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Drogas Psicodélicas
Historia del Ácido Lisérgico:LSD

campaña no a las drogas

La verdadera historia del LSD, del «ácido», comienza en una etapa oscura de la historia de Europa: la Edad Media.

Desde el siglo X existen pruebas documentales de la extensión, cíclica y parcialmente, en épocas y en determinados estados medievales, del denominado Fuego de San Antonio, trastorno que conducía al afectado a morir o a perder algunos de sus miembros después de atroces sufrimientos.

Hoy se sabe que el «fuego sagrado» no es sino expresión de un proceso de fuerte vasoconstricción periférica, predominantemente de los miembros superiores e inferiores, que conduce a la gangrena seca, e inexorablemente, a la pérdida del miembro afectado.

La causa estribaba en que en épocas de carestía los labriegos no apartaban las espigas parasitadas por un hongo conocido como cornezuelo del centeno (Claviceps purpurea).

En un principio el mal era achacado a un castigo divino.

Hasta el siglo XVII no se comenzó a estudiar el problema de una forma racional y científica.

Denis Dodart, médico de Luis XIV, fue según parece el primero en establecer la relación entre la enfermedad y la presencia del cornezuelo en la harina, como lo atestigua una comunicación a la Academia francesa fechada en 1676.

Algunos años después K. N. Lang y el abate Teissier confirmarían la hipótesis de Dodart.

Albert Hofmann sintetizó el LSD por primera vez en 1938. Fue la culminación de un largo proceso investigador, llevado a cabo en los laboratorios de la Sandoz A. G. de Basilea, bajo la dirección del profesor A. Stoll.

Pero si las bases de una investigación racional sobre el problema tuvieron que esperar hasta el cambio de mentalidad que significó la Enciclopedia, el resultado práctico, es decir, el que los agricultores apartasen sistemáticamente el centeno con cornezuelo antes de la molienda, no se alcanzaría hasta el mismo siglo XX (todavía en 1926, en Rusia, 11.000 personas se vieron afectadas por el mal).

Durante el siglo XX algunos químicos intentaron, sin éxito, aislar los alcaloides del cornezuelo del centeno.

Stoll, Hofmann y sus colaboradores lograrían en Basilea, entre 1918 y 1944, descubrir con exactitud los doce principios activos del hongo, de los que el ácido lisérgico es el constituyente específico.

Albert Hofmann y W. A. Stoll, trabajando sobre estrados del cornezuelo del centeno, aislaron en 1938 la dietilamida del ácido lisérgico, abreviadamente LSD 25 (del alemán Lyserg Saüre Diethylamid, y 25 porque fue el vigésimo quinto compuesto de una serie de 27 sintetizados por los laboratorios Sandoz en aquella época).

El 26 de abril de 1943, y debido a la imperfección técnica de unos aparatos de laboratorio, Hofmann ingirió una pequeña cantidad del LSD y descubrió así, por accidente, las propiedades psicotrópicas de tan poderoso alucinógeno.

El propioHofmann cuenta en su diario cómo aquel día tuvo que regresar a casa precipitadamente, aquejado de fuerte vértigo, y cómo, ya acostado, sufrió un fuerte delirio con visiones caleidoscópicas.

Aunque no parece  provocar ningún efecto agudo de habituación, los viajes con LSD son peligrosos. En su euforia, el drogado  cree poder realizar hazañas sobrehumanas, y perece en el intento o ingresa en un mundo alucinante que no abandonará aunque no vuelva a ingerir la droga.

Para determinar si efectivamente había sido el LSD 25 el causante de su experiencia, Hofmann volvió a ingerir, esta vez voluntariamente, 250 microgramos de la droga y volvió a experimentar, ahora de forma más intensa, las sensaciones vividas la primera vez: vértigos, perturbaciones de la visión, fuerte agitación, pesadez de cabeza...

Una vez finalizada la II Guerra Mundial, los medios científicos y de comunicación empezaron a interesarse por esta droga. Centenares de artículos en periódicos y revistas hablaban de la «droga maravillosa» como si de un nuevo maná se tratase.

En la década 1950-1960 esos modernos chamanes que son los psiquiatras, experimentaron y auto experimentaron en los laboratorios de psicofisiología con el LSD, intentando encontrarle un uso terapéutico.

No lo consiguieron.

Pero un pequeño grupo de iniciados en el alucinógeno tuvieron más éxito cuando transformaron su experiencia particular en una «buena nueva»: hacia 1960 Timothy Leary y Richard Alpert convertirían la droga de «juego de salón psiquiátrico» en fenómeno de masas al precipitar a ella a millares de jóvenes norteamericanos como una forma de «liberar su espíritu».

Poco después, el LSD era ya un producto más en los Circuitos de la sociedad de consumo (cantantes, discos, etc.).

La contracultura, lo psicodélico, la guerra del Vietnam acuñarían una generación de jóvenes norteamericanos con una mentalidad que causó impacto en Europa a finales de la década 1961-1970.

Bibliografía y Fuentes Consultadas:
Cuadernillo 1 - El Fenómeno Droga
Francesc Freixa i Santtfeliu
Aula Abierta Salvat

Trabajo a cargo de:
Arturo Cuevas
Neyla Rodríguez
Almir Peraza
Raúl Pérez
Alberto Valdivieso

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