Modulo Lunar del Apolo 11:Caracteristicas de la Capsula Lunar

Modulo Lunar del Apolo 11:Caracteristicas de la Capsula Lunar

La conquista de la Luna fue confiada a una pequeña «araña de acero» destinada a aterrizar en el suelo de nuestro satélite.

De ella saldrían dos astronautas, después de lo cual se convertiría en una base de lanzamiento para el regreso de los astronautas a la Tierra.

Cuando se planificó la conquista de la Luna, se idearon distintos sistemas para desembarcar a los hombres en nuestro satélite natural y hacerlos regresar a la Tierra.

El que resultó elegido estaba destinado a desembarcar a dos hombres con un «módulo lunar» (LEM), cuya parte inferior fue proyectada para hacer de rampa de lanzamiento en el momento de la partida.

Cuando se tomó en consideración el método de acoplamiento en órbita lunar, los ingenieros del Centro de Investigación Langley estudiaron tres modelos fundamentales de módulo lunar.

Los tres modelos, que pronto tomaron forma, fueron llamados «simple», «económico» y «de lujo».

La versión «simple» preveía poco más que un mero vehículo, abierto en su parte superior, capaz de contener a un hombre en traje espacial durante unas cuantas horas.

Habría pesado un máximo de dos toneladas.

El modelo "económico», previsto para acoger a dos hombres, habría pesado dos o tres veces más que el anterior, según el tipo de propulsantes utilizado.

Modulo Lunar del Apolo 11:Caracteristicas, Capsula Lunar y Descenso

A la postre, el método considerado más seguro fue el «de lujo», que fue preelegido para la misión.

En el estadio de propuesta, los técnicos de la Grumman, la sociedad que ganó el concurso de construcción, pensaban en el LEM como en un objeto provisto de doce toneladas de propulsante rodeadas por cuatro toneladas de «estructuras de relojería», como decían ellos, encerradas en una pared de aluminio del espesor de una cáscara de huevo.

Debía tener una altura de 7 m, y, con las patas extendidas, su diámetro debía ser de 9,45 m.

Estaba formado por un millón de partes, sobre todo minúsculos transistores, 64 Km. de cables eléctricos, dos radios, dos aparatos de radar, seis motores, un ordenador y un equipo de aparatos para realizar experimentos científicos en la Luna.

Todo ello debía estar distribuido en dos unidades principales, llamadas de ascenso y de descenso, provista cada una de ellas de su propio cohete.

UNIDAD DE DESCENSO

Estaba formada por la parte inferior del módulo lunar.

Fabricada con una aleación de aluminio, de forma octagonal, con cuatro patas para la amortiguación, contenía las baterías, las reservas de oxígeno y el equipo científico para el descenso y la permanencia en la superficie lunar.

Medía 3,22 m de altura, incluidas las patas, y su diámetro era de 4,29 m, sin contar las patas.

Unas prolongaciones en los extremos de los dos largueros principales suministraban el apoyo del tren de aterrizaje.

Una vez que el módulo lunar se encontraba libre en el espacio, las patas eran extensibles.

Cada pata constaba de un montante principal, dos montantes de refuerzo, el mecanismo de bloqueo y un patín de apoyo.

Todos los montantes llevaban amortiguadores formados por elementos deformables en nido de abeja para absorber los choques del aterrizaje.

El tren de aterrizaje anterior, que se extendía bajo la escotilla frontal, llevaba fijada una escalerilla por la cual los astronautas podían acceder a la superficie lunar y volver a subir.

La mayor parte del peso y del espacie de la etapa de descenso estaban destinados a los cuatro depósitos de propúlsame y al cohete de descenso, capaz de ejercer un empuje de 4.500 Kg.

El motor, construido por TRW Inc. era de un tipo inhabitual en misilística, ya que manualmente y mediante un calculador electrónico, podía regularse desde un mínimo del 10% hasta un máximo del 94% de su potencia.

El motor quemaba un combustible líquido de hidracina y dimetiíhidracina. disimétrica, llamada aerocina 50 con tetróxido de nitrógeno como oxidante.

El combustible y el oxidante producían la combustión al entrar en contacto, sin necesidad de chispa.

En la misión de aproximación, el motor de descenso debía encenderse para iniciar la caída del módulo lunar desde la órbita de 110 Km. de altura. 

A unos 15.000 m del suelo debía volver a encenderse en otra maniobra de frenado para que el módulo lunar pudiera descender continuamente v reducir su velocidad hasta tocar la superficie con suavidad.

Como el vehículo podía descender verticalmente y permanecer en vuelo estacionario sobre la superficie, los astronautas pilotos de aviones de reacción debían adquirir también las competencias de pilotos de helicóptero.

En el último tramo estaba previsto que los astronautas redujeran la potencia del motor para dejar caer el módulo lunar a una velocidad de unos 90 cm/s. Cinco muelles situados en los extremos inferiores de las patas debían dispararse automáticamente hacia abajo para señalar el primer contacto con el suelo, tras lo cual  los astronautas debían apagar el motor.

Concluido el período de permanencia en la Luna, la etapa de descenso debía servir de plataforma de lanzamiento para el encendido del motor de ascenso, destinado a levantar de la superficie la mitad superior del módulo lunar.

El accionamiento de los dispositivos de explosión separaría las dos etapas. La etapa de descenso permanecería en la Luna como recuerdo del primer desembarco humano.

LA ETAPA DE ASCENSO

Estaba formada por la mitad superior del módulo lunar, en la que figuraba la central de mando y la cabina de la tripulación, además del cohete destinado a hacer despegar el vehículo de la superficie lunar.

Su altura era de 3,75 m y estaba dividida en tres secciones: el compartimiento de la tripulación, la sección intermedia y la zona de equipos.

El compartimiento de la tripulación, de sólo 234 cm de diámetro, ocupaba la parte anterior de la etapa de ascenso, desde la cual los astronautas podían mirar al exterior a través de dos ventanas triangulares.

Para ahorrar peso, no había asientos; los astronautas debían permanecer de pie, sujetos por correas no demasiado estrechas.

Delante y lateralmente se encontraban los paneles de mando para la conducción, las comunicaciones, la regulación del ambiente y los equipos de propulsión.

El comandante podía mirar por una ventana situada arriba a la izquierda mientras conducía el módulo lunar durante las maniobras de aproximación y de acoplamiento en órbita con el módulo de mando.

A los pies de los astronautas se encontraba la escotilla anterior, de forma cuadrada y con 106 cm de lado, a través de la cual deberían bajar a la superficie de la Luna.

Tanto el compartimiento de la tripulación como la sección intermedia estaban construidos y aislados de tal modo que pudieran ser presurizados al ciento por ciento con oxígeno.

La sección intermedia llevaba muchos de los equipos para las comunicaciones y la conducción.

Había incluso un espacio reservado para los contenedores de las rocas lunares que los astronautas habrían llevado consigo de regreso.

En la parte superior de la sección intermedia estaba la escotilla, que tenía 84 cm de diámetro; a través de ella los astronautas debían trasladarse al módulo de mando o realizar la maniobra inversa en el momento en que los dos vehículos se encontraran unidos.

La escotilla superior del módulo lunar se abría a un pequeño conducto que conectaba con la parte anterior del módulo de mando.

Bajo el pavimento de la sección intermedia se encontraba el cohete de ascenso, diseñado para desarrollar un empuje de unos 1.600 Kg. y para poder encenderse y reencenderse, pero no para suministrar una potencia variable.

Bastaba un cohete tan pequeño porque la mayor parte del peso original del módulo lunar, de 14,5 toneladas, se había reducido va a 4.500 Kg. debido al abandono del cohete de descenso sobre la superficie lunar.

Además, la débil gravedad lunar -un sexto de la terrestre- no requería una fuerte producción de energía propulsante para levantar la etapa de ascenso.

El motor de ascenso, lo mismo que los 16 pequeños cohetes de maniobra, estaba diseñado para quemar el mismo tipo de combustible líquido utilizado durante el descenso.

Los propulsantes para el ascenso estaban almacenados en dos depósitos esféricos de titanio, dos protuberancias visibles en los flancos de la etapa de ascenso.

La zona de equipos estaba formada por un área no presurizada situada en la parte posterior.

Contenía instrumentos para enfriar los aparatos electrónicos del vehículo, el oxígeno para la respiración durante el ascenso y un cierto número de otros componentes que no requerían ningún tipo de presurización.

Fuente Consultada:
El Universo - Enciclopedia de la Astronomía y el Espacio  - Tomo II

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