Vinos Blancos y Tintos:Su Clasificacion y Variedades
Vinos Blancos y Tintos:Su Clasificacion y Variedades
Ver: Historia del Vino
Los Vinos Blancos
¿Desea usted un vino blanco que sea una bebida refrescante o un néctar (una copa llena de perfumes intensos)?.
Los precios pueden servir de guía, pero dependen también del sitio en el que se encuentre: una locura en Nueva York puede ser un vino bastante ordinario en Italia.
El vino blanco puede presentar toda la gama de matices: desde extremadamente seco a muy dulce, pero resulta fácil clasificarlo en seis categorías principales.
Los vinos «ligeros y secos», que hay que beber cuando son jóvenes, rara vez se añejan en barrica de roble.
Se embotellan sin azúcares residuales y son pobres en extractos (los componentes que dan sustancia, o cuerpo, al vino). Estos vinos deben servirse fríos, solos o para acompañar alguna comida.
Los vinos blancos «secos y amplios» contienen más materia y, aunque se consideren técnicamente secos, poseen la dulzura de los frutos maduros. Son vinos que pueden haber envejecido en barrica y/o en botella.
Los vinos blancos más amplios normalmente pueden envejecer en botella.
Los vinos «aromáticos» proceden de determinadas variedades y pueden ser secos o semisecos.
Los vinos «semisecos» se suelen embotellar antes de que la totalidad de los azúcares de la uva se haya transformado en alcohol.
Su ligereza y su débil graduación alcohólica los hacen menos aptos para ser consumidos en compañía de platos consistentes.
Los más «dulces» de todos son los vinos intensamente concentrados, que se consumen lentamente porque su materia es compleja.
Algunos vinos se elaboran en diversos estilos: el oloroso jerezano, por ejemplo, puede ser seco o ligeramente abocado.
Un vino puede también diferenciarse de otro por la manera en que ha sido elaborado.
Es posible advertir estas diferencias cuando se comparan vinos que han sido fermentados o envejecidos en barricas con aquellos que no lo han sido.
El rioja tradicional, tinto o blanco, se cría en barrica, lo que le confiere su característico cuerpo y sus aromas de vainilla.
Pero las nuevas tendencias se decantan por no dejar envejecer exageradamente el vino en barrica para preservar su frutalidad.
Aunque los productores den a su vino el nombre de una variedad determinada, el estilo puede variar en función del clima y de los suelos de cada parcela.
Un chardonnay del Alto Adigio, en el norte de Italia, será vivo y fresco, con la acidez propia de las uvas maduras de una región fría, mientras que un chardonnay catalán será más amplio y con matices de frutas exóticas.
Muchos factores dependen también de las elecciones hechas por el productor.
Así, un riesling de Alsacia será generalmente seco, mientras que los riesling alemanes (salvo los denominados trocken) tienden a ser más bien dulces.
Como Leer las Tablas
Las tablas que pueden consultarse a continuación constituyen un listado de los vinos más fáciles de encontrar en el mundo agrupados según su estilo.
Se empieza por los más ligeros para continuar con los vinos de mayor contenido en azúcares residuales, con más carácter.
El nombre que se ha elegido para figurar en las tablas es por lo general el que se encontrará en las etiquetas: de todas formas es bueno saber que en determinados países el nombre de la región determina el estilo, mientras que otros ponen el acento sobre la variedad.
Las cifras que figuran a la izquierda de cada tabla indican la graduación alcohólica (aunque el contenido en alcohol puede variar ligeramente de un productor a otro y de una cosecha a otra)
Busque el nombre de un vino que le guste: los vinos que figuran al lado pueden tener aromas muy diferentes pero se trata de vinos de estilo parecido.
TABLA DE VINO BLANCOS EUROPEOS
Estas tablas son todo lo exhaustivas posible. Los nombres que figuran en ellas son los que aparecen por lo general en las etiquetas: nombre de la región (p. ej., Bergerac), clasificación (p. ej., Kabinett Trocken) o variedad (p. ej., pinot blanc).
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Clasificación de los Vinos Tintos
La mayoría de los vinos tintos están concebidos para que tengan un sabor seco. Los tintos varían en función de su densidad y de su astringencia.
Asimismo su vida tiene una duración muy diferente de la de los vinos blancos: algunos se elaboran para ser bebidos jóvenes —como la mayoría de los vinos blancos—, pero otros pueden envejecer durante decenas de años y mejorar poco a poco. Un vino tinto pensado para envejecer procura poco placer si se bebe joven.
Para los consejos sobre la edad en la que conviene beber cada vino, véase «La crianza en botella».
Entre los «rosados», en cambio, hay escasas diferencias: pocos son los que envejecen bien.
Se distinguen sobre todo por su mayor o menor dulzor.
Algunos, como el rosado de Anjou o el blush californiano, son ligeramente dulces; otros —la mayor parte de los rosados provenzales o españoles— son secos.
Los vinos tintos que pertenecen a la categoría «ligeros, afrutados, no envejecidos» deben beberse jóvenes.
Proceden por lo general de variedades como garnacha, gamay, cabemet franc y de otras que producen vinos poco tánicos (los taninos son el elemento esencial en el envejecimiento de los vinos tintos).
Los vinos tintos de «cuerno medio» configuran la categoría más numerosa, que incluye una importante cantidad de los vinos de buena calidad y la mayoría de los de calidad media.
Algunos pueden envejecer bien y pertenecen a la categoría de «vinos de guarda».
La categoría de «concentrados intensos» agrupa los vinos tánicos de aromas intensos, generalmente muy afrutados (sobre todo en América). La mayoría de estos vinos envejece bien.
Los vinos «de guarda» o para añejar provienen de regiones clásicas o de grandes cosechas de regiones menos conocidas que se han dejado envejecer en botella.
Estos vinos se clasifican aparte, porque su sabor, cuando están maduros, es muy distinto.
Los «especiales» de la tabla que puede consultarse en la página siguiente incluyen las excepciones a la regla que dice que la mayor parte de los tintos son secos.
Según la tradición mediterránea, estos vinos, elaborados a partir de uvas parcialmente desecadas -con una fuerte graduación de azúcar convertible en alcohol— son intensos y generalmente dulces.
En Italia, este estilo de vinificación recibe el nombre de passito o recioto.
Los vinos italianos etiquetados bajo el término liquoroso son, en cambio, vinos dulces naturales.
Ciertos vinos son difíciles de situar:
¿habría que incluirlos entre los «especiales» o son más bien vinos dulces naturales?.
Esto depende de la técnica de vinificación pero, en términos de gusto, no hay gran diferencia entre un vino elaborado a partir de uvas secadas al sol, pero no fortificados, y otro elaborado a partir de uvas cosechadas normalmente pero al que se ha agregado aguardiente.
Los vinos tintos pueden pasar de una categoría a otra según las cosechas: un buen año en una región clásica, como por ejemplo Burdeos o Borgoña, hará pasar a numerosos vinos de la categoría normal de «cuerno medio» a la de «llenos de personalidad, intensos».
Las variedades prestigiosas que constituyen la base de los tintos de Burdeos y de Borgoña (cabemet sauvignon y pinot noir) han sido plantadas intensivamente en el nuevo mundo —California, Washington, Oregón, América del Sur, Australia y Nueva Zelanda—, así como en numerosos países de la Europa del Este, a lo largo del Danubio y en los alrededores del mar Negro.
Estos vinos suelen ser de estilo corriente, casi siempre con buen cuerno, y pueden rivalizar con los vinos franceses típicos, sobre todo los de grandes productores y de buenas añadas producidos en California, Oregón y Australia.
En estas regiones, donde no existe un estilo tradicional, la elección del vino es complicada.
El resultado depende del vinificador, que puede cambiar de parecer de un año para otro.
Se recomienda en estos casos una lectura detallada de la contraetiqueta, que puede aportar buenas indicaciones.
TABLA DE VINO TINTOS EUROPEOS
HISTORIA Y FABRICACIÓN DE VINOS Y OTRAS BEBIDAS ALCOHOLICAS
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