Biografia Papa Clemente VII
Biografia Papa Clemente VII
Las ideas políticas de Clemente VII no fueron de corto alcance, aparte las vinculadas directamente a los intereses de su familia, la de los Médicis. Clemente VII quería llegar a un equilibrio internacional y, en particular, debilitar la hegemonía española en Italia.
Pero para lograr estos ambiciosos propósitos le faltó decisión y actividad. Dejóse arrastrar por los acontecimientos, y en cierta manera contribuyó a crear un confusionismo peligroso entre los intereses políticos y religiosos de la Iglesia.
Este hecho se revela con claridad meridiana en su actitud respecto a la reforma protestante, considerandola como un movimiento de tipo político, lo que, junto con los recelos suscitados en Carlos V, no hizo viable la leal colaboración entre la Iglesia y el Imperio para acabar con la herejía en los años de su iniciación.
Julio de Médicis era hijo natural de Juliano, hermano de Lorenzo el Magnífico, y Antonia del Cittadino. Había nacido en Florencia el 26 de mayo de 1478, y desde su más tierna edad fue preparado para abrazar la carrera eclesiástica.
Caballero de Rodas, gran prior de Capua, recibió el capelo cardenalicio de su primo León X el 23 de septiembre de 1513, y durante el pontificado de éste —otro Médicis — ejerció un papel preponderante en la curia papal.
En 1521 presentó su candidatura al pontificado; pero la oposición de los Colonna y la intervención diplomática de Carlos V determinaron la elección de Adriano VI. No obstante, dos años más tarde lograba su propósito (18 de noviembre de 1523).
Ascendía al Pontificado en un momento de tensión entre España y Francia. La victoria de Pavía (1525) y el subsiguiente tratado de Madrid (1526) dieron a Carlos V la hegemonía absoluta en Italia.
Para evitarla, Clemente VII, junto con Venecia, prepararon la confederación o liga de Cognac, que se firmó el 22 de mayo de 1526.
Este acto hacía beligerante al Papado en aquella gran pugna, lo que le acarreó serios contratiempos. Primero, la sublevación de Pompeyo Colonna (1526) y, luego, en mayo de 1527, el asalto y saqueo de Roma por los lasquenetes alemanes; Clemente VII tuvo que refugiarse en el castillo de San Angelo, desde donde capituló ante el emperador. Las negociaciones entabladas en Barcelona (1529) dieron por resultado la aproximación entre Clemente VII y Carlos V, ratificada en la coronación imperial de Bolonia (24 de febrero de 1530).
Esta política valió al papa la erección del ducado de Florencia y su vinculación a los Médicis.
Pero jamás la practicó con lealtad, pues en 1533 el enlace de Catalina de Médicis con el heredero de Francisco I de Francia, Enrique II, hacía presumir una nueva y violenta ruptura.
Durante su pontificado apenas intervino en la cuestión luterana alemana. En cambio, la tenacidad de la Curia provocó el Cisma inglés al oponerse a las veleidades de Enrique VIII.
El 23 de marzo de 1534, poco antes de su muerte, ocurrida en Roma el 25 de septiembre siguiente, Clemente VII ratificaba la legitimidad del matrimonio de Enrique VIII y Catalina de Aragón.