La Intifada Arabe:Ataque Contra las Patrullas Israelitas, Causas
La Intifada Árabe Contra las Patrullas Israelitas
Ataques Violentos contra Israelitas
ORIENTE MEDIO: La Intifada gana adeptos
La lucha palestino-israelí se intensificó en 1988 con una revuelta en los territorios ocupados de la orilla oeste y la franja de Gaza.
Empezó unos días antes de Año Nuevo, cuando jóvenes árabes de los territorios comenzaron a tirar piedras y cócteles Molotov contra patrullas israelí.
Aunque la OLP, los fundamentalistas islámicos y los dirigentes de izquierda se aliaron para organizar boicots y huelgas, la iniciativa se redujo a «los niños de las piedras».
En 1990, más de setecientos palestinos habían muerto (y 40 israelíes), decenas de miles resultaron heridos, y miles encarcelados sin juicio previo.
Pero la intifada había ayudado a la causa palestina más que cualquier otro acontecimiento en cuatro décadas.
Aunque Israel había librado todas sus guerras por la cuestión Palestina, el conflicto con los propios palestinos se limitó mayoritariamente a encuentros con comandos de la OLP.
Los árabes que se encontraban en Israel disfrutaban de una igualdad oficial, y la mayoría de los palestinos de otros lugares, aunque a menudo confinados en campos de refugiados, habían dejado que otros libraran su lucha.
Ahora, cuando se defendían por sí mismos (incluso los árabes israelíes se rebelaron y se unieron a una huelga general) con armas que recordaban la batalla de David contra Goliat, se ganaron apoyos como no lo habían conseguido hasta entonces.
Al declarar su lealtad a la OLP, rechazaron la negativa israelí a la legitimidad de la organización, pero también presionaron a los lideres para que obtuvieran resultados rápidamente, incluso a través de un compromiso.
La Intifada llevó al rey Hussein de Jordania a renunciar a su reclamo de la orilla oeste (Cisjordania) y ayudó al presidente de la OLP, Yasser Arafat, a controlar a los miembros de la «línea dura» de la organización.
En noviembre, Arafat declaró un Estado palestino, renunció al terrorismo y reconoció implícitamente a Israel por primera vez.
En diciembre, después de que Estados Unidos vetara su entrada en la ONU, la Asamblea General se reunió en Ginebra para escucharlo.
Arafat repitió las intenciones de moderación de la OLP y nació una nueva esperanza para Oriente Medio.
El presidente estadounidense Bill Clinton (izquierda) recibe al primer ministro israelíEhud Barak en 2000 durante la cumbre árabe-israelí en Camp David.
Los Acuerdos de Oslo
Los Acuerdos de Oslo establecían la retirada israelí de la franja de Gaza y Cisjordania, el primer paso hacia la creación de un estado palestino.
El presidente israelí Isaac Rabin y el líder de la OLP Yasir Arafat se estrecharon la mano en una foto histórica en los jardines de la Casa Blanca y firmaron la Declaración de Principios el 13 de septiembre de 1993.
Por primera vez en la historia, la OLP y el estado de Israel se reconocían oficial y mutuamente.
Sin embargo, pese al júbilo internacional, aquellos acuerdos no abordaron temas polémicos como los asentamientos israelíes en Cisjordania y la franja de Gaza, los derechos de Jerusalén y la seguridad de las fronteras.
Los acuerdos permitieron a Jordania firmar un tratado de paz con Israel en octubre de 1994.
Ambos países no habían estado en guerra desde 1967, de modo que el acuerdo fue más fácil de alcanzar que con el Líbano o Siria.
Estas negociaciones no habían avanzado lo suficiente hacia noviembre de 1995, cuando Isaac Rabin fue asesinado por un radical que se oponía a la negociación con el mundo árabe.
Su asesinato se produjo en un momento de descontento generalizado con los Acuerdos de Oslo, pues existía la sensación de que estos no habían abordado de forma adecuada el espinoso problema de los asentamientos israelíes.
Los sucesivos Gobiernos israelíes dirigidos por Benjamín Netanyahu y Ehud Barak rehusaron cumplir las demandas palestinas y el proceso de paz se detuvo cuando Arafat abandonó las conversaciones.
Las relaciones de Israel con el resto del mundo árabe se resintieron: las relaciones con Jordania no se normalizaron y, al negarse Israel a retirarse de los Altos del Golán, fue imposible alcanzar un acuerdo con Siria.
La Segunda Intifada
En septiembre de 2000, el principal líder de la oposición israelí, Ariel Sharon, visitó el polémico enclave de la Explanada de las Mezquitas y lo proclamó parte de Israel.
Ariel Sharon
Este lugar, el más sagrado de Israel, también contiene la mezquita de Al-Aqsa, el tercer lugar santo del islam.
Además, su soberanía es objeto de un debate enconado.
Israel lo ocupó durante la guerra de 1967 y su pertenencia no se determinó en los Acuerdos de Oslo.
La proclamación de Sharon topó con una reacción visceral del mundo musulmán y se desataron disturbios en todo Jerusalén y Cisjordania.
El disparo de un niño palestino de doce años por parte de las fuerzas de seguridad israelíes captado por equipos informativos de todo el mundo desencadenó una escalada de las revueltas que desembocó en la Segunda Intifada.
En febrero de 2001, Sharon fue elegido primer ministro israelí y poco después empezó a reocupar formalmente Cisjordania, con una condena internacional generalizada.
Los atentados suicidas se han convertido en una práctica habitual de la lucha e Israel ha defendido su rotunda reacción enmarcándola en la guerra global contra el terrorismo y edificando un polémico muro alrededor de Cisjordania para impedir que los terrorista entren en Israel.
Fuente Consultada: Atlas de la Historia del Mundo