La Trata de Negros: El Negocio de la Venta de Esclavos en América
La Trata de Negros:El Negocio de la Venta de Esclavos en América
La trata de negros, consecuencia de la mortalidad que hizo estragos entre los indios, y también, de manera imprevista, de las campañas emprendidas en favor de ellos, data de principios del s. XVI.
América tenía necesidad par sus plantaciones tropicales de aquella mano de obra tan resistente, y todo el mundo, desde la iglesia al rey de España, aprobó la deportación de los africanos.
En 1650, eran ya une 100.000 los llegados al Nuevo Mundo.
Un tráfico antiguo la idea de ir a buscar esclavos a la selva no era ni nueva ni europea.
Las flotas egipcias de la Antigüedad secuestraban ya a los negros que vivían en las proximidades del mar Rojo.
A partir del s. VIII, los árabes llegaron a hacer de eh. ana especialidad. Saliendo de Sofala o de Zanzíbar, establecimientos instalados en la costa africana oriental, los esclavos convergían hacia, la isla de Socotora, de donde eran reexpedido hacia Egipto, Persia o la India.
Maltrato Blanco a los Negros Esclavos
Otros musulmanes hacían atravesar a sus cautivos, en larga columnas, el desierto del Sahara, antes de proceder a venderlos en los puertos del Maghreb
Los negros en América En Occidente, la trata comenzó a finales di la Edad Media. Los primeros cargamentos de mano de obra negra llegaron a Lisboa en 1444 y fueron empleados en las grandes propiedades.
En el curso de sus viajes, Vasco de Gama comenzó a traerse algunas «muestras» a Portugal. Cuando América se abrió a los esclavos africanos, Portugal, que desde el Tratado de Tordesillas tenía las manos libres en África, se convirtió en el primer proveedor.
El monopólico de este tráfico le fue concedido inicialmente por el rey de España mediante un contrato, el de asiento, que después sería cerrado con los holandeses, los franceses y, más tarde todavía con los ingleses.
En todo el flanco norte de Europa se amasarían, de tal manera, fabulosas fortunas con esta nueva forma de comercio.
Los historiadores dudan sobre la importancia que tuvo la trata de negros en dirección a los países musulmanes.
La realidad es que no se encuentran huellas apreciables en las actuales poblaciones del Próximo Oriente.
Aunque esto sea así, no cabe duda de que la demanda de esclavos existía en Arabia, que también servia de foco de atracción en lo referente a las exportaciones destinadas a Persia o a la India.
Y así, se estima que fueron cerca de dos millones por siglo los esclavos deportados durante la Edad Media, entre los procedentes del Sudán y los de los puertos del Magreb.
La trata árabe recuperó todo su anterior vigor en el s. XIX, cuando se puso fin al tráfico europeo.
La madera de ébano Los negreros sustituyeron pronto el aprovisionamiento por la captura directa.
En efecto, preferían entenderse directamente con los reyezuelos indígenas, que les vendían sus prisioneros de guerra y, a veces, hasta sus propios súbditos.
Como la demanda crecía sin cesar, las expediciones debieron internarse cada vez más profundamente en la selva. Empezaban por enmudecer a los «tam-tam» de alerta, y a continuación ponían cerco al poblado.
Comenzaba entonces para las familias cautivas una marcha agotadora hacia un océano cuya existencia ignoraban a veces.
En la playa, los prisioneros eran entregados a los hombres blancos, a cambio de tejidos, de armas o de caballos, a razón de uno por cada diez esclavos.
Una vez examinados por el cirujano de a bordo, marcados con hierro al rojo y encadenados de cuello, pies y manos, los negros eran hacinados en el navío que partía para América.
La duración del viaje, cuando el tiempo era favorable, variaba de 35 a 50 días, según que el destino fuera Pernambuco o Río.
Una vez llegados a puerto, los esclavos que habían sobrevivido a la travesía eran reunidos en un campamento, donde reposaban, se limpiaban y sanaban antes de la venta de remate.
De tal manera, eran objeto del mismo tipo de comercio que cualquier especie de animales: varilaciones de los cambios, compras especulativas, comisiones a intermediarios,etc.
¿Cuántos negros fueron deportados?
El número total de esclavos negros es difícil de evaluar.
Parece que fueron más de 12 millones los africanos deportados de África a América entre los s. XVI y XIX. Solamente entre 1735 y 1785, Carolina del Sur dio acogida a unos 45.000.
La esclavitud fue también muy importante en los países árabes, y duró hasta el s. XIX. Cerca de 18 millones de negros se vieron arrancados, de tal manera, de las regiones comprendidas entre el Nilo y el Níger.
Estas impresionantes cifras explican por sí solas que África fuera el único continente en el que la población no aumentó entre los s. XVI y XIX. La demografía africana llegó a conocer un descenso entre 1750 y 1850.
¿Cómo eran transportados?
Los traficantes utilizaban las más de las veces navíos de carga acondicionados para la trata. Los mejor equipados eran los portugueses, pues sus carabelas podían transportar hasta 500 esclavos. Sobre navíos más pesados, los holandeses no solían cargar a más de 300.
Encadenados, durante el trayecto, los negros iban tumbados en entrepuentes cuya altura nunca excedía de 1,50 m.
Las condiciones higiénicas resultaban atroces, y las epidemias fueron muy numerosas. La alimentación, formada por los llamados «víveres de negros», se componía sobre todo de habas, arroz y mandioca.
La trata no comenzó con la llegada de los mercaderes europeos. Desde muchos siglos antes, la esclavitud era una práctica corriente entre los africanos.
Prisioneros de guerra, condenados de derecho común y deudores, eran vendidos como esclavos.
Pero, a pesar de que fuesen tratados como inferiores, éstos no dejaban nunca de formar parte de la comunidad.
En efecto, podían volver a comprar su libertad, así como cultivar un particular pedazo de tierra.
Al integrarse a estas prácticas ancestrales, los europeos las destruyeron, provocando la decadencia de las sociedades africanas?
¿Qué era el comercio triangular?
Era la forma más lucrativa del comercio marítimo. Bajeles de Nantes, Amsterdam o Liverpool salían de Europa cargados de pacotilla, e iban en busca de un cargamento de negros a las costas de África.
A continuación se dirigían hacia las «Islas» (Antillas), Brasil o América del Norte.
Con el producto de la venta de los esclavos negros, los barcos cargaban sus bodegas de azúcar, de ron, de café y de cacao, que a continuación eran vendidos en Europa.
A pesar del 30 por 100 de esclavos que por término medio se perdía, el comercio triangular supuso fabulosos beneficios a sus comanditarios, y constituyó la fortuna de los puertos franceses del litoral atlántico.
¿Se mezclaron los negros con los americanos?
La América anglosajona era resueltamente hostil a las mezclas de razas, pero los españoles y portugueses toleraron siempre el mestizaje. Los colonos que llegaban a las nuevas tierras sin mujer tomaban esposa o concubinas entre las indias o las negras.
De ello resultó una asombrosa mezcolanza de poblaciones y numerosos grupos de individuos de «sangre mezclada», que eran despreciados en mayor o menor medida.
El hijo de un español y una negra era un mulato; el de una negra y un indio, un lobo; el de un español y una india, un mestizo, etc.
¿Quiénes eran los «voluntarios»?
Otro tipo de mano de obra que era posible encontrar, sobre todo en las Antillas y en la América del Norte, fueron los «voluntarios”.
Con frecuencia se trataba de franceses desprovistos de recursos que recibían de un «armador el préstamo del precio de su viaje a Quebec o a las «Islas».
A cambio, quedaban obligados a trabajar en las tierras de un propietario de plantación durante tres años, tiempo durante el cual no eran retribuidos.
Muchos fueron los que se comprometieron a tal acuerdo de manera colectiva, y algunos de ellos se desplazaron con sus mujeres y sus hijos.
¿Se evadían los esclavos?
Muchos esclavos de América prefirieron la huida a la servidumbre, y se internaron en el corazón del continente o de las «Islas». Se les llamó «cimarrones».
Retornados a la vida salvaje, reconstruyeron en plena jungla verdaderas tribus fundadas sobre la caza y la pesca. que pronto simpatizaron con los indios.
En América del Norte, los esclavos intentaban franquear la frontera que separaba los Estados libres de los Estados esclavistas.
Para ello utilizaban el underground railroad, red de ratas secretas por las que los conducían los especialistas. Se estima en unos 75.000 el número de los que utilizaron dicha red en la primera mitad del s. XIX.
¿Eran seres primitivos los negros?
Unánimemente despreciados, los negros ocupaban la parte más baja de la escala en la jerarquía social colonial.
Sin embargo, los antropólogos han podido establecer que los esclavos procedentes de los pueblos bantú y sudanés eran con frecuencia más civilizados que la mayoría de los indios.
Mientras que los aztecas y los incas, por ejemplo, seguían en la edad de bronce, los africanos trabajaban ya el hierro.
Y mientras que muchas tribus americanas vivían de la recogida de frutos, los negros eran agricultores.
Mezcla de animismo y de Islam, la cultura africana resultaba, de hecho, muy compleja y su riqueza se revelaba, sobre todo en la música, más profunda y menos afectada que la de los indios.
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