Biografia Pico della Mirandola Filosofo Humanista

Biografía de Pico della la Mirandola

Descendiente de una familia de condottieri y soldados de fortuna que se había ilustrado más de una vez en los campos de batalla del Norte de Italia, Juan Pico de la Mirándola fue el único de la estirpe que, abandonando los arreos militares, brilló en el terreno de la erudición y del pensamiento.

Atraído por el resurgir del Renacimiento, el joven caballero distinguióse en los círculos humanistas de la Florencia medicea.

No fue un pensador profundo ni tuvo una pluma brillante; pero, en cambio, gracias a sus excepcionales cualidades mentales y a su originalidad, fué reputado como el fénix de los ingenios italianos de fines del siglo XV.

Con Marsilio Ficino, Pico de la Mirándola defendió la ideología neoplatónica, combatió el aristotelismo dialéctico de las escuelas y fué uno de los más conspicuos concurrentes de la Academia florentina.

Hijo de Juan Francisco I Pico de la Mirándola, conde de Concordia, y de Julia Boyardo de Scandiano, Juan nació en el castillo de que tomaba nombre su familia el 22 de febrero de 1463, cuatro años antes de la muerte de su padre.

En su adolescencia, su madre quiso dedicarlo al sacerdocio, y así pasó a Bolonia para estudiar derecho canónico (1477).

Sin embargo, le atrajeron mucho más las cátedras de filosofía y teología.

En 1479 se trasladó a la universidad de Ferrara, donde estudió letras clásicas con el célebre humanista Guarino; en 1480 a la de Padua, en la que asistió a los cursos del averroísta Vernia; y en 1482, insatisfecho en sus ansias de saber, frecuentó las cátedras de filosofía y griego en el centro universitario de Pavía.

A los veintiún años de edad acudía al rutilante foco de Florencia, nueva Jerusalén de los humanistas.

Después de una estancia en París en 1485, Pico de la Mirándola regresó a Italia, donde perfeccionóse en el estudio de las lenguas orientales (hebreo, árabe y -caldeo), de las que percibió la importancia para el adecuado conocimiento del mecanismo cultural.

Su dominio de las cuestiones filosóficas y teológicas era tan grande, que en 1485 redactó 900 tesis, las cuales se dispuso a mantener en Roma contra cualquier adversario.

Este torneo intelectual no llegó a efectuarse, pues la corte pontificia de Inocencio VIII tachó de heréticas varias de las tesis de Pico.

Siguió una pugna de folletos, cuyo resultado fue la prohibición del libro que contenía las tesis por bula de 4 de agosto de 1487.

Juan se trasladó a Francia con el propósito de defender sus conclusiones ante la Sorbona; pero fué arrestado en Lyón y encerrado en el castillo de Vincennes (1488), donde permaneció algunos meses.

Por último, recobró la libertad, regresó a Italia y establecióse definitivamente en Florencia, donde había de sorprenderle la muerte, quiza par envenenamiento, el 17 de noviembre de 1494.

Poco antes había sido absuelto por la Santa Sede (1493).

En los últimos años de su vida, influido por las predicaciones de Savonarola, había renunciado a muchos de sus proyectos profanos, como la concórdia entre la filosofía de Platón y Aristóteles (De ente en uno).

Se propuso entonces ahondar en la vida cristiana, y hasta se preparó para profesar en la orden de dominicos, lo que no pudo tener lugar a causa de la prematura muerte.

Sin embargo, su religión fue muy particular, pues Pico de la Mirándola estimaba que el Cristianismo había nacido de un fondo común filoso ficoteológico, que se podía entresacar de la magia cal dea y de la cabala hebraica.

Sus ideas, en especial la lucha contra la astrología y el fomento del estudio de las lenguas orientales, tuvieron gran difusión en Europa

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