Record de Velocidad en Moto:Historia de Primeras Pruebas de Velocidad

Historia y Records de Velocidad en Moto

Desde el día en que el hombre montó por primera vez un motor en un bastidor ciclista, la motocicleta ha representado un instrumento fundamental para su inquietud por la velocidad.

Como ya hemos dicho en otras ocasiones, a partir de 1 935 casi todos los intentos por alcanzar el récord de velocidad se han celebrado en la misma localidad: Bonneville (Utah, USA) en el Lago Salado.

Durante estos años Bonneville se ha constituido en escenario de miles de intentos por establecer el récord de velocidad en moto.

En 1975 el récord absoluto de velocidad en motocicleta lo estableció sobre esta pista Don Vesco, distribuidor de Yamaha en California, registrando 487, 515 kilómetros por hora.

Don Vesco nació en 1940 en San Diego (California); con sus gafas y su pelo prematuramente encanecido adopta el aspecto de un tranquilo profesor; sin embargo, las motos y la velocidad son una tradición en la familia Vesco desde los tiempos en que su padre Don, en los años veinte, corría con el Ford T en los lagos salados de California.

La relación de Don Vesco con las motocicletas se inició cuando, siendo todavía niño, compró un escúter de segunda mano.

Apasionado por la mecánica, lo preparó para correr, pero se vio obligado a venderlo al objeto de pagar las multas acumuladas por conducir sin carnet.

A los quince años empezó a participar en carreras locales y en 1959 ganó su primera prueba importante en carretera, en Willow Springs (California), y terminó la temporada ganando el «Championship Rider Award», premio concedido por la Federación Motociclista Americana.

Lógicamente, su valía quedó de inmediato demostrada y cuando en 1962 Honda envió a Estados Unidos dos especiales cuatro cilindros de 250 c.c. para que interviniesen en algunas carreras, una de las máquinas se la confiaron a Don Vesco.

Al año siguiente, Yamaha alquiló al piloto americano una bicilíndrica de 250 c.c. de válvulas rotativas, la RD 56, con la cual Vesco se inscribió en la categoría de 500 c.c. del Gran Premio de Estados Unidos (no valedero para el campeonato mundial) y que se adjudicó con notable facilidad.

En 1964 obtuvo la representación de Yamaha y después de dos accidentes en las pruebas y algunos resultados mediocres, Don Vesco decidió limitar su actividad y dedicarse a la preparación.

Así en 1970 el campeón australiano Kel Carruthers corrió en Daytona con una Yamaha 250 preparada por Don Vesco; el australiano ganó la carrera y repitió la hazaña en 1972, antes de convertirse en director del equipo oficial de Yamaha-América.

Tras esta experiencia Vesco se dedicó de lleno a la promoción de pilotos de la A.M.A., como Gene Romero, Dave Smith, Dave Aldana y Kevin Stafford.

Las máquinas preparadas por Vesco siempre han tenido fama de ser de las más veloces en pista, pero el lugar ideal para que Vesco demuestre su capacidad como preparador es la vasta extensión salada de Bonneville.

Participar anualmente en la «semana de la velocidad» en Bonneville es una tradición ininterrumpida de la familia Vesco desde 1949.

En aquel entonces fue el padre de Don quien corrió en automóvil por la pista salada y el hijo, también en auto, había conseguido alcanzar una velocidad de 370,139 km/h.

Desde que centró su interés en las motos, acude todos los años a Bonneville para intentar establecer un récord en cualquiera de las categorías de cilindrada: a finales de los años setenta ostentaba diez récords nacionales sobre veinte, de 250 a 1.000 cc.

Pero Don Vesco no se contentaba con establecer récords de velocidad «genéricos», y en 1969 empezó a proyectar el más ambicioso de sus intentos: la conquista del récord mundial absoluto de velocidad en motocicleta.

El vehículo que construyó para el intento distaba mucho de parecerse a una moto convencional, pues tenía forma de puro y el único componente tradicional era el bastidor; aunque la distancia entre ejes era de 3 metros, la longitud total 5 metros, el punto más ancho del carenado 53 centímetros y el punto más alto respecto al suelo 88 cm.

La máquina pesaba algo más de 190 kilos y para detenerse necesita el concurso de un paracaídas.

Con sus dos motores Yamaha normales de carreras, de dos tiempos y 350 c.c., en el primer intento el vehículo de Don Vesco alcanzó los 266,911 kilómetros por hora.

Aunque dejaba algo que desear en cuanto a maniobrabilidad, en el segundo intento Vesco alcanzó los 267,143 Km./h.

Poco a poco la velocidad del torpedo fue aumentando hasta llegar a los 344,390 Km./h, récord de la categoría inferior en 50 kilómetros al absoluto establecido por Bob Leppan.

En 1970 Don Vesco acudió a Bonneville con su nuevo «Streamliner», modificado para mejorar el equilibrio en marcha.

Tras dos intentos prometedores, al tercero sufrió un pinchazo y el vehículo se inclinó sobre un lado, incluso en esta incómoda posición Vesco consiguió rodar como una exhalación sobre la pista a 405,543 Km./h.

Tres semanas después, con la máquina reparada, regresó a Bonneville y alcanzó una velocidad de 403,040 Km./h y quince días más tarde, montando una Harley-Davidson, situó el récord en 427,310 Km./h.

Don Vesco, sin darse por vencido, se puso de inmediato a estudiar una nueva máquina.

Sobre el mismo bastidor (que ya contaba seis años) prolongado unos sesenta centímetros montó dos motores de carreras cuatro cilindros de 250 c.c. de Yamaha.

La máquina pesaba casi 320 kilos y su precio rebasaba los dos millones de dólares.

En agosto de 1974 el vehículo estaba listo y Don Vesco se dispuso a establecer el nuevo récord absoluto: 453,278 Km./h.

Pero no contento aun con este resultado, y con la idea fija de superar la barrera de las 300 millas por hora (igual a 482,790 Km./h) se puso a trabajar y justamente un año más tarde, el 28 de septiembre de 1975 alcanzó con su «Silver Bird» las 302.B millas por hora, equivalentes a 487,515 Km./h.

El «Silver Bird», que gracias a la propulsión de dos motores Yamaha acoplados y a la perfiladísima forma de cohete permitió a Don Vesco en 1975 aproximarse a los 500 Km./h en el Lago Salado.

En septiembre de 1.978 Don Vesco efectuó un nuevo refuerzo de su bólido y con esta máquina equipada de un motor Kawasaki alcanzó la velocidad récord de 512,719 Km./h.

Historia Motos a Vapor

Fuente Consultada: Revista 2Ruedas Colección Tomo N°10 Gran Enciclopedia de la Moto.

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