Funciones del Virrey en America: Maxima Autoridad en el Virreinato
Funciones del Virrey en América Colonial
El primer virrey que gobernó el Río de la Plata fue Pedro de Cevallos; el último, Baltasar Hidalgo de Cisneros. En total fueron once durante el breve período virreinal: 1776-1810.
Cuando se descubrió América ante la necesidad de gobernar a los habitantes del Nuevo Mundo, se trasplantaron las leyes e instituciones de Castilla, porque la corona no nos consideró colonias sino parte integrante de la monarquía, pero debió adaptarlas a las necesidades y características De estas tierras. Las principales autoridades locales fueron:
Máxima Autoridad: Los Virreyes:
Eran los representantes del rey en América, el “alternos" (otro yo) del monarca. Investido con el cargo más alto del Virreinato, el virrey (vicario del rey en América) encabezaba la administración, declaraba la guerra y presidía la Real Audiencia; pero también era controlado por otras instituciones y funcionarios, como los intendentes o la Audiencia.
Tal situación, alentada por los propios reyes, tenía por objetivo evitar la excesiva concentración de poder en manos de un virrey, lo que resultaría peligroso para la autoridad del monarca.
La Ordenanza de Intendentes no solo quitó a los virreyes parte de su poder político, sino también vanas de sus atribuciones económicas.
Desde que el virrey salía para hacerse cargo de su puesto, se le rendían honores como a un rey.
En un principio se nombraron en forma vitalicia, pero más tarde su periodo de gobierno se redujo a tres años.
Si se destacaba por haber realizado un buen gobierno, no se nombraba sucesor, medio éste de prorrogar su mandato.
Se tomó como norma elegirlos entre la nobleza o entre funcionarios que se hubieran destacado en sus tareas.
Cuando se hacían cargo de sus funciones, debían compenetrarse de las necesidades de la zona que iban a gobernar, antes de empezar a tomar medidas o de establecer modificaciones a lo ya existente.
Redactaban una memoria donde consignaban los problemas planteados durante su gobierno y las soluciones que les habían dado.
Cuando un virrey moría en funciones, hasta la llegada del sucesor nombrado por el Rey, la Real Audiencia se hacia cargo del mando, en el caso de que no hubiera dejado el pliego de mortaja designando sucesor interino.
Se les prohibía a ellos y a sus hijos, que dentro de su jurisdicción asistieran a bautismos, fiestas, casamientos, entierros, así como poseer bienes, pues de ese modo tenían independencia para gobernar y ejercer justicia. Podían ser trasladados a voluntad del rey.
Atribuciones:
En un principio eran muy amplias, pero luego fueron paulatinamente restringidas, por la obligación de dar cuenta al monarca de sus actos.
Presidían la Audiencia, pero sin voto, aunque en ciertos casos ejercieron funciones judiciales; fijaban la jurisdicción territorial que correspondía a cada Audiencia; hacían ejecutar las resoluciones de las mismas; nombraban a las funcionarios inferiores y a los que se desempeñaban interinamente en los cargos que requerían funcionarios efectivos, nombrados por el rey.
Todos los funcionarios del Virreinato debían consultarlos por asuntos de importancia, debían convertir y encomendar a los indios.
Como superintendente de Real Hacienda, el virrey percibía los fondos de la Real Hacienda que luego enviaba al monarca.
Tenían derecho a pedir al monarca sanciones contra los oidores y a a vez eran vigilados en su actuación por la Audiencia, cuya opinión debían solicitar para asuntos de administración y hacienda.
Se les dió también el titulo de capitán general, es decir jefe supremo de las fuerzas de mar y tierra, para que pudiesen organizar más cómodamente la defensa contra los enemigos internos y externos.
El primer virrey del Río de la Plata fue Pedro de Cevallos (1776-1778), quien enfrentó con éxito a los portugueses en Colonia.
En Buenos Aires llevó a cabo las reformas que favorecían el comercio libre, permitiendo el comercio de esclavos a través de empresas inglesas y portuguesas.
Lo sucedió Juan José de Vértiz y Salcedo (1778-1783), el más activo de todos los virreyes.
Bajo su gobierno se impuso el Reglamento de Intendencias y se llevaron adelante importantes reformas económicas; entre otras, Vértiz y Salcedo fue el encargado de aplicar el Reglamento de Libre Comercio.
Envió expediciones y fundó fuertes en la Patagonla.
También se lo recuerda por sus obras en la ciudad: colocó el primer alumbrado público, construyó el Paseo de la Alameda, levantó Instituciones caritativas para huérfanos y mendigos, e instaló la primera Imprenta y un teatro, la Casa de Comedias.
Además, debió enfrentar la rebelión de Túpac Amaru de 1780, que alcanzó las intendencias del norte del Virreinato; para eso reforzó legalmente la institución de los trabajos forzados Indígenas.
Su sucesor Cristóbal del Campo, marqués de Loreto (1783-1789), continuó por una senda similar.
Siguiendo los lineamlentos fisiócratas, fomentó el cultivo del trigo y combatió el contrabando.
Durante su mandato se restableció la Audiencia en Buenos Aires,
Fuente Consultada:
Historia Argentina de Etchart - Douzon - Wikipedia -
La Argentina, Historia del País y Su Gente de María Sánchez Quesada.
Enciclopedia del Estudiante Tomo N° 20 Historia Argentina
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Enlace Externo:• El Virreinato del Río de la Plata - El Historiador
