Las Riquezas de la Tierra Para La Alimentación

RIQUEZAS NATURALES PARA LA ALIMENTACIÓN HUMANA

alimentos naturales: maiz, soja, trigo, mani, cacao

UN POCO DE HISTORIA: Cuando los hombres comenzaron a ser agricultores, es dudoso que realizaran muchos cultivos diferentes en una sola región. Seguramente, cada comunidad se especializó en una sola clase de cereal y, a lo sumo, en unas pocas variedades de frutos y vegetales.

En realidad, si hoy visitamos una huerta, encontramos que muchas de las grandes variedades de plantas que allí crecen se originaron en partes muy diferentes de la Tierra. Podemos ver, en un área reducida, con tomates y papas, que tuvieron su origen en América, manzanas y trigo nativos de Europa y, posiblemente, frutos cítricos, que crecieron por primera vez en India y China.

Muchas de las plantas que sirven de alimento al hombre, han sido cultivadas durante tantos siglos, trasplantadas tan frecuentemente de una región a otra, modificadas en tal manera por cuidadosos trabajos de injerta, que resulta difícil saber dónde se han originado. Pero, sabemos algo de cómo han viajado por el mundo. Por ejemplo, a través de las antiguas pinturas egipcias, podemos saber que la uva fue cultivada y usada para fabricar vino en el Mediterráneo oriental, hace algunos miles de años.

Pero probablemente no fue hasta hace unos 2.000 años, al crear los romanos su gran Imperio, cuando la vid fue cultivada en gran escala fuera de las costas del Mediterráneo, al norte de Francia, sur de Gran Bretaña y aun en tierras del Lejano Oriente; y no fue sino después de la época de Colón, cuando los europeos la introdujeron en América; y mucho más tarde se plantaron los grandes viñedos de Australia.

Sabemos, también, que la papa, el tomate y el maíz nacieron en América y fueron llevados a Europa durante la época de los descubrimientos, y que las naranjas y los limones llegaron a Europa desde el Lejano Oriente, hace unos 2.000 años. De allí se trajeron a América, hace aproximadamente 400  años,  y llegaron  a la Unión Sudafricana y Australia hace sólo unos 200 ó 300 años.

Podemos marcar en un mapa dónde se producen más abundantemente las principales semillas para la alimentación, por ejemplo , la soja , el trigo y la cebada crecen principalmente en las planicies de América del Norte, América del Sur, Europa y Asia, con pequeñas áreas de cultivo en el sur de África y sur de Australia. El trigo es, probablemente, el cereal más ampliamente empleado para la fabricación del pan, mientras que la cebada, especialmente cuando crece cerca del mar, es más buscada para la elaboración de cerveza.

El arroz, que aún constituye el alimento principal de una gran parte de la población del mundo, es cultivado más extensamente en las tierras cálidas y húmedas del este y sudeste de Asia.

El maíz crece aún más en América, su continente de origen, pero que la papa y el centeno son cultivados en mayor escala en el centro de Europa y N.O. de Asia. La avena, que crece casi únicamente en tierras de clima frío, es usada muy especialmente, aunque no por entero, como alimento para los animales.

Producciones como las arvejas, remolacha azucarera y otras verduras y frutas comunes de mesa se obtienen cerca de los grandes centros de población de las regiones templadas.

Los  frutos cítricos están alrededor del Mediterráneo, a lo largo de las costas sudoccidental y sudoriental de Estados Unidos de América y en partes de América del Sur y Unión Sudafricana.

Las datileras  crecen principalmente en regiones más cálidas, a menudo en los límites de los desiertos, mientras que los bananos  y palmeras  dan su fruto en tierras tropicales húmedas.

Pero, en realidad, no interesa mayormente hoy dónde se cultivan las plantas, pues hay barcos que las trasportan con toda rapidez y en buenas condiciones, a cualquier lugar del mundo; y los sistemas de conservación permiten su disponibilidad en cualquier momento. También gracias a los aportes cientificos de la genética se ha logrado crear semillas que se adaptan muy bien a otros climas distintos a los de su origen.

LOS ALIMENTOS: No todo lo que el hombre cosecha lo usa para la alimentación. Algunos productos, como el algodón y el lino, le sirven para la fabricación de telas; es decir algunos le sirven como alimento y también le proveen de otras materias primas. De la nuez del coco se saca aceite, que se usa para la manufactura de jabón, velas y también de margarina, y de la corteza se fabrica una fibra tosca usada para hacer esteras, sogas y cepillos. El maní no es sólo rico en proteínas, sino que también es una fuente valiosa de producción de aceite.

Además, el hombre cosecha especias, no por su valor nutritivo, sino por la rica variedad de gustos que tientan al paladar. En épocas pasadas, cuando no había medios para conservar la carne fresca más de unos pocos días, se usaban esencialmente las especias para disimular los sabores desagradables. Cuando comprobamos que crecen diseminadas en extensas zonas tropicales y que pocos gramos alcanzan un precio elevado, llegamos a comprender fácilmente qué parte importante jugaron en la decisión de los grandes viajes de descubrimiento.

Otras variedades de cultivos: aquéllos que, a pesar de tener un valor nutritivo considerable, se usan principalmente para bebidas; son el cacao , el café , el té  y la caña de azúcar . Todos estos cultivos crecen en zonas tropicales y subtropicales, las que, hasta hace unos 500 años, tenían poco contacto con Europa.

Anteriormente, el azúcar era un exótico lujo para los europeos; los alimentos y las bebidas se endulzaban casi siempre con miel, pues la extracción de azúcar de remolacha es un hallazgo del siglo pasado. El cacao y el chocolate eran desconocidos hasta bien entrado el siglo XVI; el té y el café eran la bebida de los ricos solamente, hasta hace unos 200 años.

Entre los peligros mayores que afronta la agricultura moderna están los que provienen de dedicar gran extensión de tierra a la misma plantación, año tras año. La monocultura, como se denomina, ha conducido en más de una oportunidad al desastre, en épocas pasadas. A mediados de 1840, los campesinos del oeste de Irlanda destinaron casi todas sus tierras y todas sus energías a la plantación de papas, probablemente porque producían cosechas mucho más grandes, por cada hectárea de tierra, que la avena, trigo, cebada o centeno. Luego, repentinamente, la papa fue atacada por plagas; la enfermedad se extendió rápidamente de campo en campo, todos cultivados con el mismo producto. La producción se perdió casi totalmente y la carestía llegó a esas tierras.

Hay algunas plagas de insectos y algunas bacterias dañinas que atacan sólo a una clase de plantas. Si esa plantación cubre una gran extensión de tierra, prospera la peste y se multiplica, haciendo un perjuicio incalculable. Éste es uno de los peligros principales para la monocultura; pero hay otro: cada planta demanda un peculiar elemento del suelo, y si la misma siembra se realiza, año tras año, en un mismo terreno, éste se empobrecerá poco a poco.

En la Edad Media, y posiblemente mucho tiempo antes, los agricultores de Europa a menudo evitaban este peligro sembrando dos plantas diferentes en años sucesivos y dejando a la tierra descansar el tercer año. Durante este último, los animales pastaban en tales campos y sus excrementos enriquecían el suelo. En los siglos XVIII Y XIX, fueron ensayados sistemas más científicos de siembras rotativas, que permitían al agricultor realizar seis siembras diferentes y dejar que la tierra descansase al séptimo año.

Desde los albores de la humanidad, se ha dedicado a la caza tanto como a la recolección de alimentos, y cuando se hizo agricultor, comenzó a cuidar y criar animales, con lo que modificó, en gran parte, el régimen de su vida.

Durante milenios el hombre ha comido no solamente carne sino también muchos otros productos animales, incluyendo huevos, leche, queso, manteca y miel. También ha hecho uso de la piel, cuero y plumas como materia prima para la fabricación de ropas, alfombras, flechas, cepillos y cientos de productos más.

Hoy se crían  en grandes cantidades algunos de los más importantes animales domésticos: ganado vacuno, ovejas , cerdos . El camello  está incluido, no porque constituya un importante artículo para la alimentación —a pesar de que en épocas remotas fue sin duda alimento en las zonas desérticas— sino porque en una gran parte del mundo es el único medio de transporte, al mismo tiempo que gran productor de materias primas.

Actualmente, excepto en áreas muy reducidas, la caza no es más que un deporte, que agrega muy poco a la totalidad de la producción alimenticia. El hombre ha incrementado el abastecimiento de carne por la domesticación, cuidadosa atención y cría de animales. Pero aún sigue siendo pescador. Hoy más que nunca, el pescado constituye un importante artículo alimenticio en todo el mundo. Aun en el interior de grandes continentes, donde no se oía hablar de pescado hasta hace un siglo, la gente se alimenta con pescado envasado, congelado, ahumado y en salmuera.

También destacamos que algunos de los principales productos alimenticios que brindan el mar y las aguas en donde se encuentran: arenque , salmón , sardina y caballa ,cangrejos y otros crustáceos. Ahora el hombre está comenzando a ser un piscicultor. Ha sembrado bancos de ostras y mejillones y hace cada vez mayor uso de ciertas algas marinas, que reportan beneficios para la alimentación y la medicina.

Ver: Importancia de los Cereales

Fuente Consultadas:
Mundorama Geografía General – La Vida del Hombre–  Edit. Quevedo S.R.L.
El Mundo y El Tiempo  Las Riquezas de la Tierra Globerama Edit. CODEX


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