Vida de Ehrlich Paul y la Droga Para Combatir La Sifilis-Salvarsan

Vida de Ehrlich Paul Científico
Salvarsan:Droga Para Combatir La Sífilis

ANTECEDENTE HISTÓRICO:

Durante el siglo XX se ha modificado sustancialmente el concepto general de tratamiento por fármacos gracias a la terapéutica específica de determinadas enfermedades, contra las que prácticamente no existían defensas.

Este carácter de especificidad es fundamental, puesto que supone el empleo de remedios que atacan a una enfermedad y no a otra.

Es más, hasta las primeras décadas del siglo anterior la medicina científica reconocía muy pocos medicamentos de este tipo, salvo algunos preparados, como por ejemplo la quinina contra la malaria, que por otra parte no ampliaban el arsenal terapéutico.

Biografia de Ehrlich Paul Científico Salvarsan:Droga Para Combatir La Sífilis

Históricamente, en principio se empleó el término «quimioterapia», acuñado por Ehrlich, quien concibió la posibilidad de descubrir sustancias químicas sintéticas que actuaran específicamente en el organismo sobre los microorganismos productores de la enfermedad.

Durante mucho tiempo después de su descubrimiento del salvarsán, producto que teóricamente respondía a las hipótesis de Ehrlich, todas las sustancias terapéuticas fueron específicas, en el sentido de que sólo actuaban sobre un tipo de microorganismos, y además, descontando ciertas excepciones, sintéticas, puesto que ninguna de estas sustancias existían naturalmente, sino que se sintetizaban en el laboratorio a partir de compuestos inorgánicos.

Desde la época de Ehrlich, sin duda una de las figuras más importantes de nuestro siglo médico, el término de «quimioterapia» cambió radicalmente de sentido.

Tales remedios han dejado de ser estrictamente específicos, y desde la introducción de los antibióticos, algunos de ellos ni tan siquiera son productos sintéticos.

Es decir, en el transcurso de casi un cuarto de siglo el empleo de los quimioterápicos solamente resultó eficaz contra los protozoos parásitos o contra el organismo de la sífilis.

Y aunque se ensayaron numerosos compuestos, sin excluir los colorantes sintéticos, no se lograron éxitos sobre las bacterias causantes de las enfermedades infecciosas más corrientes y mortíferas.

En 1935 Gerhard Domagk publicó sus experimentos con el prontosil rojo, uno de los nuevos colorantes, demostrando que protegía al ratón infectado artificialmente con estreptococos.

«Los investigadores franceses —puntualiza Singer— confirmarón casi inmediatamente esta observación y demostraron que la eficacia del prontosil rojo se debía al hecho de que se convertía en el organismo en sulfamilamida, un componente de grupo de sustancias químicas llamadas sulfonamidas.

Se demostró que aunque las drogas de este grupo in vitro sólo actúan como débilmente desinfectantes, tienen, sin embargo, una notable acción protectora in vivo y son de especial valor en el tratamiento de enfermedades consideradas siempre como muy graves.»

https://historiaybiografias.com/linea_divisoria3.jpg

BIOGRAFIA DE PABLO EHRLICH (1854-1915):

Médico alemán, Nació en Strehlen, Silesia (hoy Strzelin, Polonia) el 14 de marzo de 1854.

Se doctoró en 1878 con una tesis sobre el análisis de colorantes histológicos .

A mediados del siglo XIX ya eran habituales los estudios histológicos, pero el número de colorantes disponibles era limitado.

Cuando Ehrlich estudiaba medicina, empezaron a llegar un buen número de colorantes derivados de la anilina.

Descubrió las células cebadas de la sangre, clasificó los glóbulos blancos en linfocitos y mielocitos o leucocitos en sentido estricto, y estos en neutrófilos, basófilos y eosinófilos.

Se adentró en la leucemia, leucocitosis, linfocitosis y en la eosinofilia. También acuñó el concepto de metacromasia y el de degeneración anémica.

Descubrió el efecto del arsenobenzol contra la sífilis, flagelo que atacaba el sistema nervioso, causando con frecuencia la parálisis y la muerte.

Dio a su compuesto el número de serie 606, debido al orden numérico de la línea experimental, y posteriormente el nombre comercial de salvarsán.

Otra contribución de Ehrlich fue su teoría de las cadenas laterales, que representó un papel fundamental en la inmunología y la alergia. También, fue decisivo para uniformar los antisueros. midiendo con exactitud las dosis. Hasta la actualidad se emplea el sistema de unidades de Ehrlich, para indicar la potencia específica.

INTERESANTE VIDEO EXPLICANDO LA OBRA CIENTÍFICA DE PAUL EHRLICH

La enfermedad vergonzosa: Sífilis

Antes de que el bacteriólogo Paul Ehrlich descubriera el compuesto 606 en 1909, la sífilis constituía una amenaza mortal que no conocía fronteras.

Solo en París, la «enfermedad vergonzosa» causaba más de tres mil muertes anuales.

Transmitida únicamente por contacto sexual, la sífilis se consideraba incurable. (Se habían probado curas a base de mercurio y potasio pero habían resultado ineficaces.)

Sus víctimas estaban condenadas a un proceso de infección largo y horrible que producía desde llagas en la piel a la degeneración del sistema cardiovascular hasta la muerte.

Ehrlich, cuyo trabajo en inmunología le había valido el Premio Nobel del año anterior, cambió todo eso.

Experimentando en su laboratorio, Ehrlich inyectó a conejos afectados de sífilis varias dosis de un producto químico de base arsénica que había inventado.

Tras repetidos intentos, los conejos se recuperaban.

Un par de semanas más tarde, Ehrlich repitió el experimento con más conejos infectados.

Al cabo de tres semanas, también quedaron libres de síntomas.

Ehrlich no sólo había descubierto la primera cura efectiva para la sífilis, también había legitimado la quimioterapia como práctica médica moderna.

En 1910, la «píldora mágica» de Ehrlich había tratado diez mil casos. Se vendió bajo el nombre de Salvarsan.

La demanda era asombrosa.

A finales de año, la empresa farmacéutica alemana que fabricaba el medicamento producía catorce mil frascos diarios.

Ehrlich fue distinguido con honores y galardones y celebrado en la prensa popular como el «príncipe de la ciencia».

Algunos escépticos declararon que el Salvarsan era tóxico, pero Ehrlich explicó que se trataba de un riesgo calculado, como la cirugía.

«El cirujano trabaja con un cuchillo de acero», escribió, «el quimioterapeuta, con uno químico, que utiliza para separar lo infectado de lo sano».

El Salvarsan permaneció como la primera cura para la sífilis hasta mediados de 1940, cuando fue sustituido por la penicilina.

ALGO MAS....

EL NACIMIENTO DE LA QUIMIOTERAPIA

Los descubrimientos de Pasteur dejaron pronto bien sentado que los microbios tenían intervención en muchas de las enfermedades que azotaban a la humanidad.

Esto se vio confirmado, poco después, por otros descubrimientos, como los de Roberto Koch con el bacilo del ántrax y el de la tuberculosis.

No es de extrañar que, en estas condiciones, la sífilis, el gran azote de la humanidad desde hacía tanto tiempo, fuera objeto de atención, por parte de numerosos investigadores.

Lo primero que se imponía era aislar el microorganismo causante de la enfermedad.

Fue en 1905 cuando dos médicos alemanes publicaron el descubrimiento del agente causante.

Schaudinn y Hoffmann afirmaron por sus experimentos que el agente causante era un espirilo del tamaño de una milésima, o milésima y media, de milímetro.

El problema había cambiado completamente de aspecto, porque era posible combatir a un enemigo al que ya se conocía.

Se ensayaron vacunas, sueros y otros remedios del campo biológico, pero el resultado fue desalentador en todos tos casos.

Surgió entonces la idea de combatir a este enemigo con armas químicas, en vez de las usadas hasta el momento.

Esta idea surgió a la vez, en laboratorios de distintas partes del mundo: en Liverpool y en Alemania empezaron a trabajar activamente en la búsqueda de un compuesto que fuera tóxico para los microorganismos y, a la vez, inocuo para el hombre.

La gloria de este descubrimiento estaba reservada al químico-médico alemán Paul Ehrlich.

Él fue el fundador de la quimioterapia: la curación de las enfermedades con compuestos químicos.

Ehrlich nació en Breslau, y estudió medicina, sintiéndose atraído por la patología experimental.

Poco tiempo después de terminar su carrera, entró a formar parte del profesorado de la Universidad de Berlín, donde pronto se le conoció con el sobrenombre de Doctor Fantasius, a causa de su fantasía y de su humor excepcional. "Debemos aprender a disparar sobre los microbios con balas mágicas", solía decir.

De Berlín pasó a Francfort del Main, y allí empezó sus estudios sobre los compuestos arsenicales, en los laboratorios químicos de Speyer.

Haciendo gala de una extraordinaria paciencia y constancia, ensayó numerosos compuestos de arsénico sobre conejos infectados por la sífilis.

Al llegar al compuesto número seiscientos seis de los ensayos observó actividad frente a las espiroquetas. Había encontrado la bala mágica.

El principio del tratamiento de Ehrlich era lo que el llamó "terapia sterilisans magna"; esto es, inyectar grandes dosis de compuestos arsenicales, inocuas para el hombre y, en cambio, letales para los gérmenes patógenos, sin que éstos se habituaran a la droga.

El 606 se conoce con el nombre de salvarsán. Ehrlich siguió trabajando en estas investigaciones y descubrió un compuesto de arsénico que superaba la acción del anterior; le dio el nombre de neosalvarsán.

Cuando, al fin de la guerra de 1914-1918, los Estados Unidos se apoderaron de las patentes alemanas, se cambió el nombre de salvarsán por el de arsfenamina.

Se Reproduce aquí las fórmulas del salvarsán y del neosalvarsán:

FORMULA QUIMICA SALVARSAN

Los descubrimientos de Ehrlich dieron origen a toda una serie de brillantes trabajos, encaminados a encontrar nuevas "balas mágicas" para la guerra contra las enfermedades.

Citemos, tan sólo, el hallazgo, al cabo de algunos años, de las sulfamidas, que marcaron un hito en la lucha contra el dolor.

Enlace Externo:Paul Ehrlich


La Historia del Mundo en Imágenes


Entradas Relacionadas Al Tema

Subir

Usamos cookies para darte una mejor experiencia de navegación. Si continuas navegando, aceptas el uso de las cookies Más información...