Biografia de Juan Luis de Leon, Poeta Lirico Español

Biografía de Juan Luis de León Poeta Lírico Español

Además de autor místico, Fray Luis de León fue uno de los más notables poetas líricos de la literatura castellana.

Su Vida. Nació en Belmonte, Cuenca (1527) y realizó sus primeros estudios en Madrid y en Valladolid. Su padre era abogado y consejero real.

Se trasladó a los catorce años a estudiar en la Universidad de Salamanca, pero a los pocos meses, ingresó en el convento da San Agustín, donde profesó (1544).

Continuó sus estudios en la Universidad de Toledo, donde obtuvo el grado de bachiller. Completó sus estudios universitarios en Salamanca, y se graduó de licenciado y maestro en Sagrada Teología (1560).

Biografia Fray Luis de Leon

A partir de entonces se entregó de lleno a la vida universitaria.

Después de un fracaso en una oposición a los 32 años obtuvo la cátedra de Santo Tomás (1561) en otra oposición muy reñida, y cuatro años más tarde otra.

La Universidad de Salamanca era por ese entonces "un semillero de discordias y rivalidades", en las cuales se mezclaban los asuntos académicos con los personales y los teológicos.

La discordia alcanzó su más espinoso momento a propósito de una corrección del texto de la Biblia, que enfrentó a los hebraístas —entre los cuales se contaba Fray Luis— con los escolásticos intransigentes.

Fray Luis defendió la doctrina de un ajuste más próximo a los textos originales hebreos, lengua que él dominaba, refutando en algunos pasajes o vocablos la traducción al latín que había efectuado San Jerónimo, en su famosa y aceptada versión, conocida como la Vulgata.

Para colmo de males, un familiar de Fray Luis hizo circular inocentemente, y sin permiso, algunos borradores privados del sabio hebraísta, que contenían una traducción al español, desde el original hebreo, del Cantar de los Cantares de Salomón, que forma parte de la Biblia.

Las traducciones de la Biblia a lengua vulgar habían sido expresamente prohibidas por la Iglesia, y confirmadas después por el Concilio de Trento (1564).

Fray Luis, que había efectuado esta traducción a pedido de una monja prima suya, se convirtió en sospechoso, y por estas y otras rencillas de cátedra, fue acusado por un religioso rival ante el tribunal de la Inquisición en Valladolid, el cual lo apresó (1572) junto con otros dos hebraístas y lo mantuvo en la cárcel inquisitorial durante el juicio.

Se le imputaba que en los comentarios académicos que hacía de la Biblia daba preferencia al texto original hebreo sobre el de la Vulgata, y que esto se debía a una actitud favorable al judaismo, heredada por sangre de algunos antepasados suyos de origen hebreo.

Además, se lo responsabilizaba de la traducción sin permiso del libro de Salomón y de haberla hecho circular.

Sin embargo, el tribunal supremo de la Inquisición lo declaró inocente y le restituyó todos sus derechos.

La Universidad de Salamanca le devolvió la cátedra, que Fray Luis renunció en beneficio del religioso que la había ocupado durante su proceso.

Al año siguiente (1577), se le otorgó la cátedra de Teología Escolástica.

Se dice que al dictar su primera clase, la comenzó con la frase "Decíamos ayer…" (Dicebamus hesterna die), que algunos especialistas consideran histórica y otros no.

Continuó así su vida consagrado a la enseñanza.

Ganó dos nuevas oposiciones, de Filosofía Moral (1578) y de la Biblia (1579), que desempeñó hasta su muerte (1591).

Hacia 1582 se vio envuelto en otro proceso, a propósito de la publicación de un libro de un padre jesuíta, pero el tribunal de la Inquisición "no hizo caso de rencillas universitarias y claustrales sólo atendió a la cuestión dogmática, dando por valederas las exculpaciones del procesado".

Se vio así Fray Luis libre de la acusación fiscal y las actuaciones se redujeron únicamente al sumario.

Fue honrado en vida con varias misiones difíciles: integró una comisión para la reforma del Calendario Gregoriano (1578): participó de la reforma carmelitana, siguiendo el espíritu de Santa Teresa; se le encargó por el Consejo Real la publicación de las obras de Santa Teresa, que cumplió con éxito.

Cuando estaba en la tarea de escribir una vida de la santa, a pedido de la emperatriz, y hacia pocos días que había sido nombrado provincial de los agustinos de Castilla, falleció en Madrigal (1591).

Sus restos fueron trasladados a Salamanca, donde hoy reposan en la capilla de la Universidad.

Personalidad de Fray Luis.

Fray Luis fue un sabio de gran cultura y, pese a los ataques de sus enemigos, gozó de extraordinaria fama entre sus contempóraneos por sus dotes personales, la maestría de sus versos y su dominio de las disciplinas bíblicas y teológicas.

Según el retrato que de él hizo un hombre de la época, Fray Luis era de físico atractivo, muy callado, agudo en sus respuestas, puntual en el cumplimiento de sus compromisos, poco o nada risueño, temperado pero firme en sus actitudes, y muy sobrio en sus comidas y en el sueno.

"Hay algo de grandeza en toda su vida y su obra —dice Carlos Vossler--, ya fuera por la forma que dio a las cosas, ennobleciéndolas, ya porque nada pudo rebajarle ni conseguir nada de él.

Fray Luis de León fue un gran artista, pero fue también un gran hombre".

La obra.

Compuso obras en latín, hoy prácticamente olvidadas; hizo su famosa traducción del Cantar de los Cantares al castellano, y escribió obras religiosas y poesías.

En prosa escribió los Nombres de Cristo (1583) y La perfecta casada (1583), que junto con sus poesías son las obras que mayor fama le han dado.

La perfecta casada es un libro bastante popular, en el que con sencillez de estilo y naturalidad de tono, explica los deberes de la mujer casada en el matrimonio.

Los "Nombres de Cristo". De las obras en prosa de Fray Luis, éste es el libro de mayor importancia literaria y religiosa. Fue escrito en la cárcel.

Tres interlocutores, Sabino, Juliano y Marcelo —el propio Fray Luis— dialogan sobre los nombres que se da a Cristo en las Sagradas Escrituras: Brazo de Dios. Hijo de Dios, Jesús, Cordero, Amado, etc., y con este motivo se desarrollan y ejemplifican pasajes bíblicos.

Se ha encontrado una estrecha relación entre este libro y un opúsculo anterior escrito por un beato (Alonso de Orozco), pues aparecen los mismos nombres —menos uno…..- y en el mismo orden.

Por esta razón, el plan y la idea original del libro no serían de Fray Luis sino de su antecesor. Pero entre una y otra obra —según los críticos — hay una gran diferencia.

El primero vale como unos apuntes, mientras que la obra del agustino adquiere el tono de una solemne disertación, de profundidad filosófica y deslumbrante valor poético.

Estos diálogos han sido comparados a los de Platón por la madurez artística.

"En nuestra lengua escriben Hurtado y Falencia— no hay nada que pueda compararse con aquellas soberbias amplificaciones de los pasajes bíblicos, en los que llega Fray Luis a la cumbre del arte literario."

El estilo es de una excepcional riqueza y en sus páginas pone en evidencia el agustino su gran capacidad de fantasía, una exquisita sensibilidad religiosa y espiritual, aparte de un manejo magistral de la prosa castellana.

El poeta horaciano y místico.

Fray Luis, en poesía, "es, sin disputa, el más grande de nuestros líricos y uno de los mayores de todas las literaturas, en el sentir de propios y extraños" (Hurtado y Palencia).

No tomó a la poesía como un objeto de su actividad intelectual, a pesar del alto concepto que le adjudicaba. Las fue componiendo incidentalmente en su trayecto de estudioso y maestro, y la mayor parte fueron obras de su mocedad.

No las escribió tampoco para ser publicadas, pero a instancias de un amigo, las recogió en un momento de su vida, les corrigió las deformaciones que con el tiempo se habían deslizado en las copias manuscritas, y preparó una edición que no salió a la luz.

Contenía este volumen composiciones originales, traducciones de profanos y versiones bíblicas.

Unos cuarenta años después de la muerte del autor, Francisco de Quevedo las editó (1631) "para poner un dique a la invasión del culteranismo", aunque con algunas deficiencias y errores.

Fray Luis es el poeta de lengua castellana que mejor aprovechó el ejemplo del poeta latino Horacio, no sólo en sus traducciones sino también en las composiciones originales.

Se supone que las traducciones fueron los primeros ensayos poéticos del religioso.

Pero este horacianismo es muy restringido y más bien radica en la asimilación de las formas y el estilo del poeta romano.

Horacio fue un poeta epicúreo, pagano y sensualista, mientras que Fray Luis fue un artista bíblico cristiano y místico, inspirado profundamente en la religión católica, y admirador fer viente del tono augusto y majestuoso de la poesía bíblica de origen hebreo.

Las composiciones de Fray Luis son sencillas y sobrias. Transmiten una impresión de dolor espiritual, de; nostalgia por el destierro en esta vida frente a la grandeza inconmensurable de los cielos.

Admira el paisaje exterior, en sus manifestaciones plácidas, hermosas y serenas, sobre todo el cielo estrellado y el panorama campestre.

No escribió muchas poesías, pero algunas de sus piezas están consideradas como insuperables (Noche serena; Vida retirada; La Ascensión; las odas A Felipe Ruiz y A Salinas, sobre la música y La profecía del Tajo).

Fuente Consultada:Literatura Española, Hispanoamericana y Argentina de Carlos Alberto Loprete Editorial Plus Ultra

OBRAS Y EDICIONES: La perfecta casada. Buenos Aires México, Espasa-Calpe Argentina. 1944. Poesía completas. Buenos Aires. Sopena. 1942, 2 v. El Cantar de loa Cantares. Versión y exposición de Fray Luis de León,Buenos Aires, ArKentilín. 1938. De los nombres de Cristo. Buenos Aires-México,, Espasa-Calpe Sopena, 1953.

LECTURAS COMPLEMENTARIAS Y ESTUDIOS: Carlos Vossler, Fray Luis de León. Traducción del alemán por Carlos Clavería. Buenos Aires-México, Espasa-Calpe Argentina,, 1946.


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