Biografia de Husserl Edmund:Obra Literaria Sobre Fenomenologia

Biografía de Husserl Edmund:
Padre de la Fenomenología

Husserl era de origen judío y nació en 1859 en Possnitz, Moravia, que entonces era provincia austríaca.

En Viena estudió matemáticas y se doctoró en 1883 con una tesis sobre el cálculo de las variaciones.

A través de las matemáticas llega a la filosofía y en 1891 presentó otra tesis sobre la filosofía de la aritmética.

Inició su carrera universitaria como profesor en Halle.

Desde 1901 a 1916 enseñó en Gotinga y de 1916 a 1928 en Friburgo de Brisgovia.

Dirigió todo su esfuerzo a la fundación de una nueva filosofía, o mejor, a la funda-mentación de la filosofía como ciencia estricta, a la que llamará «fenomenología».

Esta idea le vino a Husserl al conocer, a través de Franz Brentano, la idea escolástica de «intencionalidad».

Sin embargo, a ambos pensadores les separa una profunda diferencia.

Brentano pretendía renovar la filosofía manteniéndose en el terreno de la psicología empírica, mientras que Husserl sólo ve posible la salvación de la filosofía convirtiéndola en una ciencia ideal, como las matemáticas.

Husserl intenta resolver el problema de como justificar filosóficamente la existencia de un mundo objetivo y común.

Para ello tiende un puente entre la conciencia y lo objetivo a través de la idea de intersubjetividad.

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De origen judío, fue víctima del antisemitismo y desposeído de su cátedra en Friburgo (1928). Discípulo de Brentano, desarrolló sus investigaciones en el campo de la fenomenología.

Su obra intenta analizar y conocer la experiencia inmediata a través de los actos de la conciencia, que él denominó vivencias, precisando las distintas formas en que esa experiencia se presenta al sujeto.

Al objeto conocido lo llamó noema y a la conciencia de ese conocimiento noesis, que puede adoptar formas como la percepción, el recuerdo, el deseo o la necesidad.

Entre sus obras principales destacan Investigaciones lógicas (1901), La filosofía como ciencia rigurosa (1911) e Ideas directrices para una fenomenología (1913).

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Esboza algunos temas de la nueva ciencia, de la fenomenología, en su obra Investigaciones lógicas, publicada en 1900 y 1901.

Pero es en 1911 cuando precisa su programa de trabajo, en una especie de manifiesto titulado: La filosofía como ciencia rigurosa.

En 1913 publica las Ideas para una fenomenología pura y una filosofía fenomenologica, que constituye el primer volumen de los «Anales de filosofía y de investigaciones fenomenológicas», en los que aparecerán todos los trabajos de la escuela.

En esta obra, que está en la línea de las Investigaciones lógicas, introduce Husserl una dirección lógico-trascendental que es característica suya, pero que no siguen la mayor parte de los demás fenomenólogos.

En 1929 publica Lógica formal y lógica trascendental.

En 1931 pronuncia cuatro conferencias en la Sorbona que aparecen con el título de Meditaciones cartesianas.

En 1936 se edita la obra titulada La crisis de las ciencias europeas y la fenomenología trascendental.

Paralelamente, y siempre con el visto bueno del maestro, sus discípulos publican algunos de sus cursos.

Así, por ejemplo, Heidegger publica en 1928 las Lecciones sobre la fenomenología de la conciencia interna del tiempo, y Landgrebe, en 1939, Experiencia y juicio.

Husserl murió en 1938. Dejó una cantidad enorme de manuscritos que se conservan en Lovaina, donde fueron transportados personalmente, sorteando toda clase de dificultades a causa de la guerra, por Van Breda.

Estos documentos están en curso de publicación, pese a las grandes dificultades de interpretación que presenta el pensamiento de Husserl.

La primera dificultad proviene de que todas sus obras son programas o introducciones porque consideraba que la fenomenología sólo podía constituirse por el trabajo de un equipo de investigadores y que la plena realización de semejante obra exigiría probablemente más de un siglo.

Además, y ésta es otra dificultad no despreciable, los diferentes programas no concuerdan, porque el pensamiento de su autor va evolucionando. Constituye un tercer inconveniente el hecho de que el vocabulario no está fijado, lo que da lugar a numerosas discusiones exegéticas.

Tratar de exponer en forma exhaustiva el pensamiento difícil y profundo de Husserl no es nada fácil, pero sí que intentaremos señalar sus líneas generales.

Como indican los títulos de algunas de sus obras, fue un filósofo técnico, básicamente interesado en cuestiones de lógica y metodología.

Se propuso hacer de la filosofía una ciencia en el sentido estricto de la palabra, una ciencia distinta de las ciencias empíricas, cuyos resultados son siempre provisionales y están constantemente sujetos a revisión.

El método elaborado por Husserl para alcanzar este propósito es la fenomenología.

La fenomenología supone una ruptura total con la concepción clásica del quehacer filosófico, que intentaba siempre una «deducción» sistemática, una reconstrucción intelectual y coherente del dato a partir de ciertos principios.

El supuesto constante es aquí que no puede comprenderse ni saberse algo, que no es posible dar cuenta de un término concreto o de un ser singular, sino es integrándolo en la totalidad.

Por el contrario, el proyecto fenomenología) implica más un interés de «mostración», de explicitación de las estructuras «implícitas», que un deseo de demostración ilusoria.

El filósofo, pues, ya no se toma por un ser que puede abarcar la totalidad de los conocimientos, ni pretende siquiera, como Kant, deducir las «condiciones de posibilidad» de la experiencia, porque las condiciones de legitimidad, para el fenomenólogo, forman una misma cosa con las condiciones de la realidad.

Se trata de dejar a la experiencia desenvolverse, de exhibirla, o más bien de hacer manifiesta una «autoexplicitación» de las estructuras universales propias de dicha experiencia. Es, pues, la experiencia la que exhibe progresivamente su sentido.

Dicho con otras palabras: La fenomenología intentará describir los fenómenos dados en la conciencia, sin introducir presupuestos dudosos ni deducciones falibles.

Pero resulta extremadamente difícil alcanzar este punto de vista fenomenológico, e incluso llegar a comprender exactamente en qué consiste.

El mismo Husserl afirma que «moverse con soltura por ese nuevo camino sin caer otra vez en los antiguos puntos de vista, aprender a ver lo que se halla ante nosotros, a discernirlo y a describirlo, exige un estudio difícil y arduo».

Por eso no es de extrañar que con harta frecuencia se le haya entendido mal.

Quizá una forma de llegar a comprender algo de lo que es la fenomenología, será empezando por ver lo que no es. Husserl insiste reiteradamente en que la fenomenología no es lo mismo que la psicología.

Ciertamente, ambas ciencias se ocupan de la descripción de la experiencia del sujeto, pero sus enfoques difieren esencialmente.

La psicología es una ciencia empírica que se ocupa de «hechos», mientras que la fenomenología, ciencia no empírica, no se ocupa de hechos, sino de «esencias».

Además, la psicología es una ciencia de «realidades», entendiendo como tales los acontecimientos que tienen lugar en el mundo espacio-temporal.

En cambio, la fenomenología tiene que «depurar» los fenómenos de la aportación de la realidad y considerarlos independientemente de su mundo real circundante.

Por consiguiente, la fenomenología es una ciencia «eidética», es decir, un conocimiento de las esencias universales, que nos dan una certeza y precisión que no son capaces de proporcionarnos los hechos empíricos individuales.

No podemos menos que recordar aquí la teoría platónica de las Ideas.

Pero, ¿cómo se alcanza la intuición de las esencias?.

La respuesta a esta pregunta constituye el punto más característico y a la vez más difícil del método fenomenológico.

La esencia se capta por medio de una «epokhé», es decir, por medio de una suspensión del juicio.

Por este concepto entiende Husserl el procedimiento intelectual que consiste en «poner entre paréntesis» (Einklammerung), a «poner fuera de juego» (Ausschaltung), a suspender (Aufhebung), ciertos juicios y conocimientos, y con ello en definir una determinada perspectiva, o lo que es lo mismo, un cierto tipo de conocimiento y objeto.

Es la «reducción» fenomenológica, por la que un objeto presente en la conciencia queda reducido a puro fenómeno, mediante la exclusión (puesta entre paréntesis) de aquellos elementos que no pertenecen a la esencia universal.

Husserl,quiere fundar una filosofía científica y para ello debe prescindir de todas las filosofías para volver a las cosas mismas e interrogarlas sin ningún prejuicio.

«La "epokhé" filosófica que nos proponemos llevar a cabo debe consistir en esto: en suspender nuestro juicio sobre la enseñanza de toda filosofía anterior y en que prosigamos nuestro análisis en los límites impuestos por esta suspensión del juicio.

Evidentemente, la doctrina de Husserl sobre la intuición de las esencias no es fácil. Su mismo autor reconoce la dificultad que implica porque requiere un trabajo preparatorio que forma parte de la reducción eidética.

En él tiene un papel preponderante la imaginación que es la que permite, mejor que la inducción o la abstracción, hacer variar un objeto para poner de relieve lo invariable que es la esencia.

Husserl no duda en calificar su filosofía de idealismo trascendental: «Sólo quien no comprende el sentido del análisis intencional, o el sentido de la reducción trascendental, o ambas cosas, sólo éste puede pretender separar la fenomenología del idealismo trascendental.»

Para Husserl el Ideal de la razón es la actitud que define a toda filosofía auténtica. Todo ideal, precisamente por la ambición histórica que lo define, necesita ser conjugado en cada momento.

El problema es cómo conjugar el racionalismo de manera que, aplicado al saber, permita superar la crisis de las ciencias europeas.

LECTURA:

Sobre la incapacidad de la ciencia para autocomprenderse: La exclusividad con la que en la segunda mitad del siglo XIX  se dejó determinar la visión entera del mundo del hombre moderno por las ciencias positivas y se dejó deslumhrar por la prosperity hecha posible por ellas, significó paralelamente un desvío indiferente respecto de las cuestiones realmente decisivas para una humanidad auténtica.

Meras ciencias de hechos hacen meros hombres de hechos.

[...] La ciencia, ¿qué tiene que decir sobre la Razón y la Sinrazón, sobre nosotros hombres, en tanto que sujetos de esta libertad?.

La mera ciencia de los cuerpos materiales, evidentemente, nada tiene que decir, puesto que ha hecho abstracción de todo lo subjetivo.

Por otra parte, en lo que concierne a las ciencias del espíritu, que en todas sus disciplinas especiales o generales consideran al hombre en su existencia espiritual y, por tanto, en la perspectiva de su historicidad, su carácter rigurosamente científico exige, se afirma, que el sabio elimine cuidadosamente toda posible toma valorativa de posición, todo preguntar por la razón o sinrazón de la humanidad y de sus configuraciones culturales que constituyen el tema de su investigación.

La verdad científica, objetiva, es exclusivamente la comprobación de lo que el mundo, tanto físico como espiritual, efectivamente es.

Sin embargo, el mundo y la existencia humana en ese mundo, ¿pueden verdaderamente tener un sentido, si las ciencias no admiten como verdadero más que aquello que puede ser comprobado objetivamente de esta manera, si la historia no puede enseñar más que esto: todas las formas del mundo espiritual, todas las obligaciones vitales, todos los ideales, todas las normas que, según el caso, sostienen los hombres, se forman y se deshacen como olas pasajeras; siempre fue así y siempre lo será, siempre la Razón debe convertirse en Sinrazón y la buena acción en calamidad?.

¿Podemos darnos por satisfechos con ello, podemos vivir en este mundo cuyo devenir histórico no es otra cosa que una perpetua concatenación de impulsos ilusorios y amargas decepciones?

E. HUSSERL, La crisis de las ciencias europeas y la fenomenología trascendental

Fuente Consultada:
Forjadores del Mundo Contemporáneo – Tomo I- Entrada: Husserl Edmund  “Padre de la Fenomenologia” – Editorial Planeta
La Enciclopedia del Estudiante Tomo 19 Historia de lsa Filosofia La Nación
Enciclopedia Temática Ilustrada – Tomo de Biografías – Editorial GR.U.P.O. S.A.

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Enlace Externo:Edmund Husserl | Quién fue, biografía


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