Gobierno de Isabelita Maria Estela Martinez y Acciones Guerrilleras

Gobierno de Isabelita María Estela Martinez y Acciones Guerrilleras

Gobierno de Isabelita Maria Estela Martinez La muerte de Perón dejó sin control al conjunto de fuerzas que habían coexistido conflictivamente bajo su liderazgo.

Cierto es que la ruptura entre las facciones peronistas (la izquierda y la derecha) había alcanzado un punto sin retomo antes de julio de 1974.

Pero cierto es también que la muerte de Perón privó al gobierno de una conducción legítima y aceptada por el conjunto del peronismo, que pudiera reformular los acuerdos políticos y sociales para asegurar la gobernabilidad del país.

En su lugar, ejerció una vacilante dirección su viuda, acompañada y aconsejada por el cada vez mGobierno de Isabelita Maria Estela Martinez ás influyente Ministro de Acción Social y secretario privado de Perón, José López Rega (imagen).

El lopezrreguismo fue aumentando su influencia directa en las decisiones y el 3 de enero de 1975 el Brujo fue nombrado secretario privado de la Presidencia, conservando su cargo de ministro. Todo pasaba por sus manos.

Además del entorno presidencial, el otro factor de poder en el seno del gobierno era el sindicalismo.

Los sindicatos se sintieron relevados de los compromisos que habían asumido en 1973 y se dedicaron a deshacer el diseño político trabajosamente armado por Perón.

Poco después de la muerte de Perón, la dirección de la CGT pasó a manos de sindicalistas que creían que el movimiento obrero debía entrar en la etapa política abierta con la muerte del presidente libre de viejos compromisos con el gobierno.

Los nuevos compromisos que la nueva dirigencia negoció con el gobierno apuntaban a la reformulación del Pacto Social y al desplazamiento de los líderes sindicales y políticos opositores al oficialismo cegetista.

La concesión de la renegociación del pacto social desencadenó la renuncia de Gelbard.

Esta reorganización del gobierno, que llevó a López Rega a la cúspide de su poder fortaleció a la burocracia sindical, coincidió con un recrudecimiento de la violencia.

Hacia mediados de 1975, el conjunto de acuerdos que Perón había articulado y que habían constituido el eje de su proyecto de institucionalización política, habían fracasado y el país parecía marchar sin rumbo.

La llegada de Celestino Rodrigo al Ministerio de Economía agudizó aún más los problemas.

Con el apoyo de López Rega, Rodrigo adoptó una serie de medidas, conocidas como el “Rodrigazo” —devaluación del peso entre un 100% y un 160%, incremento del 181% en el precio de la nafta y del 75% en los precios del transporte, y otras medidas similares— que tuvieron como efectos inmediatos una aceleración brusca de la inflación y una crisis política.

En los casi veinte meses del gobierno de María Estela Martínez de Perón —que incluyen los dos breves períodos de licencia por enfermedad—, la decisiva cartera de Economía fue ocupada, sucesivamente, por José Gelbard, Alfredo Gómez Morales, Celestino Rodrigo, Pedro J. Bonanni, Antonio E Cafiero y Emilio Mondelli.

Otros tantos hubo en Interior: Benito Llambí, Alberto L. Rocamora, Antonio J. Benítez, Vicente Damasco, Angel E Robledo y Roberto A. Ares.

En total, treinta y seis ministros desfilaron por los ocho ministerios.

La crisis política culminó con el desplazamiento de Rodrigo (imagen izq.) y de López Rega, provocados por una exitosa huelga general declarada por la CGT.

Isabel Perón se alejó temporariamente del gobierno, que quedó en manos del presidente del Senado, Ítalo Luder.

El ministro de Economía, Antonio Cafiero, apoyado por la CGT, procuró infructuosamente controlar la inflación.

El retorno de Isabel Perón a la presidencia, la crisis interna del peronismo, la agudización de la violencia política, y la falta de colaboración —en muchos casos, abierta oposición— del empresariado y las Fuerzas Armadas, quitaron al gobierno toda base de apoyo.

María Estela Martínez de Perón, también llamada “Isabel” o “Isabelita”, asumió la presidencia de la República, luego de la muerte de Perón.

De inmediato, apareció como figura principal su secretario privado, López Rega.

La influencia de López Rega empezó a hacerse evidente en todos los aspectos de la política del gobierno.

ACCIONES GUERRILLERAS:

El ERP continuó atacando cuarteles y decidió crear un frente guerrillero rural, en la provincia de Tucumán.

Hasta ese momento, los diferentes grupos guerrilleros habían centrado su actividad en las ciudades, la creación de una guerrilla rural respondía a la estrategia de formar un ejército revolucionario que pudiera enfrentar a las fuerzas armadas oficiales, vencerla y tomar el poder e instalar un gobierno socialista,, tal como había sucedido en, Cuba y Vietnam.

La elección de Tucumán respondió a que la geografía ayudaba a este tipo de prácticas y tradición de lucha del pueblo de esa provincia, Mario Roberto Santucho, jefe del ERP, pensaba que el gobierno, primero el de Perón y luego el de su mujer, eran incapaces de solucionar loa problemas del país, y que esa situación iba terminar con un golpe de Estado.

A partir de momento, el pueblo vería el accionar guerrillero como la única forma de transformación y sumaría masivamente al ERP; para ello, debía existir un grupo entrenado para servir de vanguardia.

Nació así la compañía de monte “Ramón Rosa Jiménez”, en junio de 1974.

La cantidad de sus integrantes y la calidad de sus acciones militares fueron exageradas tanto por el ERP en su afán propagandístico, como por el Ejército para justificar su participación en la represión.

En un primer momento, fueron efectivos de la policía tucumana y de la Federal los que intentaron reprimir a los guerrilleros, accionar que se desarrolló prácticamente en secreto.

A comienzos de 1975, el decreto 261 del Poder Ejecutivo Nacional encargó la lucha antisubversiva al Ejército y le ordenó “neutralizar y aniquilar la acción de los elementos subversivos” en la provincia de Tucumán.

En octubre de ese año, este decreto se haría extensivo a nivel nacional. La Triple A, que ya se había cobrado más de 500 víctimas, lanzó una campaña intimidatoria en todo el país.

Sus destinatarios fueron artistas, escritores, cantantes, periodistas y actores que no gozaban de la simpatía de López Rega o eran opositores al gobierno.

Aparecieron las llamadas “listas negras”.

Figurar en ellas significaba no poder trabajar y, además, una amenaza de muerte, Comenzó, de esta manera, la ola de exilios.

Frente a todos estos hechos, el Estado mantuvo una pasividad que se confundía con la complicidad.

Investigaciones judiciales posteriores demostraron que la Triple A funcionaba en las oficinas del Ministerio de Bienestar Social, a pocos metros de la Casa Rosada.

El financiamiento de los operativos provenía de fondos estatales y las órdenes eran invariablemente decididas por López Rega y miembros de las fuerzas de seguridad.

En las Fuerzas Armadas volvió a tomar vigor la “doctrina de la seguridad nacional”.

• ►ISABELITA:

A partir de la desaparición del líder, Isabelita empuñó el bastón de mando, pero en realidad quien dirigía sus pasos era López Rega, que se había transformado en el poder detrás del trono.

Inepta para resolver los múltiples problemas de gobierno, Isabel solo atinaba a enfermarse en forma reiterada.

Su personalidad inestable la hacia caer en actitudes contradictorias.

La violencia —decía— busca sacar las Fuerzas Armadas a la calle, pero no lo voy a consentir. Soy una mujer frágil pero tengo carácter. (8-10-74).

Pero meses más tarde se firmaba el decreto que ordenaba a las Fuerzas Armadas aniquilar a subversión.

Otras veces apelaba a actitudes contemporizadoras, como cuando pidió a los líderes sindicales en la CGT: "no me lo silben mucho al pobre Mondeli”, su sexto ministro de Economía.

A pesar de haber sido la primera mujer que en América llegó a la presidencia de una república, no se distinguió por defender los derechos de sus congéneres.

Muy por el contrario, fue ella quien vetó la ley de patria potestad compartida aprobada por el Congreso, “porque era muy izquierdizante".

También apoyó a López Rega cuando este, en aras de una “Argentina Potencia” de por lo menos 50 millones de habitantes para el año 2000, prohibió el uso libre de anticonceptivos.

Unas horas antes de ser derrocada por el golpe de Estado, festejaba con unas masitas y bocaditos el cumpleaños de una empleada suya en la Casa Rosada.

Al subir al helicóptero que debía llevarla a Olivos, los militares le comunicaron que quedaba detenida.

El deterioro del gobierno de Estela Martínez de Perón había creado un vacío de poder de difícil solución.

Las continuas huelgas, muchas de las cuales eran Impulsadas por los frentes sindicales de las organizaciones armadas; el shock económico producido por la devaluación del peso del orden del 4% para el dólar comercial y del 100% para el financiero, impulsado por el ministro de Economía Celestino Rodrigo, son algunas muestras del complejo escenario político, económico y social de la Argentina de esos años.

Agravado por el cierre de la Comunidad Económica Europea a las carnes argentinas, ocurrido en julio de 1974.
A ello deben agregarse: los ataques de las organizaciones terroristas y su acción de agitación, que dejaba un asesinato cada 5 horas y un atentado con explosivos cada tres horas.

El desabastecimiento de productos básicos que sufría la población debido al congelamiento de precios; la aparición del mercado negro, y la inflación que trepó al 538% para el mes de agosto

. Los aumentos de precios implicaban una inflación anual del orden del 3.000% y la tasa de inflación de marzo de 1976 extrapolada al año resultaba superior al 17.000%. Todo ello mantenía al gobierno en una profunda crisis que lo llevó a cambiar un ministro cada 25 días.

(Fuente Consultada: Los llaman "Jóvenes Ideaslistas" de Victoria Villaruel)

La Visión Inglesa: [...] en marzo de 1976, la sociedad y el Estado estaban al borde del colapso que el terrorismo comenzó al final de los años 60 y había alcanzado proporciones que hacen los se cuestros en Alemania Occidental y los disparos a las piernas de Italia como juegos de niños contra la sociedad. En parte porque tuvo muchos problemas, la Argentina fue lenta para responder decisivamente al terrorismo [...]. Los terroristas italianos y germano-occidentales no pueden ser comparados con la fuerza y la ferocidad de los grupos argentinos [...].

Los terroristas de la Argentina casi controlaron el corazón de una provincia montañosa, asaltaron cuarteles militares . capital provincial armas en mano y virtualmente tomaron a veces, distritos enteros de ciudades.

Ellos "ejecutaron" a 14 oficiales del Ejército en las calles du rante 1974, mientras un gobierno elegido democráticamente es taba en el poder, secuestraron a centenares de hombres de ne godos, balearon a muchos líderes sindicales y sacerdotes opuestos a su acción, y durante años estuvieron colocando bombas en cafés, hoteles, supermercados, diarios, fábricas, en posiciones, instalaciones militares, elevadores de granos.ae ropuertos, casas de familia y estaciones de policía.

Publicado por The Times de Londres en La Nación, 2 de dic. 1971

Origen de
Los Montoneros
El Golpe de
1976
Terrorismo de
Estado
Tercer Gobierno De
Juan Perón

Fuente Consultada: Emiliana López Saavedra en Nuestro Siglo (1994)

Enlace Externo: La Misteriosa de Vida de Isabel Perón


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