Concepto del Maniqueísmo :Origen y Vida del Profeta Mani

Concepto del Maniqueísmo Origen y Vida del Profeta Mani

Fundado por Maní hacia el final del siglo III , el maniqueísmo aparece como un sincretismo en el que se han mezclado los más diversos elementos.

Puede ser considerado como una especie de herejía cristiana a la que se han añadido muchos elementos extraños, o como una religión distinta a la que, de manera bastante artificial, se han unido aportaciones cristianas.

Mani se presenta como discípulo de Cristo y utiliza abundantemente los libros del Antiguo y del Nuevo Testamento.

La influencia religiosa de Mani se ha prolongado durante unos mil años en una extensa zona, a partir de los confines del mundo persa y semítico, que la civilización grecorromana había alcanzado, pero sin llegar a influir profundamente.

Mani nació hacia los años 215-216.

Desde su infancia fue incorporado a la secta de los mogh-tasilas o baptistas, a la que pertenecía su padre, que profesaba una doctrina dualista: dos personajes están subordinados a Dios—Cristo y el diablo—, los dos salidos de Dios y puestos por éste ante los tiempos futuros y el siglo presente.

En toda la creación se encuentra la oposición del bien y del mal, de los dos sexos, de la derecha y de la izquierda, del agua y del fuego.

El agua es el medio de salvación y el fuego, de condenación.

profeta Mani

Profeta Maní

El agua del bautismo libra del fuego del infierno.

Los bautizados han de llevar una vida santa, renunciar al matrimonio y abstenerse de alimentos de origen animal.

La verdad religiosa está contenida en la Ley y el Evangelio, cuyo sentido, que se ha perdido, puede encontrarse a través de los libros de Elkasai.

Durante cuarenta años Mani llevó una vida errante de predicador y escribió cartas, sermones y tratados.

Parece que predicó en las regiones cercanas al Eufrates y que envió a dos de sus discípulos a Egipto y a la Escitia.

En pocos años la secta hizo grandes progresos.

Diocleciano publicó un rescripto severísimo contra los maniqueos en el que se establecía, entre otras, la pena capital.

El movimiento se expansionó por Mesopotamia, Siria, Palestina y Egipto.

En África surgieron numerosas comunidades.

También en Italia hubo importantes núcleos.

Una gran expansión se realizó por Oriente: Irán.

De Samarkanda a la India.

Mogolia fue el centro de otra notable irradiación.

La época de retroceso empieza al final del siglo X.

La desaparición definitiva llegó muy pronto.

El sistema maniqueo se apoya en un dualismo.

Hay desde toda la eternidad dos principios opuestos, el bien y el mal, la luz y las tinieblas.

Las tinieblas primitivas tocan la luz y la limitan.

El príncipe de las tinieblas es la antítesis viviente del rey de la luz.

No es un segundo dios, sino su rival.

Su verdadero nombre es la materia, pero el pueblo le llama diablo.

La lucha entre los dos mundos es inevitable.

Nuestro mundo, mezcla de tinieblas y de luz, está continuamente en guerra hasta la separación definitiva de esos dos elementos.

El hombre que es como un microcosmos que reúne las propiedades de todo lo que existe, posee dos almas, de las que una es buena y la otra mala.

Hecho de espíritu y materia, participando a la vez de Dios y del diablo, el primer hombre debía lograr esta separación de los elementos de luz que llevaba en sí.

Sin embargo, después de su caída se hizo incapaz de realizar ese trabajo.

La misión de Jesús en su Encarnación estaba encaminada a liberar la luz que se encontraba cautiva en el hombre pecador.

Jesús no es propiamente el hijo de Dios.

Es como el arquetipo de la humanidad.

En él sólo hay luz.

Es el que en diversas ocasiones ha comunicado luz a los hombres: Adán, Abraham, Buda, Zoroastro, el Mesías, San Pablo, Mani.

La moral se resume en la doctrina de los tres sellos.

El sello sobre la boca lleva a evitar todo lo que puede mancharla: los pecados de la lengua y los alimentos impuros (los que no sean vegetales).

El sello de la mano niega el derecho a matar, sean hombres, animales o plantas.

El sello del pecho se refiere a la prohibición del matrimonio y de todas las relaciones sexuales.

El maniqueo ha de hacer lo posible por evitar la propagación de la vida.

Como la práctica rigurosa de los tres sellos era imposible en la vida corriente, los maniqueos distinguían dos grupos: los auditores, que podían vivir como los demás hombres, aunque con ciertas limitaciones, y los elegidos, que estaban obligados a una práctica estricta de las prescripciones de la doctrina.

En la vida de ultratumba, mientras los elegidos entrarán inmediatamente en el paraíso, los auditores deberán quedarse en este mundo, pasar de un cuerpo a otro hasta llegar al de un elegido.

Los pecadores van a un fuego eterno.

La separación definitiva, no obstante, de buenos y malos, exige el transcurso de mucho tiempo para que los elementos de luz que han caído en este mundo puedan separarse otra vez de la materia.

Un inmenso incendio se producirá en el último día.

Tomando como modelo la organización que Jesucristo dio a su Iglesia, el maniqueísmo tiene doce maestros que obedecen a un jefe único.

Por debajo de éstos hay setenta y dos jefes u obispos, que son los que ordenan a los presbíteros y diáconos.

Admiten dos sacramentos: el bautismo y la eucaristía.

La fiesta más importante, la Berna, conmemoración de la muerte de Mani, se celebra alrededor de la fecha de la Pascua cristiana.

Fuente Consultada:
FACTA Enciclopedia Sistemática Tomo IV Entrada: Maniqueísmo

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