Biografía de Ludovico Ariosto:Resumen de Orlando Furioso
Biografía de Ludovico Ariosto- Descripción Argumento de Orlando Furioso
Luis Ariosto. — Este famoso poeta italiano nació en Reggio en 1474 y murió en Ferrara en 1533.
Procedía de una familia noble.
Estudió la carrera de Derecho, que abandonó para dedicarse a la literatura.
Al tratar Carlos VIII de invadir Italia, dirigió una invectiva a sus compatriotas reprochándoles de envilecidos y viciosos.
Fue después militar, asistiendo a varias batallas y desempeñando cargos de cierta importancia.
Se dedicó después a su obra literaria, no obstante lo cual le fueron conferidos mandos de gobierno que le acreditaron de enérgico y justo.
En Ludovico Ariosto, el espíritu del Renacimiento halla el más elevado y perfecto exponente de la poesía.
El amor que sintió por la vida y la naturaleza se expresa en el Orlando furioso, como pura y universal manifestación artística.
Ludovico Ariosto nació en Reggio de Emilia, en el año 1474. siendo sus padres Nicolás, capitán de la fortaleza de aquella ciudad, y Daría Malaguzzi.
►Vida y Obra Literaria
Su labor poética y literaria ejerció mucha influencia en las letras italianas.
Su obra magistral es el célebre poema Orlando furioso, que tardó diez años en componer y publicó en 1515.
Es un poema épico y caballeresco en el que ocurren portentosas peripecias a sus personajes, apareciendo entremezcladas fábulas de guerra y de amor, entes imaginarios y personas vivientes.
A él dedicó toda su atención Ariosto, consiguiendo producir un imperecedero monumento literario.
Mereció ser llamado El Divino Ariosto y fue coronado por Carlos V en Mantua.
Sus cualidades morales eran parejas con sus facultades poéticas.
Era de carácter bondadoso y digno, de simpática figura, y fomentó considerablemente el renacimiento de la lengua italiana.
Cuando tenía cerca de diez años de edad, se trasladó con la familia a la ciudad de Ferrara, continuando allí su educación.
Su padre quiso primero que estudiara leyes, y sólo después de cinco años (1489-1494) le permitió dedicarse a estudios literarios.
Hasta el año 1499, su maestro fue Gregorio Elladio de Espoleto.
Ludovico debió a la vez subvenir a las necesidades de cinco hermanas, y costeó la educación de cuatro hermanos, uno de los cuales, Gabriel, paralítico, permaneció con él toda su vida.
El poeta obtuvo en la casa de los Estensi un empleo con el cual pudo hacer frente a los gastos de la familia.
En 1503, entró al servicio del cardenal Hipólito de Este, hijo de Hércules I y hermano de Alfonso I, duque de Ferrara desde 1505 hasta 1534.
El cardenal, hombre activo, siempre ocupado en manejos políticos, confió al poeta sus embajadas y misiones, mientras Ariosto, que soñaba con una existencia plácida y retirada, dedicada a los estudios y a la poesía, se quejaba de la vida errante e inestable que se veía obligado a llevar.
A pesar de ello, hizo uso, en cada ocasión, de toda su energía y perspicacia; estuvo particularmente ocupado en los años 1509 y 1512, durante las guerras de la Liga de Cambrái y de la Liga Santa.
Combatió contra los venecianos en el séquito del cardenal; en ocasiones fue enviado a Roma para solicitar ayuda al papa Julio II.
Acompañó al duque en el viaje que éste hiciera a Roma en 1512.
Alfonso I era aliado de Francia durante la guerra de la Liga Santa, e iba a visitar al papa Julio II con el objeto de aplacar su ira; pero no tuvo éxito y debió alejarse precipitadamente de la ciudad, junto con el poeta, huyendo a través de los Apeninos, a fin de sustraerse a la cólera del Pontífice.
En 1513, habiendo sido elegido papa Juan de Médicis, quien sentía vivo afecto por el poeta, éste fue a Roma con la esperanza de obtener una ocupación más cómoda y tranquila.
Empero León X, que lo trató con toda amabilidad, no le dio esperanza alguna de lograr lo que deseaba.
Ariosto se resignó, pues, a volver al servicio de su inquieto señor.
En 1517, Hipólito de Este fue nombrado obispo de Buda, en Hungría, pero el poeta rehusó seguirlo y perdió el puesto.
Al año siguiente pasó al servicio del duque; una ocupación de cualquier modo preferible, según él misino decía, ya que no le obligaba a viajar constantemente de un lugar a otro y, por el contrario, le permitía quedarse en Ferrara.
En 1522 hubo de aceptar, sin embargo, el cargo de delegado del duque en la Garfagnana, y residió en aquella región infestada de bandoleros, en permanente inquietud, a causa de las discordias de los señores locales.
Gobernó sabia y enérgicamente, en la medida en que se lo permitían sus recursos ya que, con frecuencia, el duque desoía los pedidos de soldados y armas para restablecer el orden.
En el año 1525 volvió a Ferrara, y en 1527 se separó de sus hermanos y fue a vivir en la casa que había hecho construir en la comarca Mirasole, reconfortado por el afecto de Alejandra Benucci; la había conocido en Florencia, en 1513, y casó secretamente con ella en 1527.
Estos últimos años fueron los más felices, pues transcurrieron en la tranquilidad del hogar componiendo el poema que le diera tanta fama; nunca se cansaba de esta tarea.
Falleció el 6 de julio de 1533, dejando para la posteridad una obra de la más alta perfección artística: Orlando furioso.
La acción más importante de este poema es la guerra entre Oriente y Occidente, el gran conflicto entre el paganismo y el cristianismo.
Esta guerra fue la que muy probablemente encendió la fantasía de Ariosto; los numerosos hechos heroicos inspiraron el marco y la trama del grandioso cuadro.
► Argumento Literario
El poema, especialmente en su comienzo, és una verdadera continuación del Orlando enamorado de Boiardo.
Angélica, la bellísima hija de Galofrone, rey de Catay, llega a Francia, a la corte de Carlomagno, acompañada de un noble que desafía a los más valerosos paladines de Francia.
Los más famosos guerreros al servicio del rey se enamoran de ella: entre ellos los primos Reynaldo de Montalbán y Orlando de Bretaña, sobrino de Carlomagno.
Estos caballeros se baten a duelo por el amor de la joven cuyo deseo es, en realidad, rechazar a ambos.
A fin de evitar disputas, Carlomagno confía a Angélica al viejo Namo, duque de Baviera, prometiéndola a aquel noble que diera mayor prueba de valor durante la inminente batalla que tendría lugar en los alrededores de París.
Al recibir la noticia del matrimonio de Angélica, un inmenso dolor embarga el corazón de Orlando, quien, durante tres días y tres noches, se abstiene de tomar alimentos. Al cuarto día sufre un ataque de furor; arranca su armadura y, con imprevista fuerza, desarraiga árboles y arroja enormes piedras.
Los cristianos son derrotados y Angélica logra huir de la tienda de Namo.
Aquí se inician las aventuras de la joven y de los nobles que la pretenden.
Orlando abandona el ejército para estar más cerca de Angélica.
Durante su viaje encuentra a Olimpia, hija del rey de Holanda, quien había sido obligada, por el malvado Cimosco, a casarse con el hijo de éste.
Orlando logra que Olimpia .se reúna con su amado Biren, duque de Zelandia, y esta acción lo colma de alegría.
Sin embargo, para la buena Olimpia, tampoco este matrimonio debía ser fuente de felicidad: en efecto, Biren se enamora de la joven hija del rey Cimosco y abandona a su esposa; confinada en la isla Ebuda, la desdichada Olimpia está destinada a ser alimento de las orcas.
Una vez más Orlando la salva, y Olimpia casa con el rey de Hibernia, encontrado así paz y felicidad.
A través de riesgosas aventuras, duelos y peligrosas travesías, el paladín se encontrará nuevamente en el camino de Angélica.
De sugestiva belleza es la escena que describe a Orlando en el umbral de la casa en que se hospeda Angélica en compañía de su esposo Medoro, joven soldado africano al servicio de Dardinello; sorprendido por los enemigos durante una acción arriesgada, cae herido gravemente; es socorrido por Angélica, quien se enamora y se casa con él.
Luego deciden embarcarse para España y volver juntos a Catay.
Pero un día, mientras pasean a caballo por un bosque de la ribera española, son sorprendidos por Orlando, quien, trastornado por las revelaciones que le hizo el pastor que había alojado a Angélica y Medoro, se entrega nuevamente a manifestaciones de locura furiosa, caracterizadas por una fuerza hercúlea que le permite desarraigar árboles, quebrar piedras y matar el caballo del sarraceno de un puñetazo.
Los episodios de la demencia de Orlando dan el título a la obra, pero en torno a la misma, y con frecuencia independientemente, millares y millares de otros hechos se suceden y entretejen.
Con notable relieve resalta la figura de Astolfo, hijo del rey Otón de Inglaterra y primo de Orlando y Reynaldo.
Es un joven vivaz, bromista, jactancioso, dotado de buen sentido, calidad ésta de la que carecen a menudo los más insignes caballeros del poema.
Lo distingue la virtud inestimable de decir siempre la verdad.
Dominado por su locura devastadora, Orlando viaja de un lugar a otro y, habiendo llegado a una playa de España, decide preparar un lecho en la arena. Entretanto, Angélica y Medoro pasan a su lado y la joven no reconoce al noble que tiene el rostro demacrado y la cabellera larga y enmarañada.
Montando el Hipogrifo, entrará en el Paraíso Terrenal y, en compañía de San Juan Evangelista, subirá hasta la Luna donde pueden ser halladas todas las cosas que se pierden en la Tierra, y de donde él traerá la ampolla del juicio que devolverá a Orlando la razón perdida.
Es imposible establecer con seguridad el propósito de la obra, cuya trama está formada por una gran variedad de sucesos.
Sin embargo, junto al episodio fundamental de la demencia de Orlando y a las notas que lo acompañan, esencialmente constituidas por la guerra entre Carlomagno y los sarracenos, el tercero e importante núcleo narrativo es el amor entre Ruggiero, noble sarraceno, descendiente del troyano Astianacte, y Bradamante, hermana de Reynaldo, episodio que concluye con el matrimonio de éstos.
De esta unión proviene la familia de los Estensi, al menos según lo imagina el poeta quien desea, sin duda, halagar a la ciudad que lo acogió en su juventud y le ofreció la posibilidad de una vida exitosa, cerca de los poderosos señores que le brindaron su apoyo.
Bradamante, en la gruta del mago Merlino, se entera de la profecía relativa a su gloriosa progenie: su hijo Ruggiero, después de vengar la muerte de su padre, combatirá en Italia en las filas de Carlomagno contra Desiderio, y obtendrá en feudo, Este y Calaone, en el territorio de Padua.
No es fácil hallar en el vastísimo poema arióstico, cuál es el sentimiento que le confiere unidad poética, además de la unidad de acontecimientos y acción.
Ante todo, si bien el Furioso debe catalogarse entre los poemas caballerescos, no puede decirse que su inspiración sea la hermosura de un mundo heroico, el sentimiento religioso, o cualquier recurso épico que resulta evidente en los poemas caballerescos.
Por otra parte, tampoco puede decirse que la intención del poema sea la ridiculización de estos temas, ya que las notas irónicas en el Orlando furioso son sólo ocasionales y apenas advertibles en la totalidad de la obra.
La multiplicidad de asuntos y la falta de un hilo conductor de la acción, no permiten definir con exactitud el género del poema.
En efecto, en él hallamos el gusto por la aventura y lo fantástico, el amor y el odio, la prudencia y la temeridad, lo trágico y lo cómico, lo patético y lo elegiaco; pero no puede afirmarse que uno u otro de estos aspectos espirituales prevalezca, sino que aflora cada uno como expresión de un momento particular de la obra, sin llegar a ser motivo unificador; podría concluirse que falta allí una verdadera unidad poética, pero a un juicio de esta naturaleza se opone la nítida impresión, que recibe hasta el más joven e inmaduro lector, de una luz resplandeciente y difusa, de una belleza risueña que invade toda la fábula, mientras el poeta, con destreza y gracia maravillosas, mueve los hilos de las distintas escenas.
Bradamante, hermana de Reynaldo y enamorada de Ruggiero, llega a la gruta del mago Merlino; se entera por la maga Melisa de que de su matrimonio con Ruggiero descenderán los Estensi.
El crítico literario De Sanchis, que fue el primero en suponer con nitidez y afrontar el difícil problema crítico de la búsqueda del motivo de inspiración del Furioso, afirmó que el elemento animador del poema es la alegría misma del cantar, el gusto de fingir una fábula variada y de sumergirse en ella, y que, en suma, el fin estético del poema es el arte mismo.
La primera edición del Orlando furioso, cuya composición fuera iniciada entre 1502 y 1503, fue publicada en Venecia en 1516; los gastos fueron solventados por el cardenal Hipólito de Este, a quien está dedicado, y comprendía sólo cuarenta cantos en octavas.
Este número, que no varió para la segunda edición del 1521, fue llevado a cuarenta y seis en la última edición de 1532, que es la que nosotros leemos.
La obra del poeta fue el fruto de casi treinta años de dedicación, y oculta, bajo su sencillez, un inapreciable esfuerzo y un intenso y esmerado trabajo de artista, que revelan a menudo, por otra parte, los manuscritos de Ariosto.
Fuente Consultada:
LO SE TODO Tomo V Editorial Larousse - Biografías: Ludovico Ariosto -
Enciclopedia Electrónica ENCARTA Microsoft
Historia Universal de la Civilización - Editorial Ramón Sopena Tomo II del Renacimiento a la Era Atómica