Primeros Geógrafos de la Antiguedad y Los Mapas del Mundo
Primeros Geógrafos de la Antiguedad-Primeros Mapas
A pesar de los trabajos de los historiadores, no podemos conocer con absoluta certeza las biografías de los grandes hombres de los tiempos antiguos.
Todo lo que podemos decir con seguridad sobre el poeta griego Homero, es que vivió en el siglo IX a. J. C, que habitó posiblemente cerca o sobre las costas de Asia Menor, y que acaso fue el autor de la Illada y la Odisea.
De sus escritos, se puede deducir lo que sabía e imaginaba un hombre educado de aquellos tiempos sobre la forma de la Tierra.
Suponíase que la Tierra era una gran isla que se extendía en torno al monte Olimpo, morada de los dioses, en medio de un mar inmenso: el río-Océanos.
Poco se sabía del Mediterráneo occidental, no obstante los atrevidos viajes de los fenicios; se pensaba que dividía la tierra en dos partes.
Puede verse el mundo según la concepción homérica (siglo IX a. J. C).
El primer gran paso dado en el dominio de los conocimientos geográficos está estrechamente ligado al nombre de Herodoto, el "padre de la historia", que escribió, hacia el año 450 a. J. C, nueve libros en los que expuso todo su saber.
Atraído por los monumentos antiguos y por las costumbres exóticas, viajó por Grecia y Siria, Egipto y Mesopotamia, y por las tierras lejanas que bordean el norte del mar Negro.
En cada lugar que visitó, escuchó, sin duda, muchas historias y habló con mucha gente que habría viajado aun más lejos, y así pudo representarse la Tierra tal como se muestra en el dibujo de abajo.
Entre los navegantes de la época, fue famoso el cartaginés Hannon, quien en el año 490 a. J. C. salió al Atlántico y recorrió 2.600 millas por las costas de África.
En el siglo siguiente, Pytheas de Marsella llegó al Báltico y bordeó la costa de Noruega.
Mucho antes de la era cristiana, barcos con cereales hacían una travesía regular entre Alejandría y Roma, por la costa oriental del Mediterráneo, las islas del mar Egeo, la costa sur de Grecia, y pasaban más allá de Sicilia.
Entre los primeros geógrafos cabe destacar, en el siglo III a. C., a Eratóstenes de Cirene, el "padre de la geografía", y aún antes (siglo VI a. J. C.) a Hecateo de Mileto, el primero que dibujó un mapamundi.
En el siglo I, Strabón, geógrafo y gran viajero, pudo realizar un mapa de Europa, Asia y África; cien años después, Marino de Tiro y Ptolomeo de Alejandría comenzaron a hacer mapas de una manera diferente, en los que los lugares se localizaban de acuerdo con la latitud y la longitud.
Sólo quince siglos después de la muerte de Ptolomeo, se halló un método simple para calcular exactamente la longitud, y se advirtió que las líneas que aparecían en los mapas de Ptolomeo no eran exactas.
Sin embargo, cuando miramos un mapa suyo, podemos ver que comenzó a esbozar las formas de tierras y mares de manera bastante aproximada a como son en la realidad. Grecia, Italia, España y Portugal, la península arábiga, las Islas Británicas, el mar Mediterráneo y el mar Rojo, se reconocen perfectamente.
A pesar de que en el medioevo se difundieron muchas ideas fantasiosas sobre geografía, hubo quizá bastante gente que conocía los mapas de Ptolomeo, y a fines de esta época llegaron a constituir la guía infalible de los marinos.
A los primeros geógrafos les interesaba explorar los territorios desconocidos y describir los rasgos que observaban en los diferentes lugares. Estos geógrafos de la antigüedad realizaron largos viajes y anotaban sus observaciones sobre las tierras desconocidas que recorrían. Uno de los primeros mapas conocidos se realizó en una tabla de arcilla en Babilonia, hacia el 2300 a.C. Hacia el año 1400 a.C. se recorrieron las costas del Mediterráneo y se representaron en mapas las tierras exploradas.
DIBUJANDO MAPAS PARA LA NAVEGACIÓN:
Durante trece siglos después de Ptolomeo, los marinos de Europa occidental (a excepción de los nórdicos, de quienes trataremos más adelante) realizaron pocos viajes importantes y ningún descubrimiento de nuevas tierras.
Continuaron basándose en Ptolomeo y, además, en la experiencia y el azar, para ir de un puerto a otro.
Pero a fines de dicha época se comenzó a conocer más sobre la teoría y práctica de la navegación, y hubo también un nuevo incentivo para los descubrimientos.
Los europeos aprendieron de los musulmanes a hacer mejores astrolabios (instrumento para medir el ángulo de elevación de las estrellas); y conocieron la brújula, cuya aguja apunta siempre bastante aproximadamente al norte.
Más tarde el Imperio Musulmán se apoderó de la franja de tierra que separa el mar Mediterráneo del mar Rojo, y así cerró la vieja ruta que conducía de Europa a las islas del Asia oriental, ricas en especias.
Marinos aventurados se pusieron a la búsqueda de nuevos caminos, y comenzó así la gran época de los descubrimientos, con el viaje de Colón hacia el Nuevo Mundo y el de Vasco de Gama alrededor de África, ambos atraídos por las especias orientales.
En los años siguientes, ya los viajes realizados por los marinos demostraban la redondez de la Tierra, y durante los tres siglos que siguieron fueron exploradas las costas de todos los continentes.
Había ahora más necesidad que nunca de revisar el mapa del mundo, de actualizarlo y presentarlo de la manera más útil para uso de aquellos que más lo precisaban: los marinos.
Es completamente imposible mostrar sin deformarla en una simple hoja plana de papel, la totalidad de la superficie esférica de la Tierra (para advertirlo basta con el intento de aplanar una pelota de goma rota).
• ►Gerardo Kremer, Mercantor
El hombre que resolvió este problema de la manera más satisfactoria para los marinos fue Gerardo Kremer, que más tarde tomó el nombre de Mercator.
A principios del siglo XVI fue empleado por el emperador Carlos V para dibujar mapas con fines militares, y desde entonces dedicó el resto de su vida a la cartografía.
Realizó un mapa de Flandes en 1540, uno de Europa en 1554 y otro sobre el mundo conocido en 1569.
Se dio cuenta de que a un marino no le interesan especialmente las medidas de las tierras que visita; lo que debe saber es la ruta exacta que ha de tomar para ir de un punto a otro.
Y en el mar, la distancia más breve entre dos puntos no es precisamente la línea recta.
Lo es, en cambio, un arco que forma parte de un gran círculo, que se puede dibujar sobre la circunferencia de la Tierra.
Pero si un capitán quiere navegar con dirección N.O. a lo largo de un gran círculo, no tiene para ello gran ayuda si el camino aparece en el mapa como una línea curva.
Puede orientarse mejor si éste se representa por una línea recta.
Él método empleado para hacer posible tal cosa se llama proyección.
La proyección de Mercator tuvo éxito.
Las líneas de latitud aparecen paralelas (como realmente son) y lo mismo se hace con las líneas de longitud (aunque en realidad no lo son de ninguna manera, sino que convergen del ecuador hacia los polos).
Además, el mapa de Mercator muestra una distancia mayor entre los paralelos cercanos a los polos que entre los cercanos al ecuador.
Como resultado de todo esto, un marino que quiere navegar con rumbo N.O., puede dibujar en el mapa una línea recta con dicha dirección, y realmente marcará el curso que debe seguir.
Pero ningún mapa plano ni planisferio puede tener todas las virtudes.
La proyección de Mercator exagera las medidas y distancias cercanas a los polos en comparación con las medidas y distancias cercanas al ecuador.
Actualmente hay muchas otras proyecciones en uso.
Entre otras, se encuentran las de Bonne, Mollweide, Flamsteed y Gall. Pero es a Mercator a quien debemos el primer planisferio digno de confianza.
Ver: Primeros Mapas
Ver: Antigua Concepción del Mundo
Fuente Consultadas:
Mundorama Geografía General - El Sistema Solar - Edit. Quevedo S.R.L.
El Universo Para Curiosos Nancy Hathaway Edit. Crítica
El Mundo y El Tiempo Globerama Edit. CODEX