Amores de Bartolomé Mitre y Delfina Vedia-Romances Argentinos
Amores de Bartolomé Mitre y Delfina Vedia Grandes Romances
HISTORIA DE LOS ROMANCES ARGENTINOS
Bartolomé Mitre y Delfina Vedia
Si debiéramos crear un ranking que listara a las mujeres de nuestros próceres argentinos en base a lo que han sufrido en su vida, seguramente Delfina Vedia, la esposa de Bartolomé Mitre, sería quien poseería todos los méritos para quedarse con el primer lugar.
Y no es precisamente que no haya conocido la felicidad en su vida, ya que en realidad ella misma confesó estar muy cerca de dicho sentimiento durante el nacimiento de cada uno de sus hijos.
Pero lo cierto es que la sombra de la desdicha siempre opacó los pocos momentos de alegría que tuvo su existencia.
Delfina conocía las tretas de la muerte muy de cerca, sobre todo en épocas de guerra, ya que esto había sido el causante de haber perdido para siempre a su madre y a cinco de sus seis hermanos.
Pero la desgracia no acobardó su espíritu, y pensó que en el matrimonio, junto al hombre que amaba profundamente, encontraría la ansiada paz y felicidad.
Así fue que el 28 de noviembre de 1840, se casó con su amado Bartolomé Mitre.
Poco después debía enfrentarse a una penosa realidad, ya que su marido priorizaba su misión política a su vida en pareja.
Es por ello que se cuenta que en los primeros tiempos el matrimonio tenía una extraña relación a distancia, debido a que Delfina vivía aún en Montevideo y Mitre debía viajar frecuentemente a Buenos Aires.
Incluso, en la casa que compartían en escasas oportunidades, la pareja tenía habitaciones separadas, y según relata la historia Delfina tenía prohibida la entrada al cuarto de Mitre, incluso debía pedirle permiso para asear la habitación cuando él se encontraba de viaje.
En medio de este contexto, se produjo el nacimiento de la primera hija de Delfina y Bartolomé, que llegó a este mundo el 14 de abril de 1843, siendo bautizada como Delfina Josefa.
Aquel nacimiento que Delfina debió enfrentar sola, fue seguramente el detonante para que decidiera mudarse a Buenos Aires, con la firme intención de estar en permanente contacto con su marido, y poder dejar atrás tanta tristeza.
Allí, mientras su esposo ascendía en su carrera política, Delfina continuó refugiándose en la maternidad, y con el correr de los años tuvo cuatro varones y dos mujeres.
Mientras tanto, Bartolomé Mitre se mantenía distante y alejado de su mujer, abocado a su misión política, que lo condujo a convertirse en el Gobernador de Buenos Aires, lo que al mismo tiempo significó que ganara una enorme popularidad, no sólo entre sus compañeros y amigos, sino también entre las mujeres.
Aquello comenzó a sembrar dudas en torno a la fidelidad de su esposo, dudas que disipaba convencida de que Bartolomé era sólo suyo.
Las dudas se disipaban, pero la profunda tristeza de Delfina no, quizás porque esa era la cruz que debía llevar a cuestas en su vida.
Aquella tristeza llegó a un nivel realmente intolerable, cuando su hijo Jorge de 18 años se quitó la vida.
Delfina no pudo soportar la tragedia, y sobre todo el enfrentarla en soledad, hundiéndose cada vez más profundo en su depresión.
Los años continuaron transcurriendo, y mientras tanto Delfina registraba sus vivencias y sentimiento en su diario íntimo, el cual es considerado como una verdadera joya en el género.
El 6 de octubre de 1882, Delfina moría de peritonitis.
Casi una década después, Mitre era derrotado en las elecciones presidenciales.
A los 84 años, precisamente el 19 de enero de 1906, Mitre daba su último aliento.
Fuente: Graciela Marker Para Planeta Sedna