La Conquista del Oeste en Estados Unidos. El Ferrocarril

La Conquista del Oeste en Estados Unidos EE.UU - El Ferrocarril

La frontera del Oeste» avanza

El grandioso sueño de Adams (imagen) se realizaría.

El más importante capítulo de los comienzos de la Historia norteamericana, después de la independencia y de la guerra de 1812, es el "nacimiento del nuevo Oeste”.

Federico Jackson Turner describe de este modo aquella marcha progresiva:

La frontera de la colonización roturó la selva virgen, empujando a los indios cada vez más hacia el poniente y ganando sin cesar nuevos territorios para la civilización.

En otro tiempo, aquella “frontera” o línea de demarcación se hallaba relativamente próxima a las costas orientales.

Durante los primeros decenios del siglo XIX se desplazó hacia el Lejano Oeste a un ritmo cada vez más rápido y se constituyeron e integraron nuevos estados:

En nueve años solamente, de 1812 a 1821 la Unión se enriqueció con Luisiana, Indiana, Mississippi, Illinois, Alabama y Missouri.

Con anterioridad ya había absorbido Kentucky, Tennessee y Ohio.

Se fundaron ciudades que hoy son conocidas en el mundo entero: Pittsburg, con sus casi 12.000 habitantes entonces, se convirtió en la ”puerta del Oeste” y San Luis, en centro de los nuevos territorios incorporados.

Un representante del Oeste declaraba triunfante: El valle del Mississippi nos pertenece por entero!”.

Pero el poniente al que nos referimos podía ser llamado aún el Wild West, el Oeste salvaje.

Los dos tercios del actual territorio de los Estados Unidos estaban todavía en poder los pieles rojas: "un inmenso desierto se extendía desde los Grandes Lagos al Pacífico”.

La gran migración de blancos hacia el Oeste coincidió con un importante cambio en la vida económica de los Estados Unidos.

Hasta entonces, los comerciantes de la costa atlántica vendan a los europeos las materias primas americanas e importaban productos netos manufacturados, pero los electos de la creciente industrialización repercutirían también en América.

Los ingleses no podían mantener ocultos los secretos de sus métodos de fabricación y la orilla del Atlántico se convirtió en teatro de un desarrollo tan rápido y febril como el de la Gran Bretaña.

Los americanos construyeron gran numero de fábricas y revolucionaron a su a su vez los sistemas de transporte trazaron canales, los primeros ferrocarriles, y pronto los primeros barcos de vapor.

Entretanto, la gran marcha hacia el Oeste proseguía incansable.

Las máquinas, sobre todo las de la industria textil, exigían cada vez mayores contingentes de materias primas; los americanos eran de día en día más numerosos y se sentían atraídos por la llamada del Oeste, dispuestos a probar fortuna en selvas y praderas, donde la tierra se obtenía aún gratuitamente o con escaso esfuerzo.

Estos pioneros, adelantados o precursores, se dedicaban principalmente al cultivo del algodón, pues la demanda era considerable, no sólo en Inglaterra y en el continente europeo, sino en las propias comarcas orientales de los Estados Unidos.

El algodón se convirtió en factor primordial del poderío económico, y al mismo tiempo en una importante motivación social; consolidó la esclavitud y la amplió en territorios cada vez más vastos.

En las plantaciones se empleaba casi exclusivamente mano de obra de gentes de color; los más antiguos estados del Sur intuyeron el enorme provecho que podrían obtener vendiendo esclavos a los nuevos territorios del Oeste, y de este modo se originó el más grave y espinoso de los problemas de la historia americana del siglo XIX. Fue ésta, en frase de Adams, la primera página de una gran tragedia.

Ciertamente, el nuevo Oeste pronto ejercería poderosa influencia en el seno de la Unión.

Personificado pos Andrew Jackson, el ideal democrático de los primeros pioneros fue el elemento determinante en el transcursos de la evolución interna de América hasta mediado de siglo.

LA EXPANSIÓN AMERICANA HACIA EL OESTE:

En 1837, más de medio siglo después de la guerra de independencia, la Nueva Guía del Oeste, escrita por Peck, mostraba esta imagen del avance sobre las tierras que se encontraban más allá de los Apalaches.

"Como las olas del océano, sobre los asentamientos del Oeste se abatieron tres oleadas diferentes.

Los primeros en llegar fueron los pioneros cuyas familias, para subsistir, dependían básicamente del crecimiento espontáneo de la vegetación, y de los recursos de la caza.

Sus utensilios agrícolas eran rústicos, de fabricación casera fundamentalmente, y sus esfuerzos se encaminaban sobre todo a conseguir una cosecha de maíz y un pequeño huerto [...].

Construían sus cabañas y las ocupaban hasta que la vegetación comenzaba a desaparecer y la caza escaseaba.

La siguiente oleada [...] compró tierras, añadió un campo a otro, desbrozó los caminos, construyó rústicos puentes [...] levantó casas con troncos de madera y ventanas de cristal y chimeneas de ladrillo o piedra, [...] montó talleres y edificó escuelas, tribunales, etc., ofreciendo la imagen y las formas de una vida civilizada, sencilla y frugal.

Irrumpió la tercera oleada.

Llegaron los capitalistas y los empresarios [...]. La pequeña aldea creció hasta convertirse en pueblo o en ciudad [...] surgieron grandes edificios de ladrillo, dilatados campos, huertas, jardines, colegios e iglesias.

Y se pusieron de moda los tejidos de algodón, los sombreros de paja y la cintas, y todo tipo de refinamientos [...].

Una oleada tras otra avanzaba hacia el Oeste; e auténtico El Dorado siempre estaba más allá."

Citado por W. P. ADAMS.
Los Estados Unidos de América.
Madrid, Siglo XXI, 1979.

El ferrocarril en el Lejano Oeste americano

En Estados Unidos y Canadá el trazado de las redes ferroviarias se hizo en gran parte a través de tierra virgen, para evitar al máximo las limitaciones impuestas por la propiedad privada.

Esto trajo consigo el que los ferrocarriles norteamericanos se construyeran con uno de los gálibos de carga más generosos del mundo, a pesar de haberse adoptado el ancho de vía normal de 1,435 m.

En el Oeste, las líneas se tendieron en campo abierto, haciéndose las ciudades después del ferrocarril y no a la inversa.

Muchas de estas líneas convergieron en Chicago, que llegó a ser el nudo ferroviario más importante del mundo.

El 9 de mayo de 1869 se clavó un tirafondo de oro para celebrar la terminación del primer ferrocarril transcontinental.

Hacia 1850 había unos 10.460 Km. de líneas férreas en Gran Bretaña. En el resto de Europa, la mayoría de los ferrocarriles eran propiedad del Estado.

Las líneas se construyeron atendiendo a razones estratégicas o económicas y, en conjunto, resultó una red menos densa, aunque más eficiente.

La Primera Guerra Mundial dejó maltrechos los ferrocarriles europeos, y pasó algún tiempo antes de que se alcanzasen las cotas anteriores al conflicto.

Sin embargo, la guerra había impulsado también la producción masiva de vehículos a motor y, por primera vez, se desafiaba la hegemonía del ferrocarril.

Durante la crisis mundial de los años 30, había poco dinero para planes de modernización, y sólo algunos países, como Francia y Suiza, hicieron progresos en electrificación.

Se realizaron experimentos con tracción Diesel, entre ellos el tren de gran velocidad Hamburguer volador, de Hamburgo a Berlín.

Pero el vapor siguió predominando sobre las demás formas de tracción.

La Segunda Guerra Mundial causó nuevos destrozos en los ferrocarriles europeos, que sufrieron enormes daños durante los bombardeos.

En la posguerra, el coche se puso al alcance de muchas familias, a la vez que aumentaba el tráfico de mercancías por carretera.

Los ferrocarriles se modernizaron y el vapor fue sustituido por la tracción Diesel y la eléctrica.

PARA SABER MAS...
SÍNTESIS DE LA ÉPOCA

LOS ESTADOS UNIDOS

de América eran considerados en el s. XIX la tierra de las oportunidades.

En ningún lugar se cumplía tanto esta afirmación como en los territorios del oeste, popularmente conocidos como el Lejano Oeste.

Era un territorio sin ley habitado por gentes violentas.

El gobierno abarataba estas tierras para potenciar que los americanos del este decidieran trasladarse allí.

Este lugar actuó como un imán para los inmigrantes que llegaron a Estados Unidos entre 1830 y 1910.

COMUNIDADES AGRÍCOLAS

Los exploradores y los primeros pobladores de los territorios fronterizos habían abierto rutas en el interior del oeste americano, pero los agricultores que se establecieron en los territorios fueron los que aseguraron la completa dominación europea en el continente.

Miles de familias que viajaban en caravanas en dirección oeste formaron comunidades agrícolas en las tierras que les cedió el gobierno.

La garantía de obtener tierras muy baratas repercutió negativamente en los indígenas, que fueron brutalmente expulsados de sus territorios ancestrales.

PROSPERIDAD AGRÍCOLA

Gracias a su determinación y al extenuante trabajo, los colonos americanos lograron hacer de esta tierra una zona agrícola extremadamente fértil.

Al norte del Medio Oeste crecían las cosechas, mientras que en las zonas del sur se criaba ganado.

A finales de siglo, Estados Unidos era la primera potencia agrícola.

FIEBRE DEL ORO DE CALIFORNIA

Los colonos no fueron los únicos que se establecieron en el oeste. La fiebre del oro de California (1848-49) llevó hacia allí a miles de personas que ansiaban obtener dinero fácil.

La fiebre del oro finalizó pronto, pero muchos de los buscadores se establecieron definitivamente en California.

Antes de que esto ocurriera, el estado no estaba habitado por europeos, pero se fue convirtiendo gradualmente en el más poblado y rico de la Unión.

buscadores de oro en el oeste de estados unidos

VAQUEROS

Los recién llegados más famosos fueron los vaqueros, que reunían al ganado que pastaba en las enormes extensiones del oeste americano.

Tejas se convirtió en el territorio de los ranchos, mientras que los vaqueros se concentraron más al norte.

Las grandes manadas de ganado eran conducidas desde Tejas a las estaciones de Kansas y Abilene, desde donde se distribuían hacia el este y Europa.

Esta operación requería hombres duros que pudieran montar durante muchos días sin parar.

La época dorada de los vaqueros no duró más de 30 años, de 1860 a 1890, hasta que los pastizales fueron vallados por los prósperos rancheros.

A pesar de durar tan poco tiempo, los vaqueros se convirtieron en personajes legendarios.

LA ERA DEL VAPOR

El crecimiento del oeste americano se cimentó sobre la revolución de los medios de transporte.

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El desarrollo de un extenso sistema de canales y ríos navegables fue el primer paso.

Pero el factor fundamental para la apertura comercial del Oeste fue la introducción del ferrocarril.

Este transporte facilitó el desplazamiento rápido y barato de miles de personas que, una vez allí, generaron efectivos métodos agrícolas y ganaderos.

Los americanos explotaron en seguida las posibilidades del ferrocarril.

En 1869 se inauguró una línea que unía los estados costeros del este con California.

Veinte años después, Estados Unidos contaba con más kilómetros de vía férrea que todos los países de Europa juntos.

Los exploradores descubrieron el Lejano Oeste, los colonos lo habitaron, pero fue el ferrocarril el que lo hizo prosperar.

Fuente Consultada:
Revista Enciclopedia El Árbol de la Sabiduría Fasc. N°55 La Revolución Científica


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