Consecuencia de la Caida de la Monarquia en Roma

Consecuencia de la Caída de la Monarquía en Roma

roma antigua

SEGUNDO PERÍODO (-310-30). — REPUBLICA ARISTOCRÁTICA 

caida de la monarquia romana

  1. Consecuencias de la caída de la monarquía en Roma:

La monarquía era un mero accidente en la constitución de Roma, puesto que el Estado tenia una organización casi republicana, siendo los reyes elegidos por el pueblo y que por esta razón cuando los monarcas, olvidándose de su origen, se convirtieron en tiranos y pretendieron hacer la monarquía hereditaria, el pueblo suprimió aquella institución sin violencias, y de una manera casi natural.

Estas fueron las causas de la caída de la monarquía; el atentado de Sexto contra Lucrecia fue sólo el motivo de aquel hecho, pero motivo que habría pasado desapercibido y sin consecuencias, si la monarquía romana hubiera tenido la fuerte constitución de las monarquías orientales.

Siendo republicana la constitución en Roma, abolida la monarquía, surgió de una manera natural el gobierno de la república, reemplazando los reyes por dos magistrados con el nombre de Cónsules, elegidos entre los patricios, y limitando a un año el tiempo de su dominación.

Pero la consecuencia mas importante de la caída de la monarquía en el régimen interior de Roma, fue la preponderancia y el prestigio de la clase patricia, que recogió la herencia de los reyes, negando a los plebeyos toda participación en las funciones del Estado, por mas que ambas clases habían contribuido igualmente al establecimiento de la república, dando con esto comienzo a la larga lucha entre patricios y plebeyos, que mantuvo por mucho tiempo indecisa la suerte de Roma.

  1. Estado de Roma al comienzo de la República.

Patricios y plebeyos:el Senado. los Cónsules. La caída de la Monarquía y el establecimiento de la República, redundó en beneficio exclusivo de la clase patricia, única poseedora de la fortuna y de las tierras conquistadas, y que se reservó todos los cargos públicos, perteneciéndole el Senado, la administración de justicia y las funciones religiosas.

Así quedó Roma constituida en república Aristocrática, y los plebeyos privados de toda intervención en el manejo de la cosa pública, relegados y postergados, sin derecho para enlazarse con las familias patricias, y completamente entregados en manos de los aristócratas.

El Senado, perteneciente a la clase patricia, resumía la suprema dirección de los asuntos públicos: y aunque sus decisiones (Senatus-consultos) eran sometidas al principio a la aprobación de los comicios centuriados, en que dominaba el elemento patricio, llegó con el tiempo a prescindirse de este requisito, representando entonces el Senado el único y absoluto poder de Roma.

Los Cónsules tenían el poder ejecutivo, procedían de los patricios, y tenían el derecho de convocar el senado y el pueblo, y presidir las asambleas: en tiempo de guerra les pertenecía el mando del ejército con un poder absoluto: mas adelante alcanzaron otras prerrogativas.

Los Cónsules eran dos, y su mando era anual.

  1. Tentativa de Tarquino para recobrar el trono:

Guerra contra Pórsena. Junio Bruto y Tarquino Colatino, principales autores de la caída de la monarquía, fueron los dos primeros Cónsules.

Los nuevos magistrados introdujeron tal severidad en el gobierno, que los mismos nobles tramaron una conjuración en favor del rey destronado, en la que tomaron parte los dos hijos de Junio Bruto; pero descubierto el complot, fueron condenados a muerte todos los conjurados, asistiendo Bruto impasible a la ejecución de sus propios hijos.

A consecuencia de estos hechos, se confiscaron los bienes de Tarquino, y se decretó la expulsión de toda su familia, a la cual pertenecía Colatino, que tuvo que hacer dimisión del Consulado y salir de Roma, sucediéndole Valerio Punblícola.

A la caída de la monarquía, casi todos los pueblos del Lacio sometidos por los reyes, se declararon independientes, y aun algunos hicieron alianza con Tarquino, que al mismo tiempo se veía apoyado por los etruscos.

Entre estos últimos, las ciudades de Tarquinia y de Veyes, ofrecieron un ejército al rey destronado, y encontrándose con el de los romanos, se dio la batalla en que murieron Bruto y Arunte, hijo de Tarquino, resultando vencedor el otro Cónsul, Valerio Punblícola.

En vista de este resultado, Tarquino se unió con Pórsena, rey de Clusium, y jefe de la confederación de las ciudades de Etruria, dirigiéndose con un poderoso ejército contra Roma, que no pudo tomar por el valor heroico de Horacio Cocles, defendiendo la entrada del puente Sublicio contra todo el ejército enemigo.

Desesperando el rey etrusco de apoderarse de Roma por la fuerza, se propuso rendirla por hambre; pero cuando la ciudad estaba a punto de entregarse, un joven romano llamado Mucio Scévola asesinó al secretario de Pórsena, creyendo qué era el mismo rey ; y al intentar castigarlo, mete la mano derecha en el fuego y se la deja abrasar por haber equivocado su víctima, manifestando al mismo tiempo al rey, que otros 300 romanos no menos valientes, se habían conjurado para matarle; con lo cual Pórsena levantó el sitio de Roma.

Pero es lo cierto que esta ciudad tuvo que aceptar una paz desventajosa, impuesta por el rey de Etruria.

  1. Guerra contra los Latinos: creación de la dictadura:

Batalla del lago Regilo. Los pueblos del Lacio habían hecho causa común con Tarquino, negándose a la obediencia de Roma, y preparándose a combatirla.

En esta situación la plebe romana agobiada por las deudas, y reducida a la miseria por las exacciones de los patricios, se negó a tomar las armas si antes no se remediaba en algo su triste condición.

El Senado consiguió conjurar aquel conflicto, conviniendo con el pueblo en el nombramiento de un nuevo magistrado con el nombre de Dictador, que reuniría un poder absoluto y discrecional por espacio de medio año; aplazándose además la cuestión de las deudas.

El primer dictador fue Tito Largio, uno de los Cónsules a la sazón.

En la primera guerra con los latinos fueron éstos vencidos, celebrándose un armisticio; pero renovada la lucha a los dos años, los romanos mandados por el dictador Postumio, alcanzaron completa victoria sobre ellos en las orillas del lago Regilo, pereciendo en la acción los hijos de Tarquino, y huyéndose éste a Cumas, donde murió poco después.

Así concluyeron en Roma los proyectos de restauración de la monarquía, asegurándose por este medio y por la sumisión cíe los Latinos, el gobierno de la República.

  1. Desórdenes en Roma retirada de los plebeyos al Aventino:

Creación del Tribunado. Vencidos los latinos por el esfuerzo de los plebeyos, la situación de éstos en Roma continuó siendo tan calamitosa como antes, aumentándose cada día las deudas, y con ellas la miseria y los sufrimientos de las prisiones.

Tantas crueldades de parte de los patricios, hicieron estallar la cólera de los plebeyos, que se sublevaron contra los usureros, pusieron en libertad a los deudores encadenados, y se negaron a combatir contra los Volscos, Equos y Sabinos que amenazaban a Roma.

En tales circunstancias el Senado a fuerza de súplicas y nuevas promesas de mejorar la suerte después de la guerra, consigue apaciguar a los plebeyos, y mandarlos contra los enemigos.

Mas burlados esta vez, como las anteriores, en sus esperanzas, negándose los patricios a perdonar las deudas, y convencidos los plebeyos de su mala fe, abandonaron a Roma, y fueron a establecerse en el monte Aventino, a una legua de la ciudad.

La ausencia de los plebeyos por algunos meses puso a Roma en la situación mas crítica que había atravesado desde su origen; los campos quedaron sin cultivo, y les enemigos llegaban impunemente hasta las puertas de la ciudad. Justamente alarmados los patricios con aquella resolución, le enviaron al Senador Menenio Agripa, que pudo al fin conseguir que los plebeyos volvieran a la ciudad, pero quedando abolidas todas las deudas, y concediéndoles la creación de dos magistrados de su clase, con poder bastante para protegerlos contra la tiranía de los patricios.

Estos magistrados, que tomaron el nombre de tribunos, y cuya persona era sagrada é inviolable, fueron al principio dos, después cinco, y últimamente llegaron a diez entre los derechos de que fueron investidos, era el principal, poder suspender y anular los decretos del Senado y las sentencias de los Cónsules, con sólo interponer la palabra Veto.

El pueblo consiguió además el nombramiento de de otros dos magistrados, también de su seno, los Ediles, encargados de la policía interior da la ciudad, y de los edificios públicos.

  1. Primeras Conquistas de los plebeyos: los comicios por tribus.

A la creación del Tribunado, comienza la lucha incesante entre patricios y plebeyos, reclamando éstos unas veces y arrogándose otras ciertos derechos, y los patricios rechazando cuanto sus fuerzas les permitían esas concesiones y el encumbramiento de la plebe.

No obstante la grande autoridad de los Tribunos, el Senado, representante del orden patricio, continuaba siendo el depositario del poder y del gobierno, y sus decretos llegaron a ser obligatorios sin ser aprobados por la asamblea popular.

Para contrarrestar este poder de la nobleza, cuya influencia era omnímoda en los comicios centuriados, los Tribunos consiguieron que el pueblo se reuniese igualmente en Comicios por Tribus, y que los votos fuesen individuales, con lo que adquirieron los plebeyos, que eran el mayor número, una gran preponderancia.

Los acuerdos de estas asambleas, llamados plebiscitos, obligaron al principio sólo a los plebeyos, pero con el tiempo tuvieron un carácter general.

  1. Destierro de Coriolano.

En su constante afán de realizar la igualdad civil y política de los dos órdenes, los Tribunos encontraron bien pronto una nueva ocasión de acrecentar los derechos de la plebe.

Dejándose sentir en Roma el hambre y la miseria por haber dejado las tierras incultas, los Cónsules hicieron traer de Sicilia grandes cantidades de trigo.

Un joven patricio llamado Marcio, mas conocido con el nombre de Coriolano, por haberse distinguido en la toma de la ciudad de Corioles, propuso en el Senado la supresión del tribunado antes de distribuir los granos a la plebe.

Los tribunos reúnen inmediatamente al pueblo por primera vez en los comicios por tribus (comitia tributa), y acusan a Coriolano, exigiendo su presentación ante el pueblo para ser juzgado, y alarmados los patricios por la efervescencia popular, intentan oponerse a la pretensión de los tribunos, pero tuvieron al fin que ceder, y Coriolano fue condenado al destierro.

Marchando al destierro Coriolano jura vengarse de su patria; y dirigiéndose al país de los Volscos consigue levantar un ejército, con el cual se presenta ante los muros de Roma; vence a los romanos, y se dispone a penetrar en la ciudad.

En tal conflicto, y siendo inútiles los ruegos y súplicas de sus compatricios ante la entereza de Coriolano, la madre de éste, Veturia, con su mujer y sus hijas, arrojándose a sus pies, consiguen que levante el sitio de Roma.

  1. Primera presentación de la ley agraria.

Durante las conquistas de los Reyes el ager publicus se había aumentado considerablemente con las tierras que se tomaban de los pueblos vencidos y que entraban en el dominio del Estado.

Aunque esas tierras eran de aprovechamiento común, el Senado comenzó por arrendarlas a los patricios por un pequeño canon, que con el tiempo dejó de pagarse, convirtiéndose de esta manera los nobles en únicos propietarios de lo que a todos pertenecía, y aumentando considerablemente la miseria de los pobres, que no tenían donde apacentar sus ganados.

Para remediar estos males, el cónsul Spurio Casio propuso la distribución entre los pobres de una parte del ager públicus, y que se obligase a los nobles a pagar regularmente el canon de sus tierras al Estado. Esta fue la famosa ley agraria, que tantas veces después se volvió a presentar, siendo siempre rechazada por los nobles cuyos intereses lastimaba.

En esta ocasión, proponiendo el cónsul que los extranjeros pobres fueran admitidos a la distribución lo mismo que los plebeyos, todo el pueblo se declaró contra él, y después que hubo dejado el consulado, se vio acusado de aspirar a la tiranía, y condenado a muerte por los nobles; quedando por consiguiente sin cumplimiento la ley agraria.

  1. Luchas de las dos órdenes:nuevas conquistas de los plebeyos.

Las anteriores adquisiciones de los plebeyos habían estimulado a los tribunos a perseverar mas y mas en sus propósitos de conseguir la igualdad política de los dos órdenes, y el mejoramiento de la clase plebeya por la realización de la ley agraria y haciéndose cada día mas tenaz la resistencia de los nobles a estos proyectos, los odios se enconaron entre las dos clases, hasta llegar a las manos y ensangrentar la calles de Roma.

Esta tirantez de relaciones se agravó por haber acusado los tribunos a los cónsules, después que dejaban de serlo, y uno de ellos condenado por el pueblo, se dejó morir de hambre.

Los patricios por otra parte hacen asesinar al tribuno Genucio, sin respeto a la inviolabilidad de su cargo.

En estas circunstancias, el centurión Publilio Voleron, castigado de orden de los cónsules por no querer alistarse como simple soldado para la guerra, se presentó así maltratado pidiendo protección al pueblo contra la tiranía consular.

La plebe se amotina, dispersa a los lictores y rompe las haces consulares, nombrando tribuno en la primera elección a Voleron.

Este consiguió una ley por la que los magistrados plebeyos hablan de ser elegidos en los comicios por tribus, quitando así a los patricios toda influencia en la elección de los tribunos.

Nombrado Letorio adjunto de Voleron, y teniendo los patricios al frente de los intereses de su clase al orgulloso é inflexible cónsul Apiri Claudio, los dos partidos vinieron a las manos en las calles de Roma, quedando victoriosa la plebe, que se hizo dueña del Forum y del Capitolio.

De esta manera consiguió Letono que los ediles fueran también nombrados en los comicios por tribus, y que las decisiones de la plebe, llamadas plebiscitos cuando fueran de interés general, tuvieran el mismo carácter legal que las decisiones del senado ó senado-consultos

Así conquistaron los plebeyos la reunión de los comicios por tribus, y la fuerza obligatoria de los plebiscitos.

10.Juicio sobre la primera época de la República romana:

Causas de la lucha entre patricios y plebeyos.

Las épocas en la historia, como las edades en los individuos, no sólo se suceden, sino que en cierto modo las unas son causa de las otras, desarrollándose en cada una las aptitudes que sólo estaban en germen en la anterior.

Los tiempos comprendidos en esta lección son los del comienzo de la larga lucha entre patricios y plebeyos, que ha de llenar casi toda la época republicana; y las causas de esta lucha se encuentran en la misma organización que los reyes habían introducido en la sociedad romana.

La división en los dos órdenes, procedente de la manera especial como Roma se había fundado, fue sancionada y determinada por los reyes; y si en aquel tiempo no surge la lucha entre ellos, débese a que el poder de la monarquía se impone lo mismo a patricios que a plebeyos; pero cuando los reyes desaparecieron, y con ellos el poder moderador que en cierto modo igualaba a los dos órdenes, quedaron éstos al descubierto, y frente a frente los privilegios y las riquezas de los patricios, y la pobreza y miseria de los plebeyos.

Y acentuándose desde entonces más y más el despotismo y la tiranía de la clase dominante, y haciéndose por esto intolerables los sufrimientos y penalidades de la plebe, la lucha se hizo necesaria entre los dos órdenes, como único medio de restablecer el equilibrio social. Sin esta lucha Roma hubiera perecido conquistada por los pueblos más fuertes que la rodeaban.

Pero el verdadero fundamento de la lucha no fue tanto la desigualdad de derechos, como la diferencia de fortunas. Dentro de Roma existían como dos pueblos: uno dueño casi exclusivo de la propiedad, vivía en la abundancia y entregado a los vicios; otro  pobre y miserable, obligado a contraer deudas con un interés crecido, para poder atender a las mas precisas necesidades de la vida, y que no pudiendo pagarlas se veía reducido a la esclavitud y conducido a los calabozos y mazmorras de sus acreedores.

Así se comprende la importancia que encerraba para Roma el asunto de las deudas, y la necesidad de la ley agraria, que repartiendo entre los pobres las tierras conquistadas, era el único medio de aliviar su miseria, y evitar los conflictos que por ello hablan de sobrevenir al Estado.

Por otra parte La nobleza, representante de la ambición romana, se hallaba constantemente envuelta en guerras con los pueblos comarcanos, necesitando para la formación de sus ejércitos el concurso de la plebe y cuando ésta llegó a conocer que era necesaria para la vida de Roma, comenzó aquellas célebres retiradas al monte Aventino, obligando por este medio a la clase patricia a transigir con sus justas exigencias. Por aquel procedimiento se evitaron las sangrientas luchas que de otra manera hubieran surgido necesariamente entre los dos órdenes.

Emprendida esta marcha por los plebeyos, adquirieron sucesivamente el Tribunado y los comicios por tribus, en oposición a los comicios por curias donde dominaban los patricios, y los comicios por centurias que daban toda la influencia de los ricos.

Con esto, y con el carácter de leyes que tuvieron los plebiscitos, comienzan a borrarse las diferencias que separaban a los patricios de los plebeyos.

• RESUMEN DE LA TEMA IV

  1. La causa de la caída de la monarquía en Roma fue la organización casi republicana que tenia el Estado, y la  tiranía del ultimo rey. Las consecuencias de este hecho fueron el establecimiento de la República con el gobierno de los cónsules, la preponderancia de la clase patricia, la pobreza de la plebe y las luchas entre los dos órdenes.
  2. Todo el prestigio de la monarquía recayó en los patricios, que constituyeron una república aristocrática, negando a los plebeyos toda participación en el gobierno del Estado. El Senado ejerce el gobierno supremo y los cónsules que lo presiden, desempeñan el poder ejecutivo.
  3. Los primeros cónsules fueron Bruto y Colatino; que castigaron severamente una conspiración de la nobleza para restablecer a Tarquino, pereciendo dos hijos de Bruto. Tarquino con los Latinos y Los Etruscos fue derrotado por el cónsul Publicola; y uniéndose con Pórsena, rey de Etruria, sitiaron a Roma. Que debió su salvación al valor de Horacio Cocles defendiendo el puente Sublicio, y a La entereza de Mucio Scévola que asesina al secretario de Pórsena.
  4. Sublevados los pueblos latinos, y negándose los plebeyos a tomar las armas para combatirlos, el Senado accedió al nombramiento do un magistrado con el nombre de Dictador, y aplazó la cuestión de las deudas. El dictador Postumio venció a los Latinos junto al lago Regilo, huyendo Tarquino, que murió poco después; concluyendo por esta causa los proyectos de restauración.
  5. Prometiendo una y otra vez el Senado y los patricios perdonar las deudas a los plebeyos, cuando los necesitaban para la guerra; y negándose siempre a cumplir, la promesa, los plebeyos se retiraron al monte  Aventino .Para conseguir que volvieran a la ciudad, les fueron perdonadas las deudas y se les permitió nombrar dos Tribunos de su clase, con el derecho de anular los decretos del Senado y las sentencias de los cónsules, interponiendo la palabra Veto.
  6. Para contrarrestar el poder de la nobleza, cuya influencia preponderaba en los comicios centuriados, los tribunos consiguieron que el pueblo se reuniese en Comicios por tribus y que los votos fuesen individuales los acuerdos de estas asambleas, en que dominaba el pueblo, se llamaron plebiscitos.
  7. Proponiendo Coriolano en el Senado que se suprimiesen los tribunos con motivo de una distribución de trigo que habla de hacerse a los plebeyos, fue condenado al destierro por los comicios del pueblo. Para vengarse Coriolano, unido con los Volscos, sitia a Roma, y sólo desisto de sus propósitos por las lágrimas de su madre Veturia.
  8. El cónsul Spurio Casio propuso al Senado que una parte del ager publicus de que se habíais hecho propietarios indebidamente los patricios, se repartiese entre los pobres, y que se obligase a los nobles a pagar los arrendamientos: esta fue la famosa ley agraria que por entonces no tuvo cumplimiento; Spurio Casio fue poco después condenado a muerte .
  9. Encontrándose cada vez más los odios entro patricios y plebeyos, por haber hecho asesinar los nobles al tribuno Genucio, hubo graves desórdenes en Roma, quedando victoriosa la plebe contra Apio Claudio que capitaneaba a los nobles. El tribuno Letorio consiguió con este motivo que los plebiscitas tuviesen la misma fuerza legal que los Senado-Consultos.
  10. La organización que los reyes hablan dado a la sociedad romana, concediendo a unos todos los derechos y riquezas, y dejando a los otros en la miseria, hizo necesaria la lucha entre patricios y plebeyos, agobiados éstos por las deudas, y viviendo aquellos en medio de la abundancia. El único remedio a esta situación era la ley agraria. Conociendo los plebeyos que eran necesarios a los patricios, comenzaron sus célebres retiradas al Aventino, para conseguir que la nobleza transigiera con sus justas pretensiones alcanzando de esta manera la creación del tribunado, los comicios por tribus, etc.

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