Ultimo Astronauta en Pisar la Luna-Todas Las Misiones Apolo a la Luna

Ultimo Astronauta en Pisar la Luna-Todas Las Misiones Apolo a la Luna

ULTIMOS ASTRONAUTAS DE LAS MISIONES APOLO: Estados Unidos lanza el Apolo17, la última misión de su programa lunar Apolo.

La misión Apollo 17 se desarrolló en diciembre de 1972 y en ella participaron los astronautas Eugene Cernan, Ron Evans y Jack Schmitt.

Durante el viaje de 13 días de duración, ambos astronautas pasan 22 horas en la Luna y recorren 35 km en el vehículo lunar, mientras Ronald E. Evans permanece en órbita.

Recogieron 108,8 kg. de rocas y recorrieron 33,8 km a bordo de su rover.

Encontraron en el valle Tauro-Littrow tierra color anaranjada.

Dejaron una placa con la leyenda: “Aquí el hombre completó su primera exploración en la Luna, diciembre 1972 d. C. Que el espíritu de paz con el que vinieron se refleje en las vidas de toda la humanidad”.

La Misión:

 Se trató de la última ocasión en la que el ser humano visitó la Luna y la única misión en la que un geólogo viajó y estudió suelo espacial. En total, permanecieron alrededor de 74 horas en la Luna.

En la fotografía de abajo vemos de izquierda a derecha Harrison Schmitt, Ronald Evans y Eugene Cernan (abajo), la tripulación del Apolo 17 (NASA).

Cernan fue un aviador de las FF.AA. de EE.UU. y elegido para participar de las misiones Apolo como piloto de la Géminis IX, luego piloto del módulo lunar en misión del Apolo X y comandante en la misión del Apolo XVII.

Ha sido el segundo en pasear por el espacio y el último que dejó sus huellas en la superficie lunar.

Eugene Cerna ultimo astronauta en pisar la luna
Astronautas de la última misión de la NASA a la Luna en 1972, el Apolo XVII

eugene cernan ultimo astronauta en pisar la luna

Eugene Cernan

El Apolo 17:

La primera serie de aterrizajes tripulados por hombres en la Luna terminó con la misión del Apolo 17, que fue la de mayor éxito.

Se continuó con el modelo de investigación y experimentación establecido por las dos misiones anteriores: examen geológico y muestreo de una zona preseleccionada, despliegue y activación de experimentos de superficie tipo ASLEP, y culminación de recuentos fotográficos científicos de la corteza de la Luna realizados desde una órbita lunar.

El lugar de aterrizaje fue la región de Taurus-Littrow, de las montañosas tierras altas que bordean el sureste del Mare Serenitatis.

Aquí, durante 44,2 horas humanas de actividad exploratoria, dos astronautas recorrieron 35 km. y recogieron 120 kg. de muestras de piedras.

Entre éstas se encontraban lavas basálticas, gabros, anortositas y brechas y resultó ser la colección más variada traída por una misión Apolo.

Indicaban, de manera más clara que las muestras recogidas antes, los principales estadios de los 4.600 millones de años de historia de la Luna: brechas con componentes cristalinos derivadas de fragmentaciones por impacto de las rocas más antiguas, brechas formadas por excavaciones originadas por impacto de la cubeta del Mare Serenitatis, lavas basálticas que posteriormente rellenaron la cubeta del mismo mar, y los materiales de desecho de rocas de superficie generados por impactos ocasionados durante los últimos 3.800 millones de anos.

Abajo vemos un esquema de la travesía en la Luna de esta última misión.

mapa travesia apolo XVII

• UN POCO DE HISTORIA...

Durante la segunda guerra mundial, científicos alemanes, incluyendo a Werner von Braun, produjeron cohetes capaces de volar cientos de kilómetros, en los cuales el combustible líquido ardía con el oxígeno que se había comprimido y almacenado en forma líquida. Uno de ellos, el cohete famoso V-2.

Desde entonces los vuelos de cohetes se han desarrollado enormemente, especialmente en Estados Unidos de América y en Rusia.

Muchos cohetes modernos constan de tres partes, y cada una de ellas añade su propia tremenda velocidad a la ya aportada por su predecesora.

Con un cohete de este tipo los científicos rusos enviaron el primer satélite artificial de la Tierra, el Sputnik I, en octubre de 1957.

Tanto Rusia como los Estados Unidos han enviado luego muchos más, y hacia fines de 1960 más de 30 circulaban alrededor de la Tierra.

Un cohete ya ha hecho impacto en la Luna.

Otro ha dado la vuelta alrededor de ella, tomando fotografías del lado hasta entonces nunca visto.

Todavía otro se ha transformado en un diminuto planeta que gira alrededor del Sol.

En abril de 1961 el astronauta ruso Yuri Gagarin surcó el espacio interplanetario dando un giro completo en 89 minutos alrededor de la Tierra, y en agosto del mismo año, otro cosmonauta ruso, Gherman Titov, dio 17 vueltas en torno a la Tierra en 25 horas 18 minutos.

En febrero de 1962, el estadounidense John H. Glenn dio 3 vueltas alrededor de la Tierra en 4 horas 54 minutos.

PRIMEROS PASOS: DUELO ESPACIAL:

El 4 de octubre de 1957, los estadounidenses, atónitos, descubrieron el Sputnik -«compañero de ruta»-, el primer artefacto satelital que orbitaba alrededor de la Tierra.

En ese momentoSputnik Primer Satelite Enviado al Espaciose dieron cuenta de su atraso respecto de los rusos, que nombraron como el «misil gap».

En abril de 1961, el primer vuelo tripulado convirtió a Gagarin en un héroe mundial: el astronauta soviético triunfó con el Vostok I.

Sin embargo, bajo el impulso de Kennedy, Estados Unidos aceptó el desafío de la carrera a la Luna, que se convirtió en una de las apuestas de la guerra fría.

La NASA dio inicio a los programas lunares preparatorios: Gemini, Ranger, Lunar Orbiter y Surveyor.

Por su lado, los tres programas de los soviéticos carecían de coherencia.

El 3 de julio de 1969, el tercer ensayo de su cohete lunar gigante NI fracasó de nuevo.

El programa Apolo otorgó finalmente la victoria a los estadounidenses dieciocho días después.

HISTORIA DEL PROGRAMA APOLO:

Los vuelos Apolo se habían iniciado en octubre de 1961 con el primer lanzamiento no tripulado de un cohete Saturno 1.

Pero hasta 1967 no tendría lugar la prueba de vuelo del cohete lunar Saturno 5.

El Saturno 5 era el ingenio más pesado, complejo y costoso jamás lanzado al espacio.

Sus tres secciones alcanzaban una altura de casi cien metros.

En la primera sección había cinco motores F-1 accionados por queroseno y oxígeno líquido; en la segunda, otros tantos del tipo J-2 que consumían hidrógeno y oxígeno; en la tercera se albergaba un solo J-2.

Durante los dos minutos y medio de vuelo iniciales, la primera sección generaría una potencia de empuje de aproximadamente 3.500 toneladas, con un consumo de unos dos millones de litros de carburante; y aceleraría el cohete a casi diez mil kilómetros por hora, diez veces la velocidad del sonido.

Tanto en tierra como durante el vuelo, más de dos toneladas de instrumentos y computadoras controlarían automáticamente la velocidad y el rumbo.

La nave espacial Apolo propiamente dicha constaba de tres partes o módulos: el módulo de servicio (MS), el módulo de mando (MM) y el módulo lunar (ML).

El más grande era el módulo de servicio, que albergaba el motor que curvaría la trayectoria de ida del Apolo para ponerlo en órbita lunar, y que posteriormente impulsaría su viaje de retorno a la Tierra.

El MS portaba asimismo la antena principal de largo alcance, la reserva de oxígeno, las células de combustible y los reactores para el control de posición.

Los dos componentes del combustible se mezclaban por presión de gas en lugar de bombas, y la ignición se producía por contacto.

La cámara de propulsión y el morro poseían capas protectoras que se iban quemando progresivamente, por lo que no necesitaban sistema alguno de refrigeración.

Cualquiera de las tres células de combustible podía suministrar la energía eléctrica suficiente para un retorno sin problemas.

Encima del MS y sirviéndose de sus instalaciones durante todo el viaje, excepto unas pocas horas, estaba el módulo de mando de los astronautas.

Era un verdadero prodigio de diseño.

Tan sólo su forma de cono truncado recordaba a la cápsula Mercury de Alan Shepard.

En su interior, no obstante, había cuatro veces más espacio.

El MM contenía una compacta computadora con una capacidad de almacenamiento de datos que superaba a la de la computadora del control de tierra del Proyecto Mercury.

Exteriormente se hallaba protegido contra el calor que generaría el reencuentro con la atmósfera terrestre por una sólida capa aislante revestida de fibra de metal y resina.

El módulo lunar no se parecía a nada conocido, aunque dio en llamársele la «chinche».

Su exterior se había recubierto de hoja metálica y estaba provisto de cuatro patas, parecidas a las de un insecto, que le servirían de soporte tras el alunizaje.

Para facilitar el despegue de la superficie lunar, cada componente del ML había sido escrupulosamente diseñado con objeto de reducir su peso al mínimo.

No poseía sillones ni asientos.

Durante el despegue y el alunizaje los astronautas se sujetaron con unos livianos arneses.

Al iniciar el descenso sobre el satélite, el ML pesaría aproximadamente 11.000 kilos, correspondientes en su mayor parte al combustible que habría de consumir; la parte inferior del ML, cuya función era servir de plataforma de alunizaje, se quedaría en el satélite.

Al despegar, el ML tendría un peso análogo al de un automóvil grande.

El primer vuelo orbital tripulado del MM del Apolo quedó fijado para febrero de 1967.

En la tarde del 27 de enero, durante un ejercicio simulado, se declaró un incendio en la cápsula herméticamente cerrada, provista de oxígeno puro a presión en su interior.

En menos de un minuto, Gus Grissom, Edward White y Roger Chaffee, los tres astronautas que se hallaban en ella, perecieron.

Una investigación sobre la tragedia revelaría que un cable defectuoso había prendido fuego a algún soporte sintético, propagándose las llamas con relampagueante velocidad en aquella atmósfera de oxígeno.

Mientras el MM se diseñaba y construía de nuevo, el Proyecto Apolo casi llegó a paralizarse. Pocos meses después se producía una nueva tragedia del espacio, esta vez en la URSS.

El cosmonauta Vladimir Komarov, que había participado en el primer vuelo del Vosjod, perdió la vida el 24 de abril de 1967, al no abrirse el paracaídas destinado a frenar el descenso de la nave espacial Soyuz durante el retorno a la atmósfera, y estrellarse la cápsula contra el suelo.

A finales de 1968, sin embargo, Estados Unidos estaba preparado para reanudar sus vuelos Apolo.

Después de dos nuevas misiones no tripuladas para probar el ML y el cohete Saturno 5, en octubre de 1968 tres astronautas se mantuvieron en órbita terrestre once días a bordo del Apolo 7.

En diciembre, el Apolo 8 y sus tres tripulantes describieron diez órbitas lunares y en marzo del siguiente año los astronautas del Apolo 9 realizaron maniobras de encuentro y acoplamiento con el ML, y probaron el voluminoso traje espacial que se utilizaría en la superficie lunar.

En mayo, Snoopy, el ML del Apolo 10, descendió sobre el Mar de la Tranquilidad hasta una altitud de unos 15.000 metros. Todo estaba listo para el alunizaje definitivo.

La mañana del 16 de julio, fecha del lanzamiento, cerca de un millón de espectadores abarrotaban las carreteras cercanas a Gabo Kennedy, en Florida.

Con un prolongado rugido, el Saturno 5 comenzó a remontarse en el aire y después describió un ángulo sobre el océano.

Tres días más tarde, los tripulantes —Neil A. Armstrong, jefe civil de la misión; Edwin E. Aldrin, Jr., coronel de la Fuerza Aérea y doctor en Astronáutica, y Michael Collin, teniente coronel de la Fuerza Aérea, que permanecería en el módulo de mando mientras Armstrong y Aldrin descendiesen en el Eagle hasta el Mar de la Tranquilidad— entraron en órbita lunar.

A primeras horas de la tarde del día 20, el Eagle y sus dos tripulantes se separaron del MM y descendieron a una órbita inferior que los condujo a una altitud de 15.000 metros sobre la superficie lunar.

En el momento programado, Armstrong inició la maniobra de descenso final, de diez minutos de duración.

Mientras el Eagle se aproximaba a la superficie lunar, Armstrong advirtió que se encaminaba directamente a un cráter salpicado de rocas y rápidamente accionó los mandos para desviar la nave a un lugar de alunizaje más seguro, donde el Eagle se posaría suavemente. Acto seguido comunicó por radio: «Houston, estamos en la base de Tranquilidad. El Eagle ha alunizado».

Fuente Consultada:
Grandes Acontecimiento del Siglo XX 1969:El Hombre Llega a la Luna

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