Mitos de la Segunda Guerra Mundial
Mitos de la Segunda Guerra Mundial
MITO: A Hitler no le importaba que Alemania afrontara un estado de guerra permanente con sus vecinos.
REALIDAD: El gobierno alemán estaba preocupado porque las grandes operaciones bélicas que debía realizar minaban las posibilidades de su producción industrial.
Además, porque la situación geográfica de Alemania le impedía obtener petróleo fácilmente. Hitler llegó a ordenar en plena época de guerra, hacia 1940, una reducción de las divisiones del ejército de 155 a 120 con el fin de permitir una mayor producción industrial y poder cumplir tanto con la provisión interna de bienes industriales como con las exportaciones a la URSS.
El alto mando del ejército debía elaborar todos sus planes bélicos con el concepto de “Blitzkrieg”, ataques relámpago a los países invadidos, con el fin de conseguir muy rápidas victorias y pasar la más rápidamente posible a una situación de paz. Sin embargo esa estrategia fracasó con Gran Bretaña y la URSS, países con los cuales la guerra se prolongó sobremanera.
En el primer caso fue por la negativa inglesa a aceptar dos condiciones básicas que Alemania solicitaba para reanudar la paz:
a) respeto de Gran Bretaña a las nuevas fronteras alemanas y al papel hegemónico de la nación en Europa continental,
b) recuperación de las colonias alemanas tras la Primera Guerra Mundial para que el Tercer Reich pudiera autoabastecerse de materias primas. A su vez, el argumento declarado por Hitler para invadir la URSS era su deseo de acabar lo antes posible la guerra con Gran Bretaña.
Fuente Consultada: Nadie Vió Matrix de Walter Graziano