Fundación de Salta y Jujuy Historia Primeras Ciudades del Virreinato
Historia de la Fundación de Salta y Jujuy : Primeras Ciudades del Virreinato
En 1563 la región del Tucumán pasó a depender del virrey del Perú y, en lo judicial, de la audiencia de Charcas.
De esta forma el Consejo de Indias dio por terminado el pleito de jurisdicciones generado años atrás entre el núcleo fundacional de Santiago de Chile y Lima.
Las provincias del noroeste argentino quedaron reunidas en la Gobernación del Tucumán.
Dentro de esta concepción geopolítica y de la necesidad de contar con un contrafuerte defensivo para las caravanas mercantiles que transitaban la ruta Charcas-Lima, deben entenderse los distintos intentos de establecer fundaciones en los actuales valles de Lerma y de Jujuy durante la segunda mitad del siglo XVI.
Hacia 1580 el tramo comprendido entre Tucumán y Potosí seguía sin poblar.
En estas circunstancias don Hernando de Lerma, recién electo gobernador del Tucumán, fundó en el valle de Salta el 16 de abril de 1582 la ciudad de San Felipe de Lerma, en honor al rey Felipe II, de quien había recibido su nombramiento.
Los primeros pobladores a quienes don Hernando repartió mercedes y encomiendas fueron habitantes de Santiago del Estero, San Miguel y Córdoba.
A pesar de que la ciudad había quedado emplazada entre pueblos menos belicosos que los calchaquíes, los comienzos fueron difíciles.
En parte se debe a Juan Ramírez de Velazco, sucesor de Lerma, la subsistencia de la nueva ciudad, que aseguró trayendo pobladores de La Plata, además de introducir ganado y formar estancias.
Fue este gobernador quien volvió a dar impulso a los proyectos de poblar el valle de Jujuy, tarea que concretó el capitán Francisco de Argañaráz un Sábado Santo, 17 de abril de 1593.
Cabildo de Salta
El Cabildo de Salta
El emplazamiento, la actual capital de Jujuy, ya se ha visto, recibió el nombre de San Salvador de Velazco.
Fueron estas fundaciones verdaderos oasis con poblados indígenas alrededor organizados en encomiendas de pastoreo y laboreo.
Cuando se creó el Virreinato del Río de la Plata, Salta pasó a ser capital de la gobernación de Salta del Tucumán y comprendió las actuales provincias de Salta, Jujuy, Catamarca, Tucumán y Santiago del Estero, además de una porción del Chaco Gualamba, la región occidental de las actuales Chaco y Formosa.
La guerra con las tribus de esta región perjudicó especialmente a los estancieros fronterizos, pero pasadas estas rebeliones hubo un mejoramiento general de la situación económica de la región debido al impulso dado al cultivo de caña de azúcar y de algodón, pero fundamentalmente por estar ambas ciudades en el camino a Potosí.
Jujuy era el sitio donde las mercaderías eran cargadas a lomo de muía -unas 8000 cabezas anuales salían para Perú- y fue hasta 1778 la sede de las cajas matrices de la real hacienda, donde se depositaban los aportes fiscales de la gobernación.
Producidos los hechos de Mayo, ambas ciudades reconocieron a la Junta y fueron protagonistas de la guerra revolucionaria.
En la misma plaza donde Argañaraz levantara el rollo fundacional, se juró la bandera tres siglos después, un 25 de mayo de 1812.
Imposible olvidar el éxodo obligado de la población jujeña en el amanecer del 23 de agosto ante el avance realista que ocupó la ciudad casi seis meses.
La batalla de Salta, el 20 de febrero de 1813, fue una de las mas cruentas del ciclo de las guerras de la independencia y se desarrolló en las inmediaciones de la ciudad, hoy el Campo de la Cruz.
Las tropas realistas se atrincheraron en el casco urbano hasta la rendición de su jefe Pío Tristán, que se produjo en el solar que hoy ocupa el Colegio Manuel Belgrano.
En 1814, por disposición del director supremo Gervasio Posadas, Salta adquirió su entidad provincial. Comprendía su territorio la actual provincia de Jujuy y el oeste de Chaco y Formosa.
En 1816, llegó a tener salida al Pacífico por la voluntaria integración de la región de Atacama.
Desde 1810 el cabildo de San Salvador, como otros del virreinato, sostuvo el derecho de los jujeños a pedir la autonomía.
Los motivos de desavenencias se remontaban a los días de la colonia e incluían pleitos entre familias tradicionales por tierras y mercedes dada a los primeros pobladores salteños en el valle de Jujuy.
Lo cierto fue que, recién cuando desapareció el peligro realista después de Ayacucho, Jujuy pudo encarar el camino hacía la separación como provincia autónoma.
Pudo entonces manejar en provecho propio la difícil situación del gobernador de Salta frente a los deseos hegemónicos del tucumano Alejandro Heredia en el noroeste.
En las primeras horas del 18 de noviembre de 1834, en la entonces Sala Municipal de San Salvador se votó por unanimidad la declaración de autonomía con respecto al gobernador de Salta.
Convinieron también que la acción debía ser confiada al teniente de gobernador, coronel José María Fascio, quien de acuerdo con los deseos de la mayoría reunida asumió el cargo de gobernador de la flamante provincia.
El reconocimiento de la Legislatura de Salta recién tuvo lugar luego de un encuentro armado entre las tropas de Fascio y las salteñas.
Un párrafo aparte merece José María Fascio.
De origen español, este militar se desempeñó al servicio de los jefes realistas en el Alto Perú entre 1816 y 1825 y protagonizó muchas de las numerosas invasiones a las provincias del noroeste.
Al producirse la batalla de Ayacucho, se plegó a la causa patriota y se trasladó a Jujuy, donde tramitó la adopción de la ciudadanía argentina y donde se inició en la función pública hasta llegar a teniente de gobernador interino.
Fue hasta mayo de 1836 el primer gobernador de la flamante provincia de Jujuy.
CRONOLOGÍA DE JUJUY:
1536 Diego de Almagro recorre la actual Punajujeña.
1543 Diego de Rojas en Chicoana.
1561 Gregorio Castañeda funda la ciudad de Nieva.
1575 Pedro de Zarate funda San Francisco de Álava.
1593 El 19 de abril, Francisco de Argañaraz y Murguía funda San Salvador de Velazco en el Valle de Jujuy.
1630 Primer alzamiento calchaquí.
1657 Pedro Bohórquez encabeza una nueva rebelión calchaquí.
1756 Los jesuitas fundan la reducción de San Ignacio.
1781 La rebelión de Tupac Amaru se extiende a Jujuy.
1810 Primera invasión realista.
1812 Se produce el «éxodo jujeño». Pío Tristán entra en Jujuy. Seis meses después, el general Manuel Belgrano retoma la ciudad.
1814 Los realistas ocupan Jujuy. Hostigados por Quemes, los «godos» se retiran.
1834 El teniente coronel José Mana Fascio proclama la autonomía de Jujuy.
1856 Se instala la primera imprenta, donde se edita El orden, el primer periódico jujeño.
1862 Un terremoto sacude a San Salvador de Jujuy.
1942 Se inicia la explotación de hierro en la mina Nueve de Octubre, en Zapla.
1945 Primera colada en Altos Hornos Zapla.
1969 Descubrimiento de petróleo en Caimancito.
1972 Comienza a funcionar la Universidad de Jujuy.
Fuente Consultada:
Historia Argentina Tomo I Desde La Prehistoria Hasta 1829 Nota de María Cristina San Román