el alfabeto fenicio para adaptarlo y modificarlo de tal manera que representara a su idioma. Debido a la diferencia lingüística entre ambos idiomas, los griegos tomaron algunas letras del alfabeto fenicio dándoles valor de vocal y también cambiaron la pronunciación de algunas letras, agregando así algunos símbolos que representaran sonidos inexistentes en el idioma fenicio.

HACIA LA IMPRENTA MODERNA...

El cambio de la escritura pictográfica, que utiliza miles de caracteres diferentes, por la escritura alfabética, que emplea sólo unos pocos, hizo mucho más fácil el aprender a leer y escribir; pero al principio no parecia que valiera la pena el esfuerzo.

No tiene sentido aprender a leer y escribir, si no se tiene nada para leer y nada que escribir.

Ésa es exactamente la posición en que estuvo la mayoría de la gente durante varios siglos después del comienzo de la escritura alfabética.

Hasta bien entrada la Edad Media, los únicos materiales para escribir que había en la Europa Occidental eran el pergamino corriente y la vitela, que se preparaban con mucha dificultad con cueros de ternera, oveja o cabra. Sólo la gente acaudalada podía comprarlos, y únicamente para documentos y cartas muy importantes.

El hombre que poseía 20 libros o más, escritos a mano sobre pergamino, debía ser muy rico; su biblioteca, un tesoro.

Pero en la remota China un material nuevo y mucho más barato había estado en uso durante muchos años.

Era el papel. Se hacía empapando, desmenuzando, reduciendo a pulpa y prensando trapos viejos.

Luego, cuando el imperio árabe alcanzó su máxima extensión, desde Persia a Portugal, unos prisioneros chinos capturados en la frontera oriental enseñaron el arte de hacer papel a sus vencedores.

El conocimiento del nuevo proceso se extendió pronto hacia el oeste; y antes de que terminara la Edad Media, el papel se manufacturaba en muchas partes de Europa.

Aun así, los libros no se abarataron inmediatamente, porque cada ejemplar tenía que escribirse a mano, y el escriba o escribiente que hacía las copias debía ser pagado durante muchas semanas o meses de labor.

Una vez más, el arte que iba a vencer esta dificultad —el arte de la imprenta— tuvo su origen en China.

Ya en el siglo VIII a. J. C, los chinos habían descubierto cómo grabar diseños simples en relieve sobre un bloque de madera, embadurnarlo con tinta aceitosa y tomar muchas impresiones del dibujo presionando papeles sobre él.

Pronto lograron estampas más elaboradas para imprimir dibujos de naipes: hacia fines del siglo IX habían comenzado a imprimir libros enteros, grabando sobre madera caracteres y dibujos al revés.

Durante las Cruzadas, el conocimiento de esta impresión con bloques grabados comenzó a difundirse por Europa.

Al principio sólo se usó para imprimir naipes e imágenes de santos; pero alrededor de 1430 la gente, en varias partes de Europa, había comenzado a imprimir libros de igual manera.

Cada letra de cada página tenía que grabarse en relieve muy cuidadosamente, e invertida, en madera. Una vez hecha la estampa, se podían imprimir tantas copias como fuese necesario.

Entonces un holandés, llamado Lorenzo Coster, tuvo una idea brillante.

A diferencia de la escritura pictográfica china, que usa muchos caracteres diferentes, rara vez repetidos en una página, la escritura alfabética usa sólo pocos caracteres, repetidos muchas veces en cada página. Así que, en vez de hacer una gran estampa para una página entera,

Coster hizo muchas pequeñas estampas de madera para cada letra del alfabeto.

Éstas se podían usar una y otra vez, combinadas de todas las maneras para producir muchas páginas de imprenta diferentes.

El arte de imprimir con tipos movibles había empezado.

Muy pronto después de esto, Juan Gutenberg, generalmente considerado como el padre de la imprenta, hizo moldes, o matrices de arena en las cuales podía verterse metal fundido y obtener estampas de metal, idénticas para cada letra.

Más tarde, un colega de Gutenberg, llamado Schoeffer, hizo matrices de bronce en las cuales las letras se fundían en plomo derretido.

En pocos años las imprentas surgieron por toda Europa, produciendo material barato de lectura por primera vez en la historia del mundo. Una de ellas, la prensa fundada en Amberes por Plantin.

LA TIPOGRAFÍA:

Durante más de 400 años, toda la tipografía se hizo a mano.

El tipógrafo, o cajista, se situaba frente a un banco con dos cajas de tipos, como dos grandes bandejas planas frente a él.

Cada caja estaba dividida en un número de compartimientos, uno para cada letra, signo de puntuación u ortográfico.

La caja inferior, en posición horizontal, contenía letras minúsculas; la superior, algo inclinada detrás de la inferior, contenía letras mayúsculas.

La tarea del tipógrafo consistía —y aún consiste— en tomar los caracteres uno a uno de sus cajas para colocarlos en el componedor e ir formando así renglones de palabras, como se ve arriba, en la página de enfrente.

Cada letra se hace en relieve, un poco por encima del cuerpo del tipo, de modo que, cuando se pasa sobre éste un rodillo cubierto de tinta, sólo las letras y no el espacio que las rodea reciben la tinta. Todas las letras se moldean invertidas, como se ven en el espejo, de manera que aparezcan al derecho una vez impresas.

Los tipos muy grandes, o los que se usan sólo de tanto en tanto, se componen a mano hasta el presente, pero casi toda la tipografía para libros comunes, diarios, revistas y periódicos se hace con la ayuda de distintas clases de maquinarias.

La primera máquina tipográfica satisfactoria fue inventada por Ottmar Mergenthaler.

Él mostró una versión mejorada de ésta a un editor, Whitelaw Reid, que la llamó linotipo. Una moderna máquina linotipo se ve a la derecha de la página de enfrente. Adelante tiene un teclado bastante parecido al de una máquina de escribir.

antigua linotipo

Cuando se aprieta cualquier tecla, una matriz correspondiente al signo o letra que se oprimió cae de una cámara cercana a la parte superior de la máquina y se desliza por un conducto.

Cuando la línea de matrices está completa, funcionan los espacios que separan las palabras.

Estos espacios se ensanchan automáticamente, de modo que todos los blancos resultan iguales.

La máquina está equipada con un horno eléctrico en miniatura, en el cual una mezcla de plomo, estaño y antimonio se conserva a temperatura de fusión.

Cuando se completa cada línea de matrices, el operador mueve una manija; entonces algo de este metal caliente pasa a las matrices y se convierte, al solidificarse, en una línea completa de tipos.

Cada una de sus letras está invertida como vista en un espejo, exactamente como ocurre con los caracteres en una caja de tipos.

Estas líneas se pueden montar en una galera, o fuerte marco metálico, para formar una página completa. La impresión se puede hacer directamente del molde. Pero si la impresión se hace en una rotativa —una máquina con rodillos— debe realizarse otro proceso.

Se hace una reproducción del molde por medio de una lámina de cartón especialmente preparada.

En esa lámina todas las letras aparecen, desde luego, con su trazo natural.

A continuación, se arquea el cartón, en forma de medio cilindro, y se le aplica metal fundido. Cuando este metal se enfría y se endurece, se transforma en una plancha de impresión semicilíndrica, portadora de todos los detalles del cartón.

Pero ahora todas las letras vuelven a aparecer en relieve. Entonces la plancha está lista para ser ajustada a los rodillos de la rotativa para proceder a la impresión.

Una máquina tipográfica de tipo completamente distinto es la monotipo.

En ella, al oprimir una tecla se perfora una serie de agujeros en un rollo de papel, distinta para cada letra.

Luego el papel perforado se transfiere a una máquina fundidora (o moldeadora) en la cual cada serie de agujeros hace que la máquina funda la letra correspondiente.

Cada letra se funde por separado, de modo que si el operario cometió algún error al teclear, sólo será necesario cambiar una o dos letras y no todo un renglón, como ocurre en la linotipo.

Ver: Historia de la Imprenta

Fuente Consultada:
El Triunfo de la Ciencia Almacenando Conocimiento - Globerama Tomo III Edit. CODEX


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