Movimientos Revolucionarios de Chuquisaca y La Paz

Movimientos Revolucionarios de Chuquisaca y La Paz

El año 1810 ha sido llamado el de la revolución hispanoamericana, pues durante ese período se produjo una corriente histórica de rebelión común en casi todos los dominios españoles del Nuevo Mundo.

El 19 de abril estalló en Caracas (Capitanía General de Venezuela) un movimiento dirigido contra las autoridades españolas, en cuyo transcurso el brigadier Vicente Emparán renunció al mando y debió entregarlo a una Junta de Gobierno.

El 25 de mayo se creó en Buenos Aires (Virreinato del Río de la Plata) una Junta Revolucionaria presidida por Cornelio Saavedra.

Luego, le siguió en orden cronológico el movimiento separatista ocurrido el 20 de julio en Santa Fe de Bogotá (Virreinato de Nueva Granada), donde el pueblo se amotinó y obtuvo del Cabildo la creación de una Junta de Gobierno, encabezada —durante un tiempo— por el Virrey Antonio Amar.

El 2 de agosto se constituyó en la ciudad de Quito una Junta rebelde, y el 16 de setiembre estalló en el pueblo de Dolores (Virreinato de México) un movimiento revolucionario dirigido por el cura párroco Miguel Hidalgo.

A los dos días, es decir, el 18 de setiembre, se constituyó en la ciudad de Santiago (Capitanía General de Chile) una Junta de Gobierno revolucionaria bajo las órdenes de Mateo de Toro y Zambrano.

Diversas causas explican estos movimientos revolucionarios, cuyos dirigentes bregaron por un cambio en el sistema político imperante, guiados por el patriótico deseo de poseer un gobierno propio.

Podemos citar las siguientes:

a) La crítica situación porque atravesaba la monarquía española a causa de la invasión napoleónica, y el principio, reconocido por la jurisprudencia peninsular, según el cual, prisionero o ausente el rey, la soberanía recaía en los pueblos "que tenían derecho a darse su propio gobierno".

b)   Las funestas consecuencias del erróneo sistema económico implantado por la Metrópoli.

c)   La Revolución Francesa y las nuevas ideas liberales.

d)   El grado de madurez política y social alcanzado por núcleos dirigentes de América hispana, y la incansable actividad desplegada por dos ardientes apóstoles de la emancipación: Francisco Miranda y Antonio Mariño.

Francisco Miranda nació en Caracas en 1750 y luego prestó servicios militares en España.

De allí pasó al Nuevo Mundo donde luchó en favor de la emancipación norteamericana; más tarde engrosó las filas de los revolucionarios franceses.

En 1795 se trasladó a Londres, donde empezó a trabajar con empeño por la liberación hispanoamericana.

Con el propósito de coordinar la acción revolucionaria fundó la "Gran Reunión Americana", conocida comúnmente como Logia Lautaro.

Biografia de Francisco de Miranda Precursor de la Independencia

Antonio Mariño nació en Bogotá en 1765 y desde temprana edad se forjó una sólida cultura.

Su lucha por la libertad de América comienza en 1794, año en que tradujo el texto de la "Declaración de los Derechos del Hombre" de los revolucionarios franceses y los publicó en castellano con el título: "Decálogo de la sociedad regenerada".

e)   La acción de pensadores españoles que sostuvieron principios fundamentales de soberanía popular. A partir del siglo XVI, diversos teólogos defendieron la igualdad de los americanos y, posteriormente, el jesuíta Francisco Suárez bregó a través de sus obras por los derechos del pueblo.

f)   La manifiesta desigualdad entre españoles y americanos —que contrariaba lo dispuesto por las Leyes de Indias— con marcada preeminencia de los peninsulares en la provisión de cargos públicos.

g)   La imprevisora política seguida por España desde fines del siglo XVIII, que influyó para que sus dominios en América quedaran abandonados a su propia suerte.

Revolución de Chuquisaca, Pintura "Los Doctores de Charcas"

Revolución de Chuquisaca

Si bien en 1810 culminó la agitación revolucionaria en los dominios hispánicos de América, años antes se produjeron otros alzamientos contra las autoridades españolas.

Estas rebeliones contaron con el apoyo del elemento nativo y, en general, tuvieron visibles tendencias emancipadoras.

1-Los comuneros: En el siglo XVIII se produjo en el Paraguay —perteneciente al Virreinato del Río de la Plata— la revolución de los comuneros. Este movimiento fue de importancia porque sus cabecillas- defendieron los ideales jurídicos y políticos del derecho natural, que sustenta el poder soberano del pueblo.

2- La Revolución de Socorro, una localidad de Nueva Granada, resistiendose a pagar el aumento de impuestos a la corona española

3-La sublevación de Tupac Amaru en Perú, contra el régimen despótico y le cruel trato a los aborígenes.

4-Los movimientos de Chuquisaca y la Paz, de cual hablaremos a continuación.

Los Movimientos de Chuquisaca y La Paz

A comienzos del siglo XIX, en dos importantes ciudades del Alto Perú se originaron insurrecciones contra las autoridades españolas.

Estos movimientos contaron con el apoyo del elemento nativo y tuvieron visibles tendencias emancipadoras.

El 25 de mayo de 1809 estalló en Chuquisaca o Charcas una revolución, que tuvo su origen en un incidente político producido entre el arzobispo y el cabildo eclesiástico.

Los miembros de este último organismo se negaban a reconocer la Junta Central de Sevilla, creada en España a consecuencia de la invasión napoleónica.

El altercado tuvo mayor trascendencia cuando el inepto gobernador, don García Pizarra, apoyó al arzobispo; la Audiencia, por su parte, defendió al cabildo del clero.

La agitación cundió rápidamente; la Audiencia contó con el apoyo de los criollos y denunció al pueblo que el gobernador deseaba entregar esos territorios a la Corte portuguesa.

El patriota Bernardo Monteagudo enardeció los ánimos; García Pizarra tuvo que renunciar y fue encarcelado. Se creó un gobierno de carácter independiente presidido por el oidor más antiguo de la Audiencia.

La organización del ejército quedó a cargo de Alvarez de Arenales.

El movimiento de Chuquisaca se extendió a la ciudad de La Paz.

El 16 de julio de 1809 los insurrectos apresaron al gobernador interino Dávila y al obispo. El pueblo se volcó en las calles a los gritos de "¡Viva Fernando VII!" y "¡Mueran los chapetones!" (españoles).

Los revolucionarios eligieron comandante a Pedro Domingo Murillo e intendente a Juan Indaburu.

El cabildo tomó el mando de la ciudad y organizó una "Junta tuitiva" (defensora) de carácter consultivo, presidida por Murillo y formada exclusivamente por americanos.

Las autoridades realistas de Buenos Aires y Lima enviaron fuerzas para reprimir estos movimientos.

Cisneros comisionó al mariscal Nieto para que se dirigiera a Chuquisaca; Abascal, virrey del Perú, dispuso que Manuel Goyeneche —presidente del Cuzco— sofocara la insurrección de La Paz.

Los rebeldes carecieron de unidad y sus tropas, mal armadas e indisciplinadas, fueron batidas por Goyeneche que penetró en La Paz el 1º de octubre de 1809.

Muchos cabecillas del movimiento fueron degollados en el campo de batalla.

Murillo fue ahorcado junto con varios compañeros y Goyeneche mandó despedazar sus restos y colocarlos a la vera del camino principal.

Nieto, enviado desde Buenos Aires, penetró en Chuquisaca el 24 de diciembre de ese año.

Procedió con más benevolencia, pues había varios españoles comprometidos en la revolución; Arenales fue enviado a la cárcel de El Callao y los miembros de la Audiencia confinados en lugares distantes.

Fuente Consultada:
HISTORIA 5 Historia Argentina de sus Instituciones Políticas y Sociales José Cosmelli Ibañez Edit. Toquel

Enlace Externo: La Revolución de Charcas


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