El Rostro de Jesus Jesucristo El Sudario de Turin Enigmas Históricos
ENIGMA DEL ROSTRO DE JESUCRISTO
La imagen que aparece sobre el sudado de Turín asombra al mundo cristiano
En 1898, la fotografía sólo era un hobby, un entretenimiento para quienes se dedicaban a ella.
El arqueólogo italiano Secundo Pia era uno de esos meros aficionados; pero la fotografía que obtuvo en la capilla de los duques de Saboya, en la catedral de Turín, alcanzó para el conjunto de la cristiandad una profunda significación.
Porque el negativo conseguido por Pia parecía mostrar el rostro de Cristo.
El joven arqueólogo era la primera persona a la que se permitió fotografiar más famosa reliquia de la catedral, el sudario de Turín, en el cual —se afirmaba— Cristo fue envuelto después de la crucifixión.
Siempre se dijo que el darlo contenía el contorno borroso del cuerpo de Cristo, aunque lo mismo afirmaba de cuarenta o más piezas de lino conservadas en diversas iglesias de toda Europa.
Pero cuando tomó su fotografía, obtuvo como resultado un neto negativo fotográfico que muestra a un hombre crucificado.
Debido a que la fotografía científica era una disciplina relativamente nueva desconocida, la sorprendente placa obtenida por Pia no fue al principio acertada como genuina por todos.
Hubo que esperar hasta 1931, cuando el sudario fue nuevamente fotografiado, esta vez por el fotógrafo profesional Giusepe Enri, que contaba con medios técnicos más adecuados.
Y la sorprendente placa que éste obtuvo terminó por convencer a los escépticos, al mismo tiempo que llamaba la atención de todo el mundo sobre la reliquia de Turín.
Hoy, después de largos años de investigación científica, el Santo Sudario de Turín puede ser «lerdo» casi como un libro.
Y nana una historia que se prolonga durante 2000 años.
El sudario de Turín tiene 4,25 metros de largo y 1 metro de ancho.
Su tela una mezcla de algodón y de lino, tejido con una trama en forma de espiga, u estilo propio de Palestina durante el primer siglo de nuestra era.
Los científicos suizos han llegado incluso a analizar el polen que contenía la tela, y lo ha datado también del siglo.
La tela, de color crema, aparece marcada con u borroso contorno castaño que dibuja el cuerpo de un hombre; tiene también manchas de sangre, más oscura y del color de la herrumbra
Las marcas indican que el hombre estaba desnudo, medía 1,55 metros de estatura, tenía un cabellera que le llegaba hasta los hombros y llevaba barba.
También muestra claramente que el hombre fue torturado y crucificado.
as manos fueron clavadas por las palmas; los pies fueron fijados juntos, con un solo clavo.
Las manchas de la tela muestran que el cuerpo recibió más de cien latigazos, muchos de ellos infligidos con un tipo de látigo formado por un mayal, al que se sujetaban bolas de metal pesado.
Y muestran también que el hombre recibió un lanzazo en el costado.
Es fácil aceptar que la sangre haya manchado el sudario, pero no resultó sencillo comprender cómo pudo la sangre marcar el contorno del cuerpo en -tejido y permanecer visible durante tantos siglos.
Una explicación popular indica que la resurrección provocó una liberación sobrenatural de energía que marcó perdurablemente la tela.
Más científica parece la teoría de que las manchas fueron fijadas al sudario por las emanaciones de la piel (probablemente amoníaco), o por el sudor, mezclado con las esencias funerarias del ritual judío.
La más reciente y la más asombrosa de las teorías, sin embargo, es la que han propuesto los científicos de la Fuerza Aérea de Estados Unidos de América; para ellos, la imagen que aparece en el sudario fue grabada por un estado, calculable en microsegundos, de intensa radiación.
Se han llevado a cabo numerosas investigaciones, tratando de rastrear los sus orígenes el viaje del sudario.
La primera referencia al sudario de la crucifixión aparece en el Evangelio de San Marcos, donde se nana que la vestimenta en la que Cristo había sido envuelto apareció en la tumba vacía.
Transcurrieron trescientos años antes de que el sudario volviera a ser mencionado: reencuentra en los relatos de los peregrinos a Jerusalén.
Por aquel entonces prenda sagrada pasó de Palestina a Constantinopla, y de allí a Francia, adonde llegó en el siglo XIII.
A fines del siglo XV, el sudado pasó a manos de Luis I, quien se comprometió a resguardarlo de todo peligro; a tal fin construyó una capilla en Chambeiy, donde el sudado permaneció un tiempo.
Pero en 1532, el fuego arrasó la capilla y dañó la arquilla de plata en la que reposaba la reliquia.
Se supone que fue entonces cuando el sudado plegado recibió las marcas simétricas de que madura que ahora ostenta.
La tela fue cuidadosamente zurcida por las monje. y finalmente, en 1572, se trasladó a la catedral de Turín.
Si la historia del sudario, como hemos visto, es tan incierta, ¿por qué tanto, cristianos están convencidos de que representa el único retrato genuino le Jesucristo?.
Miles de personas fueron crucificadas por los romanos en Palestina: ¿Por qué pensar que justamente esta prenda sepulcral es la de Cristo?.
La respuesta a esta pregunta la han proporcionado los científicos.
Éstos sostienen que la figura impresa sobre el sudario demuestra que os cabellos de le víctima estaban intensamente manchados de sangre.
La fuente de esa sangre eran rasguños a lo largo de su frente.
Es una evidencia que concuerda con el relato del Nuevo Testamento acerca de la corona de espinas que fue clavado, con cruel desprecio, alrededor de la cabeza del "Rey de los judíos”.
Fuente Consultada: Grandes Enigmas de Nigel Blundell-Wikipedia-Diccionario Insólito-Grandes Aventuras del Hombre