La Guerra Fría y la Crisis de los Misiles Historia, Causas y Consecuencias
Guerra Fría:Antecedentes, Causas y Acontecimientos
GUERRA FRÍA:
Designan Guerra Fría a un período del siglo pasado que abarcó dos generaciones y se refieren al inestable equilibrio internacional signado por la inevitable hostilidad entre dos sistemas de organización social fundamentalmente antagónicos: el del capitalismo, basado en la propiedad privada de los medios de producción y en el que el poder es naturalmente ejercido por quienes son sus dueños, y el socialismo, basado en la propiedad colectiva de esos mismos medios y en el que el poder lógicamente corresponde —o debe corresponder, si se quiere— a la colectividad.
La Guerra Fría consistió en el enfrentamiento político, económico, social e ideológico entre dos formas de organización: el sistema capitalista y el sistema socialista. El primero, liderado por los Estados Unidos y el segundo, por la ex Unión Soviética.
Antecedentes, causas y consecuencias de la Guerra Fría:
La segunda guerra mundial dejó importantes consecuencias en los países que habían participado en millones de muertos y desaparecidos, de los cuales muchos eran civiles; gente desplazada, en su gran mayoría de Europa del este, al oeste; población hambrienta y con frío; destrucción de ciudades, algunas reducidas a escombros.
Nada quedó sin ser afectado: ni puentes, ni ferrocarriles, ni caminos, ni transportes. La mano de obra se resintió y grandes extensiones de tierras se perdieron para el cultivo.
La actividad industrial se atrasó, faltaban materias primas, herramientas apropiadas, tecnología moderna y energía.
Ante esta realidad, Europa perdió su papel decisivo en la política internacional, y surgió entonces, un nuevo orden mundial representado por la hegemonía de los Estados Unidos y de la Unión Soviética, alrededor de los cuales, y formando dos bloques enfrentados, el bloque occidental y el bloque oriental, se alinearon los restantes países del mundo.
La tensión entre ellos, dio lugar a la llamada "Guerra fría" que dominó por completo las relaciones internacionales en la última mitad del siglo XX.
Guerra Fría: La formación de los bloques
Luego de la guerra, tanto los Estados Unidos, como la Unión Soviética, no supieron ponerse de acuerdo acerca de la reordenación del mundo, pues representaban dos formas de organización política, económica y social muy diferentes.
Para los Estados Unidos, los gobiernos debían garantizar el ejercicio de las libertades individuales, la existencia de organizaciones políticas y sindicales y la libertad ideológica.
Para la Unión Soviética, en cambio, se debía garantizar primeramente la igualdad de oportunidades y la justicia social.
Luego sí, se tendrían en cuenta las libertades individuales.
Estas diferencias, al parecer irreconciliables, hicieron que generaciones enteras viviesen bajo la amenaza de una nueva guerra, ahora con armas nucleares, que arrasaría todo el planeta.
La URSS dominaba, con el apoyo del Ejército Rojo y de partidos comunistas que eliminaron cualquier opositor, Polonia, Rumania, Hungría, Checoslovaquia, Bulgaria, Alemania Oriental, Albania y Yugoslavia.
Los EE.UU., controlaron el resto del mundo capitalista, el hemisferio occidental y los océanos, sin intervenir en la zona soviética.
Los conflictos, ahora se producirían en las regiones pertenecientes a los antiguos imperios coloniales, cuyo fin, ya en 1945 resultaba inminente, sin que se conociese con claridad que orientación política iban a adoptar los nuevos estados postcoloniales.
En Europa, la línea de separación de los bloques, se había trazado según los acuerdos de 1943-1945 llevados adelante por Roosevelt. Churchill y Stalin. Alemania quedó dividida en Oriental y Occidental, y lo mismo sucedió con su capital, Berlín.
Conferencia de Yalta y Potsdam
El secretario de Estado de los Estados Unidos, George Marshall, produjo un programa de ayuda para la reconstrucción de Europa.
El Plan Marshall, otorgaba generosas líneas de crédito y donaciones a los Estados Europeos, a cambio de un cierto control por parte de los Estados Unidos.
Esto permitió el crecimiento económico de casi dieciséis países que se repartieron aproximadamente trece mil millones de dólares.
Al mismo tiempo, EE.UU. inició una dura crítica contra el comunismo.
El espionaje adquirió especial importancia, pero los servicios secretos de uno u otro bando, la KGB y la CIA, a pesar de involucrarse en operaciones complicadas y en asesinatos encubiertos, no tuvieron, salvo algunos casos aislados en países del tercer mundo, un poder político real.
Pero alimentaron la difusión de novelas de espionaje con audaces detectives como protagonistas, de los cuales, James Bond, será su máximo exponente.
La profunda división entre el bloque oriental y occidental, se popularizó con el nombre de "telón de acero" (cortina de hierro).
De un lado, los Estados Unidos y sus aliados en un acuerdo políticomilitar, la OTAN.
Del otro lado, la URSS y sus aliados reunidos en un comité de información y defensa de sus intereses llamado COMINFORM, que dio lugar, posteriormente, a la creación de un mercado económico socialista, el COMECON, y de una alianza militar, EL PACTO DE VARSOVIA.
Cuando ambos bloques contaron con un extenso arsenal atómico, la guerra entre ellos, a pesar de ser utilizada como amenaza, hubiese resultado suicida.
Las guerras de la guerra fría
Sin embargo, tanto los Estados Unidos, como la Unión Soviética, se involucraron en distintas guerras, especialmente en aquellas que fueron llevadas adelante por países (ex colonias), surgidos luego de lograda su Independencia.
La Guerra de Corea:
Antiguamente japonés este país habia sido dividido, al fin de la guerra, en dos zonas de ocupación ubicadas a ambos lados del paralelo 38 N, al norte, la soviética, al sur la norteamericana.
Cuando retiraron las tropas, en lugar de producirse la unificación de ambas regiones, la división de Corea de consolidó.
Cuando el norte quiso avanzar por la fuerza hacia el sur, el presidente de los EE.UU, Truman, decidió intervenir y envió tropas al mando del general Mc. Arthur, las que protagonizaron un gran enfrentamiento armado que se resolvió en 1953 con la firma del armisticio de Panmunjon, firmado en la Pagoda de la Paz, restableciendo las fronteras entre las dos coreas iniciales.
La Guerra de lndochina:
La indochina francesa, integrada por Vietnam, Laos y Camboya, se dividió, luego de la Segunda Guerra mundial.
En el norte se formó la República Democrática de Vietnam, con capital en Hanoi, organizada por el Viet minh (fuerzas comunistas), y en el sur se instaló un protectorado francés que no reconoció la independencia de Vietnam del Norte.
La URSS y China, apoyaron al norte comunista, y los EE.UU. a los franceses. Francia finalmente aceptó la división de Vietnam en dos estados y en el sur se formó una República que se alineó con Norteamérica con el propósito de lograr la ayuda necesaria para terminaron Vietnam del norte.
De esta manera se inició la Guerra de Vietnam, que duró casi veinte años y que terminó con la retirada de las tropas estadounidenses, que no pudieron derrotar a los comunistas en una larga y cruel guerra de guerrillas.
Ataque aereo con quimicos en Vietnam
En 1975, las dos zonas se unificaron en un solo país y quedó conformada la República Socialista de Vietnam.
Los conflictos árabe israelíes:
Luego de haber padecido los horrores del Holocausto, los judíos se plantearon la necesidad deformar su propio estado en las tierras de su antiguo país, Palestina, que estaba bajo dominio británico.
Inglaterra abandonó los territorios y la ONU (Naciones Unidas), los dividió en dos partes: una bajo el gobierno de los árabes, y otra bajo el dominio de los judíos.
Es el nacimiento del Estado de Israel, que fijó su capital en Tel Aviv y tuvo a David Ben Gurión como primer presidente.
Pero los países árabes en general, y el pueblo palestino en particular no reconocieron al nuevo estado judío y se produjo un enfrentamiento armado que terminó con la división de la ciudad de Jerusalén para judíos y palestinos.
A pesar de haber sido derrotados varias veces, los árabes no aceptaron la situación y comenzaron a organizarse en diferentes asociaciones para resistir, de las cuales la más importante fue la OLP (Organización para la liberación de Palestina), dirigida por Yasser Arafat.
Los Estados Unidos apoyaron a Israel y la URSS, al mundo árabe.
En 1967 Israel, en una guerra relámpago, extendió sus territorios hacia Belén, Jerusalén, Jericó, el Sinaí hasta Suez, y los altos del Golán.
Esta guerra se denominó de "los seis días" y terminó con la victoria de Israel.
Pero, los árabes decidieron atacar nuevamente y el día del Yom Kippur (fiesta religiosa), del año 1973, avanzaron sobre Israel, pero fueron nuevamente vencidos gracias a la intervención de los EE.UU., que ayudaron a los judíos a obtener una nueva victoria.
Los países árabes, ante esta realidad, decidieron llevar adelante una guerra económica y embargaron el petróleo de los países que ayudaron a Israel, al mismo tiempo que reducían las ventas con el propósito de lograr un aumento de los precios.
Esto desequilibró la economía internacional y los EE.UU. y la URSS, acordaron, a través de la ON U, un "alto el fuego".
Guerra Fría: La crisis de los misiles en Cuba:
Cuba, que tenía un gobierno dictatorial bajo el auspicio de los EE.UU., organizó, a partir de 1956, un movimiento revolucionario nacionalista dirigido por Fidel Castro, que se logró consolidar en el poder en 1959.
Una vez allí, el nuevo gobierno nacionalizó los recursos económicos de la isla, situación que originó el boicot económico de los EE.UU., quienes interrumpieron totalmente los intercambios y brindaron asilo político y ayuda económica a los disconformes con el nuevo régimen.
La URSS, por el contrario, apoyó a Cuba y en 1960 se establecieron relaciones militares y económicas.
Pero en 1961, se produjo por parte de un grupo de cubanos exiliados, un intento de desembarco en Bahía de los Cochinos, apoyado por la CIA.
Eso motivó que la URSS instalase misiles nucleares en la isla, apuntando a los Estados Unidos.
El presidente Kennedy, ordenó el bloqueo de la isla para impedir la llegada de los barcos soviéticos con las piezas nucleares. Luego de varios días de tensión, Kruschev ordenó el regreso de los barcos y Kennedy, levantó el bloqueo. Cuba se convirtió en un país comunista aliado a la URSS y enfrentado a los EE.UU.
Consecuencias de la guerra fría
El enfrentamiento militar y la carrera armamentista, no fueron los aspectos más importantes de la guerra fría, pero sí los más visibles, pues dieron origen a importantes movimientos pacifistas internacionales.
Más significativa fue la política de los dos bloques enfrentados que dividió al mundo en dos bandos: procomunistas y anticomunistas, haciéndole olvidar antiguos problemas.
Pero sobre todo, la guerra fría creó la "Comunidad Europea”, que con el tiempo se mostró lo suficientemente capaz para ocupar un lugar entre los grandes
UN PODER DESTRUCTIVO SIN PRECEDENTES
Desde Hiroshima (agosto de 1945) no ha dejado de multiplicarse el poder destructivo de las armas nucleares.
A la primera generación, bombas A (atómicas), siguió un nuevo tipo, bombas H (termonucleares), cuyo poder es ilimitado.
Si la bomba arrojada sobre Hiroshima equivalía a la carga de 8.000 bombarderos, una sola bomba H supera en potencial destructivo a todas las bombas arrojadas sobre Alemania durante la Segunda Guerra Mundial.
Estos ingenios de muerte multiplican su onda explosiva con efectos térmicos y radioactivos; especialmente temibles son las radiaciones, en cuanto que pueden sembrar la muerte a miles de kilómetros del objetivo.
En la panoplia de tipos de armas nucleares se han conseguido variantes, como la bomba de neutrones, que puede eliminar la vida del área elegida sin producir destrozos materiales.
La revolución nuclear ha ido acompañada de la revolución balística.
Como vectores de las armas atómicas se pasó de aviones subsónicos a aviones supersónicos.
Desde 1957 los misiles han tomado el relevo, con un espectro que comprende desde los de alcance medio, que impactan en un blanco a 2.500 km de distancia, hasta los intercontinentales, con un alcance preciso a 14.500 km, y que pueden ser lanzados desde plataformas móviles, aviones o submarinos nucleares.
Con los misiles han desaparecido de la superficie del planeta los santuarios seguros.
Finalmente, la revolución balística se ha completado con la modernización tecnológica. Instrumentos electrónicos permiten una precisión casi de metros en el lugar del impacto, precisión conseguida por los SS2O soviéticos y los Pershing II y Cruceros norteamericanos.
En esta última generación los misiles son de cabeza múltiple, lo que quiere decir que portan varias cabezas nucleares, con las cuales se ataca diversos blancos con un solo disparo.
Los técnicos han empezado a calcular cuántas veces podría ser destruido el planeta si se empleara todo el arsenal atómico acumulado.
Y no parece que sea un consuelo el que tras la reducción de ese arsenal, conseguido en arduas conversaciones, la Tierra puede ser destruida un menor número de veces.
Guerra Fría: EL CRECIMIENTO DEL CLUB ATÓMICO
En 1945 Estados Unidos poseía el monopolio del arma atómica, pero perdió parte de la ventaja cuando en 1949 la URSS experimentó su primera bomba en Siberia.
A partir de 1950, Estados Unidos y la URSS se concentraron en la producción de la bomba H, aunque el primero mantenía ventaja por su sistema de bases en el extranjero, por la miniaturización de los ‘mecanismos y, sobre todo, por la fabricación de los submarinos Polaris,imposibles de detectar por los aparatos de radar para prevenir el ataque.
UN ARSENAL COSTOSO
Sin embargo, a finales de la década de los 50, la URSS cobró ventaja en la carrera del espacio, cuando puso en órbita el primer satélite (Sputnik) y el primer astronauta (Yuri Gagarin) (imagen), conquistas científicas que tenían una inmediata aplicación militar.
Pero en ese momento ya habían aparecido nuevos países en el club atómico. En 1952, Gran Bretaña experimentó su primera bomba atómica, y en 1960 lo consiguió Francia.
Cuatro años después, China realizaba las pruebas y en seguida acumulaba un nutrido arsenal. Sucesivamente, Israel, India y África del Sur, y probablemente algún otro país, se dotaron del correspondiente arsenal atómico. De esta forma, las posibilidades de un enfrentamiento de efectos mundiales se multiplicaron.
No sólo las armas atómicas, sino todos los instrumentos bélicos de las últimas generaciones, tienen un coste que ha llegado a ser insoportable. Con el dinero de un avión “invisible” (no detectable por el radar) o un submarino atómico se podrían construir centenares de hospitales o miles de escuelas.
Y aunque en este empeño se concentraron primero los supergrandes, todos los países, incluso los más pobres, invierten cada vez más en armas.
Esta situación agobiante suscitó conversaciones y acuerdos parciales; si el desarme parecía una meta imposible, al menos se intentaría la no diseminación del armamento nuclear.
En 1968, sesenta y dos países firma. ron en Ginebra el Tratado de No Proliferación Nuclear, que chinos y franceses se negaron a suscribir.
En 1950, el gasto militar mundial se cifraba en 100.000 millones de dólares, en 1980 en 300.000 millones, en 1982 se había elevado bruscamente a 500.000 y en 1985 alcanzaba 870.000 millones.
Las superpotencias no podían soportarlo.
De hecho en el hundimiento de la URSS desempeñó un papel el intento ruinoso de replicar al proyecto Reagan de “guerra de las galaxias”.
Y para el Tercer Mundo supuso una aberración histórica invertir en armamento los recursos que debiera haber destinado al desarrollo.
Guerra Fría: CONVERSACIONES DE DESARME
Al año siguiente las dos superpotencias iniciaron conversaciones para la limitación de armas estratégicas (SALT), fijando un techo para el número e instalación de proyectiles balísticos.
Así se llegó al acuerdo SALT 1 (1972), que establecía la “paridad nuclear”. Sería el primer paso para nuevas reducciones, incluidas en el acuerdo SALT II, que no entró en vigor al faltar el refrendo parlamentario en los dos grandes.
En conjunto la Guerra Fría dejó dos efectos indeseados.
En primer lugar, una inversión disparatada en armamento.
En segundo lugar, una imagen casi diabólica del adversario, como resumió el presidente norteamericano Reagan cuando calificó a la Unión Soviética de “imperio del mal”.
El fin de la Guerra Fría:
A fines de 1989 -el año en que se celebró el bicentenario de la Revolución Francesa- los televisores de todo el mundo mostraron cómo una multitud de alemanes orientales se dedicaba a demoler el Muro de Berlín.
El Muro simbolizaba la división de Alemania -y del mundo- en dos mitades, que representaban el orden capitalista y el orden comunista.
El proceso que condujo a la caída del Muro -y a sucesivos cambios- fue iniciado a mediados de la década de 1980 por el secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov.
El propósito de Gorbachov era la reforma del sistema soviético, que condensaba en dos términos: perestroika -que aludía a la reestructuración económica- y glasnost -que remitía a la transparencia y a la apertura política-.
Este proceso suponía, además, una progresiva eliminación de los conflictos estratégico-militares con el bloque occidental, es decir, la terminación programada de la Guerra Fría.
Esta tendencia de desmilitarización se puso de manifiesto con los acuerdos para el desarme celebrados con los Estados Unidos.
La reforma "desde arriba" del sistema soviético no tuvo el desarrollo imaginado por sus iniciadores.
En pocos años, el régimen comunista se desmoronó, la Unión Soviética se desmembró y prácticamente desapareció como potencia mundial, encerrada en los problemas provocados por la transición de la economía centralmente planificada y el sistema de partido único, a la economía de mercado y la democracia representativa.
Las consecuencias del fin de la Guerra Fría todavía no pueden ser apreciadas en toda su magnitud.
Sin embargo, hay cambios profundos y perceptibles que pueden destacarse: la suspensión de la amenaza de una guerra atómica entre las potencias y la reconversión de la industria bélica; la alteración de los equilibrios políticos y militares en las zonas calientes de la Guerra Fría -la Guerra del Golfo y el proceso de paz entre israelíes y palestinos se relacionan con este cambio-; la pérdida de atractivo del modelo comunista frente al capitalismo liberal; el surgimiento de movimientos nacionalistas en los países de Europa del Este y en la ex Unión Soviética; el crecimiento del integrismo islámico, y la configuración de un nuevo esquema de poder internacional marcado por un relativo declive del poderío de los Estados Unidos y los ascensos de Europa y, sobre todo, del Japón.
Kennedy ante la crisis de los misiles
Este gobierno, tal y como os prometió, ha mantenido la más estrecha vigilancia del desarrollo del poderío militar soviético en la isla de Cuba!
Durante la pasada semana, se estableció una inconfundible y evidente prueba del hecho de que se está levantando ahora una serie de instalaciones de lanzamiento de proyectiles dirigidos a esa aprisionada isla.
El propósito de esas bases no puede ser otro que el de establecer unas instalaciones capaces de llevar a cabo ataques nucleares contra el hemisferio occidental (...)
Las características de estas nuevas instalaciones de lanzamiento de proyectiles dirigidos, indica la existencia de dos tipos de instalaciones.
Varias de ellas incluyen proyectiles dirigidos de alcance intermedio, capaces de transportar cargas nucleares hasta una distancia de 100 millas náuticas. Cada uno de esos proyectiles dirigidos es capaz de alcanzar Washington, alcanzando el Canal de Panamá, Cabo Cañaveral, México (capital) o cualquier otra ciudad del sudeste de Estados Unidos, América Central o zona del Caribe (...).
- Por lo tanto actuando en defensa de nuestra propia seguridad y de todo el hemisferio occidental, y con arreglo a la autoridad que me concede la Constitución, respaldado por el Congreso, he dispuesto que sean tomadas inmediatamente las siguientes medidas: Para contener toda esta ofensiva, acaba de ser iniciada una estricta cuarentena de todo el equipo militar ofensivo que es embarcado para Cuba (...).
- He mandado una ordenada e incrementada vigilancia en Cuba y de sus construcciones militares (...) He ordenado a las Fuerzas Armadas que estén preparadas para cualquier eventualidad y creo que, en interés tanto del pueblo cubano como de los técnicos soviéticos de estos lugares, debe reconocerse el peligro que encierra esta amenaza.
3.La política de esta nación será considerar cualquier lanzamiento de un proyectil nuclear desde Cuba contra cualquier nación del hemisferio occidental, como un ataque de la Unión Soviética contra los Estados Unidos (...).
4. Como medida militar de precaución totalmente necesaria, he ordenado que sea reforzada nuestra base de Guantánamo (...).
- Esta misma noche hemos convocado una reunión inmediata al órgano consultivo de la Organización de Estados Americanos (...).
- Con arreglo a la Carta de las Naciones Unidas, hemos pedido esta noche una reunión urgente del Consejo de Seguridad, que deberá ser convocada sin demora para tomar una acción contra la última amenaza soviética contra la paz mundial.
7. Y último. Dirijo un llamamiento al presidente Kruschev para que suspenda y elimine esta clandestina y provocadora amenaza para la paz del mundo y para unas estables relaciones entre nuestras dos naciones.
John E Kennedy,
Presidente de los Estados Unidos de América, 23 de octubre de 1962.
LOS MOMENTOS MAS CRÍTICOS DE LA CRISIS
KENNEDY INFORMA AL MUNDO
El lunes 22 de octubre, a las siete de la tarde, John F. Kennedy, el hombre más joven que ha asumido la presidencia de los Estados Unidos, se dirigió a su pueblo para anunciarles la trascendental decisión:
"El propósito de las bases no puede ser otro que proporcionar una fuerza de ataque nuclear contra el Hemisferio Occidental". Calificó las seguridades dadas por los rusos -en cuanto a que el armamento era defensivo- como un "engaño deliberado" y, acto seguido, paso a exponer lo que, con reiterada existencia, calificó como medidas iniciales.
"Cuarentena" sobre todo el material ofensivo que fuera enviado a Cuba.
Vigilancia estricta y redoblada sobre la Isla, utilizando para ello cualquier medio.
El lanzamiento de un cohete sobre Estados Unidos, desde Cuba, sería considerado como un ataque directo de la Unión Soviética, lo que implicaba la directa e inmediata represalia.
"Conciudadanos, no dude nadie que ésta es una actitud difícil y peligrosa.. .Nadie puede predecir qué rumbo tomará ni que pérdidas o bajas puede costar..."
El bloqueo comenzó efectivamente el 24. La medida obedecía, según algunos, para dar mayor tiempo a que el Kremlin recapacitara, para otros, era el natural temor al enfrentamiento. Noventa buques de la armada estadounidense, apoyados por sesenta y ocho escuadrones aéreos, más ocho portaaviones, se colocaron en posición de localizar e interceptar a más de una veintena de barcos rusos que se dirigían hacia la Isla.
La orden era perentoria: Toda nave que transporte armamento a Cuba debería ser detenida. Para ello, las unidades navales norteamericanas tendrían que abordar cualquier barco que fuera sospechoso, y a los otros, aunque pertenecieran a una nación neutral, se les sometería a control.
Para abordar un barco estimado como sospechoso, se tendría que proceder conforme a la práctica tradicional de darle un alto. En seguida, el capitán tendría que presentar la documentación de la carga que llevaba a bordo y, de ser necesario, aceptar la inspección de rigor.
El problema se presentaría si un buque no aceptaba detenerse ni permitía la inspección. En esos casos, la costumbre establece un disparo de advertencia a varios metros de la proa... Lo que sobrevendría a continuación era sólo cuestión de criterio de parte del capitán del barco sospechoso, como del que ejerce el control.
Kruschev, luego de mantener un silencio de casi 24 horas, protestó airadamente en los foros internacionales, insistiendo en que las armas eran defensivas.
El Secretario General de las Naciones Unidas, U Thant y el Papa Juan XXIII, exhortaron fervientemente a los Estados Unidos y a la Unión Soviética para que preservaran la paz mundial, lo que dio pie para que se iniciaran las negociaciones.
Kruschev ofreció un canje: si los norteamericanos desmantelaban una base de proyectiles existente en Turquía, la URSS lo haría en Cuba.
Kennedy, pese a que en el Comité se había visto como posible de llevar a cabo tal desarme, dado lo anticuado de sus instalaciones, no accedió. La solución no era hacer coincidir el fiel de la balanza entre dos bases, sino que pasaba, exclusivamente, por el retiro de los cohetes desde la isla.
Recién el miércoles 24 la tensión aflojó un grado. El mundo se informó que quince barcos rusos habían cambiado de rumbo.
A todo esto, las conversaciones eran exclusivamente bilaterales. Es decir, Fidel Castro no intervenía en ellas. La opinión pública occidental pro-soviética observaba, con estupefacción, de que el gordo líder del Kremlin estaba negociando la Cuba de Fidel por unas bases en Turquía.
En el intertanto, dos barcos fueron interceptados. Uno fue un mercante de bandera panameña que había sido fletado por la URSS, cuyo capitán aceptó la inspección, luego de la cual, una vez que se comprobó que no portaba armamento, se le dejó seguir su camino hacia La Habana.
Más tarde, el mundo contuvo la respiración. Un buque soviético fue detenido en la zona de bloqueo.
Era un barco cisterna que indudablemente no transportaba armas.
Los hombres de la línea dura en Washington opinaron que no. se podía aceptar ese reto, y que Estados Unidos debía reaccionar con toda su energía militar. Kennedy optó por dar más tiempo a Kruschev, y considerando que el buque había respetado las reglas de la cuarentena, esto es, se había identificado debidamente ante los navíos norteamericanos, debía serle permitido continuar sin ser registrado.
Otro "incidente" hubo de ser cargado en el haber de esta crisis. Un avión U-2 había sido derribado sobre territorio cubano, puesto que no había regresado a su base. Se dice que el mismo Fidel Castro habría apretado el disparador del proyectil que dio por tierra con el espía.
John Kennedy, comprendiendo que esa baja era en aras de una solución de paz más global, no concedió mayor importancia a la acción.
La situación estaba clara.
El primer mandatario de la Unión Soviética y el Presidente de los Estados Unidos, eran los dos únicos hombres en el mundo de quienes dependía, en última instancia, la responsabilidad de la guerra nuclear.
El fin de la Guerra Fría y las transformaciones territoriales
El fin de la Segunda Guerra Mundial configuró una situación política internacional conocida bajo el nombre de Guerra Fría.
La Guerra Fría consistió en el enfrentamiento político, económico, social e ideológico entre dos formas de organización: el sistema capitalista y el sistema socialista.
El primero, liderado por los Estados Unidos y el segundo, por la ex Unión Soviética.
El resto de los países del mundo se hallaban alineados en uno u otro bloque, aunque un importante número de países se mantuvo al margen, sosteniendo lo que se reconocería como una posición diferente.
Se denominaron No Alineados, por su negativa a alinearse con las superpotencias.
El proceso de reformas económicas ("perestroika") y la democratización de algunos estamentos políticos ("glasnot"), que tuvieron lugar en la Unión Soviética durante la gestión de Mijail Gorbachov (1985-1991), así como la unificación de Alemania Oriental y Occidental (en 1989), significaron el inicio de un proceso de finalización de la Guerra Fría (1991).
Una de las consecuencias inmediatas del fin de la Guerra Fría fue la transformación de las fronteras políticas de la mayor parte de los países que constituían el bloque socialista.
Así, la Unión Soviética se dividió en varios estados independientes: Azerbaiyán, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán, Uzbekistán, Letonia. Lituania, Estonia, Bielorrusia, Ucrania, Moldavia, Georgia. Armenia. Rusia continúa liderando la política y la economía en el área, desde la Confederación de Estados Independientes, integrada por los países ex miembros de h Unión Soviética —a excepción de los países bálticos— con fines de colaboración económica y militar. Alemania Oriental y Alemania Occidental se unificaron en un único Estado.
Checoslovaquia se ha dividido en la República Checa y Eslovaquia, y Yugoslavia en Serbia, Macedenia, Eslovenia, Bosnia-Herzegovina y Croacia.
Algunas de estas nuevas divisiones territoriales tuvieron origen en formas de organización política anteriores a la Segunda Guerra Mundial y, fundamentalmente, en las diferenciaciones étnicas y religiosas existentes con anterioridad al proceso de formación del bloque socialista.
Parte de la inestabilidad política iniciada en 1991 se mantiene hasta la actualidad.