El Fuego Griego Historia de las Armas
El Fuego Griego Historia de las Armas
El "fuego griego" era una mezcla viscoza, un especie de aceite que tenía propiedades combustibles y se usaba antes que se inventara la pólvora.
Parece que en el siglo VII cuando los musulmanes atacaron Siria un arquitecto e inventor llamado Calínico logró crear este tipo de bomba incendiaria que ni siquiera el agua podía apagarla.
Su fórmula real no se ha encontrado en los libros de aquella época, y solo se puede inducir que era mezcla de materiales inflamables como el sulfuro y el betún, en una base de petróleo.
Para logra el lanzamiento con precisión y mayor distancia se inventaron tubos accionados por bombas que empujaban las bolas de fuego hacia el objetivo.
Los árabes emergieron de su península en 632 y empezaron una sorprendente serie de conquistas que, en el lapso de cincuenta años, parecieron infundir nueva vida al viejo Imperio persa, con la adición de Arabia y el norte de África.
Todo parecía indicar la próxima caída de la ciudad de Constantinopla, a la que seguirían los antiguos dominios europeos del extinto Imperio romano.
En 673, al ejército árabe no le separaba de Constantinopla más que el Helesponto, y su flota se concentraba frente a la costa.
Parecía que nada iba a poder salvar la ciudad.
Pero en la capital vivía un alquimista llamado Calínico (siglo VII), nacido en Egipto o Siria, que había llegado a Constantinopla como refugiado.
Inventó una mezcla que contenía nafta, nitrato potásico y óxido de calcio, que tal vez (pues no se conoce la fórmula exacta) no sólo ardía, sino que continuaba ardiendo en el agua incluso con mayor fuerza.
Este fuego griego era expelido mediante tubos contra los barcos de madera de los árabes.
El temor a ser víctimas del fuego y la visión horrible del agua ardiendo forzó a la flota árabe a retirarse, y Constantinopla se salvó.
Fuente Consultada: Lo Se Todo Tomo III