Biografia de Bunsen Robert:Vida y Obra del Inventor del Mechero
Biografía del Científico Bunsen Robert - Inventor del Mechero
En el siglo XIX floreció en Alemania una aristocracia científica. En aquella época, los químicos eran personajes muy importantes y gozaban de gran estima entre el resto de la población.
Pero no sólo eran respetados, sino que, con frecuencia, los científicos notables estaban muy bien remunerados, disfrutando de un elevado nivel de vida.
La admiración general que la química despertaba, atrajo a los mejores investigadores de otros países, y nadie podía ser considerado un buen químico si no había realizado estudios en Alemania.
La vida de Bunsen Robert abarca casi todo el siglo XIX y está vinculada estrechamente a su desarrollo cientítico en el campo de fisicoquímica.
No fue un inventor que revolucionara la técnica industrial o los principios de la ciencia, sin embardo es un personaje muy representativo del nivel alcanzado en su época por el profesaorado alemán , tanto por su aportaciones en el campo experimental, como en la formacióin y preparación de las nuevas promociones de científicos. Bunsen se distinguió por su extremada pericia en el laboratorio, su fecundísimo ingenio y su alta labor docente.
Nacido en Gottinga el 31 de marzo de 1811, estudió en su juventud física y química, que empezó a explicar a los veintidós años como profesor libre en la universidad de su ciudad natal.
Roberto Guillermo Bunsen (1811-1899) fue uno de los personajes más brillantes de la Alemania del siglo XIX.
Inició sus estudios de zoología, física y química en su ciudad natal, Goettinga (Alemania), ampliando sus conocimientos en París, Berlín y Viena.
En 1836 sucedió a Wóhler en la cátedra de Química de la Escuela industrial de Kasel.
Dos años después pasaba a desempeñar la de la universidad de Marburgo, que regentó durante trece años.
De 1851 a 1852 explicó en Breslau, y, por fin, ocupó la cátedra de química en Heidelberg, en donde debía residir y profesar hasta su muerte, acaecida, después de una fecundísima labor, el 16 de agosto de 1899.
Fue un experimentador audaz. Es emotivo el espíritu de sacrificio de que dio pruebas investigando la serie cacodílica (1837-1842), en cuyo transcurso perdió la vista de un ojo a causa de una explosión. Por lo demás, su vida es el proceso de sus trabajos de laboratorio.
En el curso de uno de sus experimentos perdió la visión de un ojo, lo que no impidió que repitiera el experimento delante de sus alumnos, aterrorizando a los que ocupaban los primeros bancos.
En otra ocasión, estuvo a punto de morir envenenado por arsénico y, durante sus experiencias con este elemento, descubrió que el óxido de hierro hidratado era un antídoto eficaz contra dicho tóxico.
Su nombre es recordado, principalmente, por el aparato de laboratorio ideado por él y llamado, en su honor, mechero Bunsen.
El gas era, en aquella época, la fuente de calor más usada en los laboratorios; pero si abrimos una llave de gas y prendemos el chorro que brota por el extremo del tubo, la llamita luminosa que se produce es relativamente fría.
Esto se debe a que no existe suficiente cantidad de oxígeno, en el interior de la llama, para que el gas se queme por completo, y el carbono que no ha ardido se deposita en forma de una capa negra, ennegreciendo los objetos calentados.
El mechero diseñado por Bunsen aumenta la eficacia calorífica de la llama, ya que su temperatura es más elevada y no deposita hollín.
Para conseguirlo, dispuso una entrada de aire regulable en la base del tubo.
La corriente de gas succiona el aire a través del orificio y, si la mezcla resultante contiene 2,5 veces más aire que gas, la llama que produce un zumbido característico será limpia y de gran poder calorífico.
Pero si contiene un exceso de aire, la llama se propagará al interior del tubo, ardiendo en la base, en lugar de hacerlo en el extremo superior; es decir, el mechero se cala.
Bunsen estudió el tamaño del tubo y del orificio de entrada de aire, hasta conseguir resultados satisfactorios.
Mas, sus esfuerzos científicos no se concentraron en una sola dirección, sino que trabajó en diversos campos, realizando descubrimientos importantes.
Inventó una pila de carbono-cinc y un calorímetro de hielo; obtuvo magnesio metálico en grandes cantidades, empleándolo, en parte, como fuente luminosa; contribuyó al análisis de gases y estudió las solubilidades de éstos en los líquidos.
Otra de sus invenciones, el jotómetro de mancha, es un dispositivo que se emplea para comparar la intensidad de dos fuentes luminosas, y todavía lleva su nombre.
En colaboración con Kirchhoff, estudió el espectro emitido por los elementos al calentarlos, encontrando dos espectros no identificados, que les condujeron al descubrimiento del cesio y el rubidio.
Tras una vida muy activa, falleció en 1899, a la edad de 88 años.
A él se debe, entre otros muchos aparatos, el mechero de su nombre (1854), dotado de gran poder calorífico, cuya aplicación revolucionó el trabajo en los laboratorios.
Fundó la técnica para el análisis científico y sistemático de los gases (1857) y construyó una nueva pila eléctrica (1841), con la que obtuvo electrolíticamente las sales del magnesio (1852) y del aluminio (1854), reconociendo en la llama del primero su fuerte acción fotoquímica.
Desde 1859, y junto con Kirchhoff, trabajó en el campo del análisis espectral, que ayudó a descubrir y definir. En sus largas investigaciones espectroscópicas, aisló dos nuevos elementos de la serie alcalina: el cesio y el rubidio. Murió en 1899.
Fuente Consultada:
Enciclopedia de la Ciencia y la Tecnología TECNIRAMA N°88 Roberto Bunsen