Los Vinos de Francia:Características y Regiones Vinicolas,Historia

Los Vinos de Francia
Regiones Vinícolas y Características

Los vinos franceses sirven de referencia a los vinos del resto del mundo. Cuando se establece una clasificación de vinos, Francia parece ocupar de modo natural el primer o segundo lugar.

Hace una veintena de años se podía afirmar que los mejores vinos del mundo eran franceses, exceptuando los blancos alemanes y los vinos dulces de la península Ibérica.

Actualmente, Francia tiene que enfrentarse a la competencia y a las imitaciones en todos los niveles de calidad.

Sin embargo, en cualquier país, cuando se quiere elaborar un gran vino se intenta imitar, para superarlo, lo que se hace en Francia.

Francia es el segundo país productor de vino.

Más de la tercera parte de la producción mundial procede de los viñedos franceses. Los vinos del Bordelais, Borgoña y Champaña gozan de fama mundial, pero el mantenimiento de este renombre requiere constantes cuidados por parte de los viticultores franceses.

Francia, poseedora de grandes riquezas naturales y arqueológicas y de un patrimonio artístico y literario que hacen de ella uno de ios más importantes países del mundo, se siente, con razón, orgullosa de su producto más exportado: el vino. Los viñedos franceses ocupan el primer lugar en el mundo, y Francia proporciona la cuarta parte de la producción mundial de vino.

La vid es originaria de Asia, donde era cultivada por los hebreos.

Ya en el siglo I antes de Jesucristo, encontramos viñedos en toda Francia, especialmente en Borgoña, y hoy día rinden tanto como el cultivo del trigo.

Todas las regiones vinícolas de Francia son de población muy densa, pues la explotación racional de las viñas requiere mucha mano de obra.

La madurez de los racimos exige alrededor de doscientos días de una temperatura media de 18 grados.

Provenza y, sobre todo, el Languedoc producen grandes cantidades de vino destinado al consumo corriente. Los viñedos mediterráneos aportan la mitad de la producción francesa.

En su origen, las vides se plantaban únicamente en la falda de las colinas, pero el cultivo se ha extendido a las llanuras. Este monocultivo se ha desarrollado hacia el sur hasta el Rosellón y la Camargue.

La región del Bajo Ródano produce un vino excelente y de fama mundial, como el cháteauneuf-du-pape.

En la Champagne, Alsacia y Borgoña se dan vinos de gran calidad.

Los viñedos del sudoeste constituyen la transición entre el norte y el Mediterráneo y de ellos se elaboran los deliciosos vinos de Burdeos, así como el coñac y el armañac.

Los viticultores del mediodía no tienen que preocuparse de preservar las vides del frío, pero la naturaleza del suelo y la protección de las cepas contra los insectos representan graves problemas.

A veces un año malo provoca la quiebra de una empresa.

Aunque la cosecha haya dado excelentes resultados, queda por hacer un minucioso trabajo del que dependerá la calidad del vino.

Hecha la selección de las uvas, se aplastan éstas o se pisan.

El fermento que posee la uva en la piel empezará a actuar en la masa de las uvas aplastadas.

Si se trata de obtener vinos tintos, no se separa el zumo para que al fermentar la masa, absorba ésta la materia colorante de la uva.

Si no es así, el zumo se separa antes de que empiece la fermentación.

Ésta hace que una parte del azúcar se transforme en alcohol y en anhídrido carbónico, que se desprende.

bodega de vinos en francia

Antigua prensa de uvas y barriles para el añejamiento del vino

Durante esta operación debe vigilarse el mosto: hay que airearlo, enfriarlo y calentarlo según las circunstancias.

La temperatura más favorable para la fermentación está comprendida entre los 25 y los 32°. Al llegar a los 42° la fermentación se detiene.

Entonces se trasiega y se pone en toneles, y la parte espesa se deja en las cubas.

Esta operación se repite varias veces.

El vino sufre todavía otras muchas manipulaciones para asegurar su conservación o preservarlo de impurezas.

Los vinos de grandes cosechas envejecen en toneles y sólo se envasan al cabo de dos, tres o cuatro años.

En cuanto a los vinos de Champaña, se envasan cuando son muy nuevos y fermentan en las botellas. La presencia del anhídrido carbónico hace que el champaña sea espumoso.

La eliminación de los posos formados por la fermentación es todo un arte, pues hay que colocar las botellas inclinadas boca abajo durante cierto tiempo para que el poso se deposite en el gollete.

Entonces se deja escapar un poco del contenido de la botella a fin de que arrastre todas las impurezas.

Las botellas se cierran definitivamente después de haber añadido un licor más o menos azucarado según la clase de champaña.

El nacimiento del champagne

botella champage perignon
Es poco probable que un vino como el Champagne haya tenido un auténtico inventor, pero los escritores atribuyeron la paternidad a dom Pierre Péri-gnon, monje benedictino de la abadía de Hautvillers, cerca de Épernay. a fines del siglo XVII.

Dom Pérignon mejoró sistemáticamente el tinto ya célebre de la región: se dedicó a desarrollar un vino muy pálido, casi blanco, a partir de las mejores pinot noir, con una vendimia esmerada y un prensado rápido seguido de la mezcla delicada de los diferentes pagos del viñedo.

También consiguió producir un vino blanco efervescente, pero, en aquella época, toda presencia de gas en la botella era signo de una vinificación defectuosa. Hubo que esperar todavía dos siglos hasta que espumoso y champagne se convirtieran en sinónimos.

Un autor inglés evocó el champagne «espumoso» en 1664 y la primera mención de las burbujas apareció en Francia en 1712, cuando la corte del duque de Orleans lanzó la moda de esta nueva bebida.

No obstante, a fines del siglo XVIII, sólo el 10 % de los vinos de Champagne eran espumosos, mientras que la mayor parte de la producción se elaboraba en vino blanco natural (especialmente de Sillery) y tinto.

Ver Mapa Regiones Vinícolas de Francia

Tabla de produccion de vino en el mundo

tabla de produccion de vino en el mundo

La gama de los vinos franceses

Una de las razones del predominio de Francia reside en la extraordinaria gama de vinos que produce.

La diversidad de sus climas permite hacer desde blancos ligeros en el Loira hasta tintos potentes en el sur.

Francia ha sabido aprovechar sus ventajas geográficas para imponer vinos o regiones vinícolas que reinan en todo el planeta.

Burdeos, Borgoña y Champagne son zonas que elaboran estilos de vino aún no igualados, aunque a menudo imitados. Mouton-Rothschild, Chambertin, Krug... son los nombres más famosos que existen.

Luego están el Loira, el Ródano y Alsacia, que quizá producen vinos más inimitables. Sin olvidar el gran número de denominaciones y de regiones de donde proceden los vinos más tradicionales: Cahors y Madiran, Provenza o Jura.

Todas estas regiones, y otras, elaboran también algún vino fino, reputado en el extranjero.

Finalmente, existe toda una serie de vinos bastante desconocidos fuera de las fronteras francesas, e incluso fuera de su propia región de origen, pero que ofrecen una gran variedad: el «blanquette» de Limoux, por ejemplo, el maravilloso marcillac tinto de las colinas de Aveyron, o los deliciosos, y sorprendentes, blancos de Bellet, cerca de Niza.

Hay que mencionar también las regiones vinícolas de gran producción, donde se pueden encontrar islotes de calidad entre los vinos baratos de mezcla: los caldos del Languedoc, los vinos del Minervois o de Cor-biéres, sin olvidar los vinos dulces naturales, típicamente franceses.

Estos vinos tienen más de dos siglos de antigüedad.

De hecho, había más antes de que la filoxera y la evolución comercial forzaran a muchos viticultores a reconvertirse, dejando sus viñedos yermos.

Sin embargo, durante la década de los 80, se desató una oleada de innovaciones en las regiones vinícolas francesas, del sur principalmente, dando nacimiento a nuevos estilos de vinos.

A la lista de los grandes y menos grandes clásicos se han añadido vinos muy prometedores.

En las colinas del Midi, la recuperación de la tradición de vides viejas y bajos rendimientos, unida a los últimos progresos de la tecnología, se ha traducido en la producción de vinos cuya calidad entusiasma a los catadores de París, de Londres o de Nueva York.

Hay que destacar que el mismo fenómeno se ha extendido a Provenza, al sur deRódano y al suroeste.

Vocabulario del Vino Francés:

Los términos sobre la cata, la producción y la descripción están definidos en el glosario. He aquí ciertos términos particulares que se pueden encontrar en las etiquetas o en las clasificaciones de vinos:

Millésime: año de la cosecha.

Mise en bouteilles au cháteau/domaine: embotellado en el lugar de producción. También puede tratarse de una bodega cooperativa.

Mise en bouteilles dans nos caves: se refiere en general a las bodegas de un négociant.

Négociant: comprador que revende a mayoristas y a grandes superficies o a importadores extranjeros.

Négociant-eleveiir: compra el vino, lo mezcla, lo cría en sus bodegas y lo embotella.

Négocíant-embouteilleur: procede al embotellamiento y gestiona existencias.

Vignoble: puede ser una sola parcela de terreno o de toda una región. En este caso está subdividido en zonas.

Propriétaire-récoltant: propietario de un viñedo que también produce su vino.

Vigneron: puede tratarse tanto de un vendimiador como de un viticultor propietario.

Ver: Historia del Vino

Ver: Vinos de España

Fuente Consultada:
Enciclopedia Juvenil Azeta - Editorial CREDSA - Los Vinos de Francia
Enciclopedia del Vino Editorial Larousse - Los Vinos Franceses

Enlace Externo:Los 30 mejores vinos franceses


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