Los Acontecimientos Mas Nefastos del Mundo Antiguo
Historia: Hechos Tristes y Desagraciados del Mundo Antiguo
La historia de la humanidad es una suma de tragedias y hechos destructivos, que siempre han obstaculizado la marcha normal de las sociedades, y que en caso extremos han hecho que dichas civilizaciones desaparezcan para siempre de la faz de la tierra, como por ejemplo fue el caso del pueblo o civilización minoica que supuestamente la erupción de un gran volcán generó una ola de muerte y desastres colectivos.
En este caso fue una catástrofe natural, como terremotos, sequías, inundaciones , epidemias , impactos de meteoritos , cometas, etc., pero también están los daños irreparables ocasionados por el hombre, como pueden ser las guerras por los recursos naturales, las diferencias religiosas, la intolerancia y el fanatismo.
Muchas de estas tragedias se han registrados materialmente y otras , las más antiguas, se transmitieron oralmente a través del tiempo, y cuando fueron registradas seguramente se hicieron deformadas y alejadas de la realidad.
Muchas se transformaron en leyendas y mitos, pero hoy están fuertemente arraigadas en todas las culturas y las seguimos divulgamos y enseñamos de generación en generación.
Por ejemplo el diluvio universal, que se encuentra tratado en muchas civilizaciones antiguas, pero con otros actores, aunque el mensaje es el mismo.
Aquí se muestran una corta serie de hechos claves que han marcado la historia y que justamente por la importancia de los mismo se suelen usar como hitos o mojones en el tiempo para ubicar otros acontecimientos destacados.
Esta etapa se cierra con el hecho mas importante como ha sida la caída de imperio romano de occidente, que desde muchas décadas atrás venía en franca decadencia, que puede informarse sobre el mismo desde este link.
Los hechos considerados mas desgraciados de esta etapa son los siguientes:
1-El Diluvio Universal
2-La Caída del Imperio Egipto
3-La Batalla de las Termópilas
4-La Desaparición de la Isla Atlántida
5-La Derrota de los Esclavos en Roma
6-La Matanzas de los Inocentes Por Herodes
7-La Diáspora Judía
8-La Persecución a los Cristianos en Roma
9-La Destrucción de Sodoma y Gomorra
10-La Desaparición de la Civilización Minoica
11-La Peste en Grecia
12-El Cerco de Numancia en España
13-El Incendio de la Biblioteca de Alejandría
14-El Incendio en Roma
15-El Asedio a los Judíos en Masada
16-La Erupción de Vesubio
BREVE DESCIPCION DE LOS ACONTECIMIENTOS
1-EL DILUVIO UNIVERSAL SÍNTESIS
Cientos de leyendas por todo el mundo relatan o mencionan una inundación catastrófica, un diluvio regenerador, que acaba con cualquier vestigio de vida en la Tierra y del que sólo sobreviven unos pocos elegidos.
En la cultura judeocristiana, la Biblia recoge este mito en el libro del Génesis, que narra como Yavé, al ver la maldad del hombre, se arrepintió de haberlo creado y decidió borrarlo de la faz de la Tierra, con la excepción de Noé, el único hombre justo a quien dio instrucciones precisas para construir un arca en la que refugiarse con su familia y una pareja de animales de cada especie.
El diluvio se extendió durante 40 días y 40 noches y la inundación llegó a cubrir los montes más altos.
El arca flotó durante 150 días, hasta posarse en el monte Ararat (en lo que hoy es Armenia, según unos, o la cordillera del Kurdistán, según otros) y Noé permaneció en ella algún tiempo, hasta que la tierra se secó.
Cuando salió del arca construyó un altar en el que ofreció sacrificios a Yavé, que prometió no volver a castigar al mundo por causa del hombre, bendijo a Noé y a sus hijos, y puso el arco iris en el cielo en señal de esta alianza.
2-LA CAIDA DEL IMPERIO EGIPCIO:
Después de los siglos durante los que los pequeños estados —nomos— se agruparon en dos reinos, el del norte y el del sur, el país se unifica hacia el año 3000 a.C.
El Imperio Antiguo fue la primera «época dorada» , del Estado unificado, y en su transcurso se forjarían y fijarían los rasgos distintivos del Antiguo Egipto y su civilización.
Las Dinastías III, IV y V (2686-2345 a.C.) marcan su apogeo, y de la VI a la VIII (2345-2160 a.C.), su declive. En el orden político, fue una época de bienestar, de paz duradera, de hábiles dinastías que ejercieron con dureza y habilidad el poder.
Desde el punto de vista artístico, fue imponente: la era de las grandes pirámides, de los templos del Sol, de la definición de los cánones arquitectónicos típicamente egipcios, la escultura, las artes aplicadas, la lengua y la escritura.
Pero dentro de ese colosal engranaje se movían los elementos que propiciarían la caída.
Los sacerdotes, los nobles, los altos funcionarios, comenzaron a partir de finales de la V Dinastía a constituirse en señores más o menos independientes rebelándose contra el absolutismo real.
Durante el reinado de Pepi II, el último rey de la VI Dinastía, las tumbas de nobles y monarcas aumentaron su tamaño y calidad, lo cual es indicativo de que también aumentó el poder de la nobleza frente a la realeza, cuyas pirámides ya no eran comparables a las de la IV Dinastía.
Los nómadas saquearon el delta y el valle, las tumbas fueron profanadas y el bandidaje se difundió.
En las ciudades se extendieron la desocupación y la miseria, estallaron descontentos populares, se dio muerte a nobles y ricos, e incluso el clima contribuyó al caos y la destrucción.
3-ENTRE EL MITO Y LA HISTORIA:
DESTRUCCION DE SODOMA Y GOMORRA
Así fue como castigó Yavé, según el Génesis, la maldad de los habitantes de Sodomay Gomorra, convertidas tras su destrucción en ejemplo de la justicia divina.
La Biblia menciona estas ciudades, próximas al Mar Muerto, en relación con la historia del patriarca hebreo Abraham, cuyo sobrino Lot se había instalado con su familia en Sodoma.
Yavé había decidido destruir la ciudad a causa de sus muchos pecados y así se lo comunicó a Abraham, quien intercedió por Sodoma hasta conseguir la promesa del perdón si entre sus habitantes se hallaban diez hombres justos.
Los dos ángeles, enviados con la misión divina, se alojaron en la casa de Lot. Esa noche los hombres de la ciudad rodearon la vivienda exigiéndole que entregara a sus invitados para «conocerlos».
Lot, por salvar el principio de la hospitalidad, suplicó e incluso llegó a ofrecer a sus dos hijas «que aún no han conocido varón» para que hicieran con ellas lo que quisieran.
Pero los sodomitas rechazaron la oferta e intentaron tirar la puerta abajo. Los ángeles cegaron a los agresores y pidieron a Lot que abandonara la ciudad pues iba a ser destruida. Lot obedeció y huyó con su mujer y sus hijas, pero de camino a las montañas, durante la devastación que se abatió sobre Sodoma y Gomorra, perdió a su mujer.
Ella desobedeció la prohibición impuesta por los ángeles de no mirar hacia atrás: volvió la vista y quedó convertida en estatua de sal. En la actualidad, a una masa salina de la zona, el Djebel Usdum, se la conoce como «la mujer de Lot».
4-EL FIN DE LA CIVILIZACIÓN MINOICA:
Ampliamente desarrollada hacia el año 2000 a.C., la civilización minoica dominó con su flota todo el Mediterráneo y el Egeo sin otra arma que el comercio; sus materias primas (aceite, vino, azafrán...) y su depurada artesanía llegaron a puntos tan remotos como Sicilia o Egipto.
e hecho, los habitantes del Nilo siempre consideraron a los minoicos como un pueblo civilizado y culto, por eso el comercio entre ambos fue muy importante desde sus comienzos.
El minoico era un pueblo pacífico; ni la isla tenía murallas, ni bastiones defensivos los palacios, en cuyos frescos aparecen escenas de juegos taurinos, fiestas, ceremonias o procesiones, pero nunca enfrentamientos bélicos. Y un pueblo muy religioso, que tenía numerosos santuarios, adoraba a una diosa-madre y rendía culto ritual al dios-toro.
También parecen mostrar una especial devoción hacia las mujeres, hasta tal punto, que algunos autores defienden la existencia de un matriarcado debido al predominio de la figura femenina en las representaciones artísticas.
Pero toda la brillantez de esta cultura sucumbió de la noche a la mañana.
Cada vez más los estudiosos valoran los efectos de la gran erupción de Tera sobre la Creta minoica: según esta hipótesis la catástrofe natural en forma de maremoto destruyó las flotas y anegó la costa; la lluvia de ceniza de la erupción volcánica dejó improductivos los campos durante años, y el comercio y la producción agrícola desaparecieron al mismo tiempo.
Tras el desastre, la población, perdida su estructura económica y su inercia vital, habría sido presa fácil para los invasores aqueos, los micénicos.
5-LA BATALLA DE TERMÓPILAS:
En el año -480 un pequeño grupo de hoplitas griegos eligió morir matando en el desfiladero de las Termóplias, su heroica resistencia elevó los niveles legendarios la célebre espartana.
En el conflicto entre Grecia y Persia en el siglo V a.C., durante tres días, Leónidas y sus hombres rechazaron las embestidas de las tropas persas, incluidas las de los Inmortales, la guardia personal del Gran Rey, una unidad de élite llamada así porque cada vez que uno de ellos caía, otro corría a reemplazarlo, por lo que su número, 10.000, era constante.
Pero la superioridad numérica de los persas resultaba inútil en las Termopilas.
Para Jerjes resultó providencial que el traidor Enaltes le descubriera la senda Anopea, un camino por detrás de las montañas que le llevaba a la retaguardia griega.
Advertido de la maniobra, Leónidas ordenó a los aliados abandonar la posición y él esperó allí con sus 300 espartanos y los efectivos beocios.
Los tebanos, al verse rodeados, se rindieron; los espartanos y los tespios siguieron luchando formando un pequeño círculo compacto sobre una colina y allí murieron matando, hasta que cayó el último hombre.
Su sacrificio no detuvo la expansión persa. Jerjes continuó su avance hacia el sur destruyendo Beocia y saqueando e incendiando Atenas, su gran enemiga.
6-LA PESTE DE ATENAS: LA DECADENCIA DE LA POLIS
Desde el verano de 430 a.C. hasta la primavera de 426 a.C. una extraña epidemia hizo su recorrido mortal por la Atenas de Péneles cobrándose la vida de más de un tercio de su población y propiciando la decadencia de la polis.
Las investigaciones sostienen que esta fiebre era una forma maligna de escarlatina, que representó la primera aparición de la enfermedad en las costas del Mediterráneo, de allí se explica su carácter letal.
Otras posibilidades son el tifus, la viruela y el sarampión, o alguna otra enfermedad desconocida que desapareció hace mucho tiempo. No obstante, cualquiera haya sido la naturaleza de esta infección, debió de provenir de otro lugar.
Sumado a ello, la peste adopto un carácter explosivo y la celeridad del contagio impidió que las personas desarrollaran cierta inmunidad. Los sobrevivientes, a través de la recurrencia de la epidemia, fueron generando cada vez una mayor resistencia y así la peste, progresivamente, se volvió menos severa.
Una de las causas de la caida del Imperio sin lugar a dudas fue la plaga.
Debido a la mortandad, la desmoralización del pueblo y, sobre todo, a causa de la destrucción de su poderio naval, Atenas no pudo darle un golpe decisivo a Esparta.
7-LA ATLÁNTIDA: LA ISLA MÁS FAMOSA
Como resumen a este hecho, sirven las palabras que dejó escritas Platón en su obra Diálogos: «Ocurrieron portentosos terremotos e inundaciones, y en un día y una noche terribles, todo el cuerpo de guerreros fue devorado por la tierra, y la isla de Atlántida se hundió en el mar y desapareció».
Platón fue el primero que habló de la existencia de la Atlántida y lo hizo en dos de sus Diálogos, Timeoy Criticui, alrededor del año 350 a.C.
En ellos Critias, discípulo de Sócrates, cuenta una historia —verdadera, según afirma— que de niño escuchó de su padre y que éste, a su vez, supo del gran poeta y legislador ateniense Solón, uno de los siete sabios de Grecia, quien en uno de sus viajes a Egipto conoció a un sacerdote que le dijo que las crónicas egipcias contenían el relato de una gran guerra librada en tiempos muy antiguos (en torno al 9600 a.C.) entre Atenas y unos invasores que procedían de una poderosa isla llamada Atlántida, situada más allá de las Columnas de Hércules (el estrecho de Gibraltar).
Esa isla, mayor que África del Norte y Asia Menor juntas, era el centro de un poderoso imperio que comprendía numerosas islas atlánticas vecinas y los pueblos de Libia (África) hasta Egipto, y de Europa hasta Tirrenia (Península Itálica).
Atenas derrotó al invasor pero, tras la victoria, un terremoto y una gran inundación hizo que la isla desapareciera en el mar y con ella los guerreros atlantes y atenienses.
8-EL CERCO DE NUMANCIA
Publio Escipión el Africano, el destructor de Cartago fue el encargado definitivo de sofocar la rebelión de este pueblo. Escipión llegó a la Península Ibérica en la primavera del año 134 a.C.
Lo primero que hizo fue restaurar la disciplina en el ejército, tras lo cual se presentó con unos 60.000 soldados ante los muros de Numancia, defendida por unos 4.000 hombres y mandó construir una imponente obra de ingeniería bélica concebida para cercar la ciudad. Sólo un numantino, Retógenes, logró romper el cerco y partir en busca de ayuda, aunque sin éxito.
Cuatrocientos jóvenes de Lutia iban a acompañarle, pero fueron denunciados por los ancianos de su ciudad y, tras ser capturados, Escipión mandó que les cortaran las manos como escarmiento para quienes pretendieran ayudar a los numantinos.
Sin víveres ni posibilidad de ayuda, los sitiados intentaron negociar, pero Escipión exigía la rendición incondicional.
Tras espeluznantes sacrificios en los que no faltó el canibalismo y los suicidios en masa, el último grupo de espectros vivientes, a los 15 meses de asedio se avino a entregar la ciudad.
El historiador Apiano relata así el final de Numancia: «... se dieron muerte, cada uno a su manera. Los restantes acudieron al tercer día al lugar designado.
Espectáculo terrible y prodigioso: cuerpos esqueléticos cubiertos de vello y suciedad, con las uñas crecidas, despidiendo un olor fétido (...) aparecieron ante sus enemigos dignos de compasión, pero temibles en su mirada, pues aún mostraba en su rostro la cólera, el dolor , la fatiga y la conciencia de haberse devorado unos a otros".
9-LA DERROTA FINAL A LOS ESCLAVOS ROMANOS
Las sucesivas derrotas infligidas por los miles de escalvos rebelados a las tropas romanas obligaron al Senado a lanzar contra los rebeldes los ejércitos de los dos cónsules, Léntulo y Gelio, las máximas autoridades civiles y militares de la República.
Si bien las legiones al mando de Gelio lograron masacrar a los a 30.000 rebeldes que marchaban a las órdenes de Criso (Enómano había muerto en una de las acciones precedentes), no consiguieron detener a Espartaco, quien continuó hacia el norte, evitando enfrentarse en una batalla campal a Léntulo y Gelio, a los que causó importantes pérdidas en diversas escaramuzas.
Tras infravalorar la revuelta, el Senado pasó a sobrevalorarla y empezó a ver al gladiador tracio como un nuevo Aníbal. Temeroso, el Senado nombró a Licinio Craso para que acabase con la amenaza entregándole ocho legiones (unos 40.000 hombres).
Aunque los primeros enfrentamientos no le fueron favorables, finalmente Craso consiguió derrotar a los rebeldes en dos ocasiones obligándoles a retroceder y dirigirse al sur, hacia Brindisi.
Acosado desde el norte por Craso y desde el sur por las tropas de Pomp-yo, que acaban de regresar de Hispania, y por las de Lúculo, que había vuelto de Asia,
Espartaco prefirió presentar batalla frontal antes de rendirse. La derrota fue inevitable. Espartaco murió en la batalla, aunque su cadáver no fue encontrado, lo que contribuyó a agrandar su leyenda.
A los pocos días, más de 6.000 rebeldes fueron crucificados en la Vía Apia en dirección a Capua, como escarmiento a cuantos pudieran soñar con repetir la aventura.
10-EL INCENDIO DE LA BIBLIOTECA DE ALEJANDRÍA
La máxima aportación cultural de los Ptolomeos fue el Museo, «lugar de las musas», institución que se fundó según el ejemplo del Liceo de Aristóteles: era una escuela del saber que combinaba la investigación y la conservación de la cultura.
Se hallaba junto con la Biblioteca —la que sería conocida como la Biblioteca Madre— en el barrio del Bruquión, cerca del puerto, formando parte del complejo palaciego. Ni el Museo ni la Biblioteca estaban abiertos al gran público.
Los sabios más destacados de la época de todas las ramas del conocimiento se albergaban allí liberados de cualquier preocupación material ya que el erario real costeaba todos sus gastos.
La Biblioteca fue la más grande de la antigüedad con 500.000 rollos y allí se trató de reunir de forma seria y sistemática todo el conocimiento del mundo.
Los Ptolomeos enviaron agentes al exterior para comprar bibliotecas. Todas las naves que atracaban en Alejandría debían entregar sus libros, de los que recibían una copia, para que la Biblioteca se quedara con los originales.
En sus anaqueles había desde una historia del mundo del sacerdote babilonio Beroso, hasta las tragedias de Eurípides, Sófocles y Esquilo, o los textos médicos de Hipócrates.
Pero poco ha quedado de todo eso. La Biblioteca fue destruida deliberadamente. Sólo una pequeña fracción de sus obras sobrevivió junto con unos pocos fragmentos dispersos.
Su primera mutilación, según el historiador Plutarco, sucedió en 48 a.C., cuando César respaldando a Cleopatra contra su hermano Ptolomeo XIII, incendió las naves enemigas y el fuego llegóa hasta la biblioteca.
11-LA MATANZA DE LOS INOCENTES:
San Mateo y San Lucas, únicos evangelistas que dan noticia sobre Jesús antes de su bautismo, refieren que era un judío nacido en Belén de Judea poco antes de la muerte de Herodes I el Grande, ocurrida en 4 a.C.
Existe disparidad de criterios a la hora de concretar el año de nacimiento de Jesús.Hasta el siglo VI se usaba el calendario romano, basado en los años transcurridos desde la fundación de Roma.
En el año 532, Dionisio el Exiguo, monje y astrónomo, elaboró un nuevo calendario cristiano —el actual— que partía del nacimiento de Jesús y lo hizo basándose en los Evangelios.
Sin embargo, algunos sostienen que Dionisio se equivocó al no considerar el dato de que Jesús vino al mundo «en tiempos del rey Herodes», por lo que retrasan la fecha de la Natividad, que podría estar entre el 4 y el 7 a.C.
La matanza de los inocentes (que se conmemora el 28 de diciembre) pertenece, como el episodio de la estrella de los Magos, al Evangelio de San Mateo. Los Magos habían preguntado por el rey de los judíos y Herodes —que se sabía rey de los judíos— inventa una estratagema para averiguar quién puede ser aquel que él considera un posible usurpador, por lo que pide a los Magos que le informen a su regreso.
Cuando se entera de que han regresado por otro camino, se encoleriza y manda degollar a los menores de dos años de Belén.
El pasaje evoca otros episodios del Antiguo Testamento: también el Faraón había mandado matar a todos los recién nacidos de los hebreos, según cuenta el libro del Éxodo, pero se salvó Moisés, precisamente el que liberó después al pueblo
12-EL GRAN INCENDIO EN ROMA
Roma ardió durante siete noches y seis días. El incendio pareció quedar controlado, pero inmediatamente las llamas volvieron a brotar en puntos distintos, por lo que se tardó otros dos días en sofocarlo definitivamente.
Las pérdidas fueron enormes, tanto en vidas humanas como en monumentos artísticos, la mayoría de los cuales eran los templos más antiguos de Roma. De los 14 barrios en que se dividía la ciudad, sólo cuatro se salvaron del fuego.
El pánico se apoderó de una población que al huir desesperada en todas direcciones provocaba atascos y aglomeraciones que dificultaban la ayuda y agravaban las situaciones de peligro ocasionando nuevas desgracias al incendio.
Los historiadores actuales consideran que el incendio muy posiblemente tuvo un origen accidental, como tantos otros sufridos tanto en Roma como en otras ciudades de la Antigüedad.
Por entonces la intención criminal se hizo evidente cuando con el siniestro aparentemente controlado, volvió a propagarse el fuego, esta vez desde ocho puntos distintos, y se comprobó la aparición de individuos sospechosos que merodeaban por la ciudad con antorchas encendidas e impidiendo a los bomberos realizar su tarea.
Previendo un sustancioso saqueo , trataban de extender el fuego a las zonas ricas y desprotegidas de la ciudad. Casi todas las fuentes históricas responsabilizan de la catástrofe a Nerón, pero Nerón no estaba en Roma.
En Roma todo el mundo sabía que el emperador, supuestamente inclinado al arte, aborrecía el aspecto de la ciudad antigua y circuló el rumor de que él mismo provocó el incendio para destruirla y sobre sus cenizas reconstruir una nueva Roma a su gusto a la que daría su propio nombre, Neronia.
13-LA DIASPORA JUDÍA
Dispersión o diáspora son nombres sinónimos, aunque el segundo de origen griego, usados para referirse a la emigración de los judíos y la presencia de minorías suyas diseminadas fuera de Israel.
Tras marcharse de Egipto en torno al siglo XIII a.C., el pueblo hebreo se asentó en la tierra de Canaán (en la actual Palestina) entre el mar Muerto y el territorio costero que un siglo después ocuparían los filisteos.
Los ataques de estos últimos llevaron a la unión temporal de algunas tribus hebreas bajo los caudillos que conocemos como «jueces» (hacia 1200-1030 a.C.) de los cuales se pasó a una monarquía unitaria en la persona de Saúl, su sucesor David y, posteriormente, el hijo de este último, Salomón, al fin de cuyo reinado (931 a.C.) se constituyeron dos reinos: Israel, al norte, con capital en Samaría; y Judá, al sur, con capital en Jerusalén.
El primero agrupaba a diez de las doce tribus hebreas, mientras que el segundo reunía a las dos restantes (las de Judá y Benjamín).
El origen de la diáspora se remonta a 722 a.C., cuando las diez tribus del reino del norte fueron deportadas a Asiria, donde acabaron por ser asimiladas.
Esta fue la primera deportación y con ella acabó el reino del norte. Más tarde, en 586 a.C., los babilonios asaltaron y saquearon Jerusalén. El Templo padeció el saqueo correspondiente y fue incendiado.
14-EL ASEDIO A MASADA:
En el año 70 d.C., Tito Flavio Vespasiano, hijo del emperador Vespasiano, puso fin al sitio de Jerusalén, principal escenario de la sangrienta revuelta que durante cuatro años había sacudido la provincia de Judea.
Medio millón de hebreos murieron en la guerra y 100.000 fueron reducidos a la esclavitud. Un arco de triunfo entre el Foro y el Coliseo celebró la victoria de Tito.
Pero, a pesar de las celebraciones, la sublevación no había sido sofocada del todo. Quedaban aún rebeldes judíos en tres fortalezas aisladas en el desierto, Herodion, Maqueronte y Masada.
Tras la caída de las dos primeras, el nuevo gobernador romano de Judea, Flavio Silva, se dispuso a reducir el último bastión de la resistencia, situado junto al Mar Muerto.
Flavio Silva construyó una maquinaria de asedio - catapultas - que fue situada en un promontorio cercano para cubrir a los soldados que construían la rampa.
Una vez estuvo terminada la rampa, los enormes arietes pudieron ser arrastradas hasta su posición. Uno de los arietes logró penetrar en la muralla construida por Herodes.
Los rebeldes, en un desesperado intento defenderse, levantaron a toda prisa un inútil parapeto de tablones de madera y escombros, pero cuando los soldados romanos abrieron una brecha, Masasa cayó.
15-ROMA PERSIGUE Y CASTIGA A LOS CRISTIANOS
Los seguidores de Jesús eran considerados subversivos porque se negaban a servir en el ejército y a rendir culto a los dioses romandos.
La religión romana tenía un valor estatal, el cumplimiento de los ritos del panteón oficial aseguraba la buena relación y la benevolencia de los dioses con el pueblo romano, y no realizar estos ritos se consideraba falta de patriotismo y de civismo.
Al negarse a adorar a los dioses oficiales, los cristianos se autoexcluían de la sociedad y, además, ponían en peligro a todos al temerse la venganza de los dioses ultrajados.
Por eso las muertes cristianas eran «justas» y ante cualquier desgracia se echaba la culpa a los cristianos.
El cristiano que recibía sentencia condenatoria podía ser destinado a destierro, deportación, trabajos forzados o pena de muerte.
El destierro, la pena más suave, no implicaba, al menos al principio, la pérdida de los derechos civiles ni, por tanto, la confiscación de bienes.
Pena capital era la deportación, que implicaba una muerte civil, y la condenación a trabajos forzados, que se cumplía en las canteras y en las minas que el Estado explotaba en diversos lugares del Imperio.
La pena de muerte era infligida en modos diversos de suplicio: la cruz era el de los más miserables, la espada se reservó a los ciudadanos, y el fuego y las bestias eran para los criminales sin derecho de ciudadanía.
La primera persecución comenzó con Nerón tras el Gran Incendio en el año 64 y la última y mas cruel fue durante el gobierno de Diocleciano en el siglo IV d.C.
16-ERUPCION DEL VOLCÁN VESUBIO
El 24 de agosto, hacia el mediodía, se escuchó una tremenda explosión y una nube negra se elevó a una altura de más de 20 kilómetros sobre el Vesubio.
Aquel día soplaba nordeste, por eso los gases y miles de toneladas de materiales volcánicos fueron arrastrados hacia Pompeya, precipitándose también hasta las ciudades de Oplontis y Estabia, que acabaron desapareciendo bajo un manto de cenizas y materiales volcánicos de cuatro a seis metros de espesor.
La masa mortífera mezclada con vapor ardiente y condensado que avanzaba a unos 100 kilómetros por hora, arrasó la mañana del 25 a muchos pompeyanos que habían huido la tarde anterior y que regresaron creyendo que lo peor había pasado.
Los alcanzó dentro de sus casas, en los mercados, en los caminos... No hubo refugio ni escapatoria.
Los alcanzó, los mató y los enterró; cuando la mezcla se secó, formó un molde perfecto de cada cuerpo. Siglos después, el tiempo y la descomposición habían cumplido su tarea: todo lo que quedó fue el molde.
El primero de los grandes excavadores de Pompeya, Giuseppi Fiorelli (1823-1896), inyectó yeso en los moldes e hizo vaciados de cada una de las víctimas; estos vaciados eran una copia fiel hasta en los pliegues de la ropa y, en ocasiones, en la expresión de los rostros.
Fuente Consultada: Días Negros Para La Humanidad - M.a. Paz Valdés Lira