Historia del Lápiz:Origen, Madera Usada y Fabricación

Breve Historia del Lápiz
Madera Utilizada, Dureza  y Fabricación

Los orígenes del lápiz, tal como lo conocemos actualmente, remontan a 400 años atrás. Hasta aquella época, para dibujar se utilizaba una pequeña vara hecha con una aleación de plomo y estaño.

Hoy, al mirar ese estilo (especie de punzón), podemos pensar, con justa razón, que fue la primera forma del lápiz actual.

Los romanos empleaban el plúmbum que era un pequeño disco de plomo con que escribían sobre los pergaminos.

En el año 1565, unos obreros ingleses que trabajaban en una cantera de Cúmberland hallaron, por casualidad, una substancia negra, de aspecto metálico, no muy consistente y grasienta al tacto.

Más tarde este producto se llamó plombagina, o mina de plomo, o grafito.

En realidad no contiene ni rastros de plomo, pero sí 90 a 96 % de carbono y 4 a 10 % de óxido de hierro.

En el año 1600, los ingleses tuvieron la idea de fabricar, con esos grafitos, unos pequeños cilindros que luego encerrarían en una funda de madera.

Historia del Lápiz:Origen, Madera Usada y Fabricación

Éstos fueron los primeros lápices "modernos."

Desde ese momento su fabricación fue perfeccionándose no solamente en Inglaterra sino también en muchos otros países.

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Grafito, una de las tres formas alotrópicas del carbono; las otras son el diamante y el carbón.El grafito también se llama plu mbagina o plomo negro.

En 1795 fueron fabricados los lápices con plombagina artificial.

El francés Conté concibió la idea de mezclar plombagina con arcilla purificada.

Después transformó ese polvo en una pasta homogénea y con ella llenó unos finos moldes de madera.

Pero solamente ahora, con los progresos mecánicos y químicos, el lápiz se ha perfeccionado, siendo su uso universal.

A medida que el dibujo industrial se ha ido extendiendo, el instrumento indispensable para esa tarea se multiplica y diversifica a fin de responder a las exigencias siempre nuevas y variadas.

Así han surgido los lápices duros, blandos, para dibujo, para copiar, de trazo indeleble o no.

Alemania ha sido un país reputado como productor de lápices de calidad, pero actualmente existen excelentes fábricas en muchas partes del mundo.

• Fabricación

El procedimiento de fabricación comprende dos fases: una se relaciona con el alma del lápiz, llamada corrientemente "mina"; la otra se refiere a la varita de madera que contiene la mina.

La mina negra se fabrica en base a una escala que incluye 17 graduaciones si se trata del tipo fino para dibujo, y de 3 a 5 para tipos corrientes.

Esas graduaciones indican la dureza de la pasta según la constitución de la misma, la dosificación de la materia grasa y fe temperatura de cocción.

Se empieza por amasar suavemente el grafito con la arcilla: luego se incorporan las materias grasas y las gomas adhesivas.

Se obtiene así una pasta fina la que, después de otras manipulaciones, pasará repetidas veces entre los rodillos de una máquina que pulverizarán las menores impurezas.

Cuando la pasta está perfectamente homogeneizada, se vuelca en unos filtros especiales y luego se estira con prensas hidráulicas de gran poder.

De aquí las minas salen como largos hilos tubulares.

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Graduación moderna dureza de las minas de lápiz: B es blanda y H dura, por ejemplo la mas blanda es la 4B y la mas dura 4H.

Terminada esa operación se las coloca en unos estantes de madera para su estacionamiento.

Al final se cortarán según la medida deseada.

Hasta ese momento, las minas son crudas; para utilizarlas deberán soportar una cocción a 800° centígrados.

El engrase es la última operación. Las minas ya cocidas se tratarán con emulsiones preparadas con cera, grasas vegetales y animales, para que tengan resistencia, blandura y fluidez.

Para conseguir minas indelebles se mezclarán substancias colorantes sintéticas básicas: talco muy fino, goma tragacanto y sales de ácido esteárico y oleico.

Esa mezcla deberá ser sometida a un largo calandrado para obtener una homogeneidad perfecta.

Después se la somete al secado a 40° centígrados sin hacerla cocer.

Las minas producidas con esta mezcla se engrasarán con emulsiones especiales.

Análogo procedimiento se emplea en la fabricación de lápices de color.

Pero en vez de los colorantes sintéticos básicos, se emplearán colorantes minerales y la operación de engrase se cumplirá antes del amasamiento.

En otros talleres se prepara la madera.

Para lápices de calidad superior y, por supuesto, de precio elevado, se utiliza el cedro colorado de América, enebro de California u otros árboles de fibras compactas y, al mismo tiempo, blandos y fáciles de cortar.

Pero, cuando se preparan fundas para lápices más baratos se emplea madera de bajo precio como el tilo y el aliso que, sin poseer las virtudes de las maderas antes mencionadas ni su hermoso color natural, dan un resultado satisfactorio.

Toda la madera destinada a la fabricación de lápices deberá cortarse a escuadra y en tablillas de diferentes tamaños.

Deberá asimismo estacionarse durante largo tiempo.

Estas tablillas serán llevadas a una máquina que grabará en cada una pequeños surcos calibrados, en los cuales las minas tendrán exacta cabida.

Otra máquina untará la acanaladura con cola muy adhesiva para que se produzca la unión entre madera y mina.

Cada mina será ajustada en la estría que le corresponda. Sobre la primera tablilla, en la que estará la mina pegada en su acanaladura, se colocará otra cuyas hendiduras corresponderán exactamente a las de las tablillas inferiores.

Terminada esta operación, las tablillas que encierran ahora las minas son sometidas a un proceso de refinación.

Puestas en pilas bien ordenadas, las tablillas sandwiches se pondrán en prensas especiales donde permanecerán durante 24 horas para asegurar el encolado.

Muy importante es el procedimiento de perfilación confiado a máquinas complejas y delicadas, que separarán las varillas, a fin de que cada una contenga una sola mina encerrada en su correspondiente estría.

Perfiladas en la forma requerida (redonda o facetada) las varillas son luego alisadas eliminándose toda aspereza.

Pasan después al barnizado que se hará según el aspecto que se quiera dar al lápiz: opaco, brillante, jaspeado, etc.

Secciones especiales afilarán las minas; otras confeccionarán minas destinadas a los lápices automáticos.

No olvidaremos por fin la sección empaque que procederá a embalar el producto terminado enviándolo a los lugares de consumo.

Actualmente las fábricas de lápices trabajan en forma intensa y continua.

El lápiz ya no es sólo artículo para escolares; ha llegado a ser imprescindible en oficinas, talleres, fábricas y en los más humildes hogares.

En la actualidad el lápiz tiene cada vez menos uso, debido a lo nuevos sistemas electrónicos de comunicación, diseño, etc.

Una variedad práctica del lápiz consiste en el portaminas, que no es más que un lápiz de plastico o metalico huevo en su interior, por donde corre una mina de grafito que es sujetada por pequeñas mordazas en un extremo.

A medida que se consume la mina, se la puede ir regulando con una simple presión en el otro extremo. Las minas vienen de diversos diámetros,largos y durezas. Abajo observamos el extremo de un portaminas

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FABRICACIÓN MODERNA DE LAPICES

Fuente Consultada:
LO SE TODO Editorial Larousse Tomo V -  Historia del Lápiz -

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