Biografia de Poncio Pilatos:El Juicio y Condena a Jesus

Biografia de Poncio Pilatos:El Polémico Juicio y Condena a Jesus

PROCESO A JESÚS Jesús de Nazaret, hijo de José el carpintero y de María, nació probablemente entre los años 8 y 4 antes de Cristo, cuando el pueblo hebreo estaba sometido al dominio romano.

La casa de Herodes reliaba en Judea, y a juicio de la mayoría de los historiadores de la época la administración estaba corrompida y eran los fariseos y los escribas los encargados de aplicar a ley mosaica.

El pueblo hebreo esperaba la llegada del Mesías, aquel elegido de Dios que junto con poner fin al dominio romano le volvería a los judíos su condición de privilegio asegurada en su acto con Jehová o Jahveh.

Alrededor del año 30 de la era cristiana, Juan el Bautista, un predicador ascético, conmovió a los senillos habitantes del valle del río Jordán, llamando al arrepentimiento por los pecados cometidos anunciando la próxima llegada el Mesías.

Biografia de Poncio Pilatos:El Juicio y Condena a Jesus

(Ver:Biografía de Poncio Pilato Mas Abajo)

Entre los numerosos bautizados, se contó su primo Jesús de Nazaret, quien luego de la ceremonia se retiró a la meditación, iniciando poco después su misión de tres años.

Sus poderes extraordinarios, su lenguaje senillo y sus hermosas parábolas, sin  pedantería de los doctores de la y, atrajeron a grandes multitudes alrededor suyo.

Viviendo de acuerdo con los principios de humildad, pobreza y virtud que predicaba, enunciando con valentía la hipocresía de los fariseos y los escribas, uniéndose a los pobres y a los oprimidos, tuvo junto a él a la gran mayoría del pueblo hebreo.

Al finalizar el tercer año de su prédica, Jesús fue con sus discípulos a Jerusalén para asistir a la fiesta de la Dedicación, que corresponde a la independencia de Israel.

Su entrada a la gran ciudad constituyó una expresión multitudinaria de afecto popular, que no dejó de alarmar a Herodes, a los fariseos y a los escribas.

Su arresto de indignación cuando expulsó a los mercaderes del Templo fue la gota de agua que colmó a la camarilla judía gobernante y se tomó la decisión de eliminar a este hombre demasiado peligroso, demasiado popular y con características de líder.

Los sacerdotes sobornaron a uno de los discípulos de Jesús, el príncipe Judas Iscariote, para que facilitara el arresto del Maestro, sin que se diera ocasión a una resistencia de parte de sus seguidores.

La noche del arresto Jesús había cenado con sus discípulos y, según los Evangelios, anunciado cuanto le ocurriría en las próximas 72 horas.

Retirado en el huerto de Getsemaní, donde estaba orando, fue rodeado por tropas romanas y Judas cumplió su misión de indicar a los legionarios cuál era el hombre a quien debían conducir prisionero.

El juicio tuvo lugar en la casa de Caifas, jefe del sanedrín, la corte eclesiástica que imponía el respeto a las leyes judías y el castigo de sus ofensores.

Sometido a interrogatorio, se proclamó el Mesías e Hijo de Dios, lo que constituía el deliro de blasfemia, castigado con la pena de muerte.

Procesos Polemicos de la Historia Proceso a Jesus Poncio PilatosSin embargo, el dominio romano impedía a los judíos aplicar esta sanción extrema y sólo podía hacerse con el beneplácito del gobernador ,que en esa época era el cónsul Poncio Pilato.

Los acusadores tergiversaron las expresiones de Jesús y alarmaron a Pilato, señalando que aquél se había proclamado Rey de los Judíos y también el Mesías, por lo que era culpable del delito de traición a Roma, y por lo tanto debía ser sentenciado a morir.

Pilato tuvo vacilaciones, porque según su criterio no encontró culpa alguna en el predicador y tomó la decisión de dejarlo en libertad.

Mientras meditaba, los sacerdotes habían realizado una intensa campaña de difamación, logrando volcar en favor del sanedrín a centenares de personas que antes siguieron a Jesús en su entrada triunfal a Jerusalén.

La multitud vociferaba en la calle frente a la mansión consular pidiendo la muerte de Jesús y esto pesó finalmente en la decisión de Pilato, quien, temeroso de provocar una explosión de ira popular, cedió a las instancias de los sacerdotes y autorizó el ajusticiamiento del predicador de Nazaret, el que murió crucificado junto a dos ladrones en la cima del pequeño monte llamado Gólgota, en las afueras de Jerusalén.

• AVANCE DEL CRISTIANISMO

A la muerte de Jesús de Nazaret sus discípulos prosiguieron la misión de dar a conocer sus enseñanzas y viajaron a distintos lugares del Asia y de Europa, dando una formación orgánica a las nuevas colectividades cristianas fundadas por ellos.

De esta manera la influencia del pensamiento cristiano comenzó a extenderse primero a las capas sociales más bajas y luego a la clase media, hasta convertirse en idea dominante, especialmente en Roma, cuyo Imperio vivía su apogeo.

No obstante este aparente éxito inicial, el cristianismo debió enfrentar varias persecuciones que significaron la muerte violenta para millares de ellos.

Entre estos mártires se contaron Simón, llamado Pedro, y Saulo, comerciante judío, fabricante de tiendas y ciudadano de Roma, llamado Pablo.

Procesos Polémicos de la Historia Proceso a Jesús de Poncio Pilatos

Durante los 14 años del reinado de Claudio César Nerón entre los años 54 y 68 de nuestra era, el cristianismo había crecido considerablemente dentro de los límites del Imperio y su desarrollo preocupó a las castas dirigentes al extremo de ocurrir la primera de las persecuciones, iniciada poco después del incendio de Roma.

Históricamente no se ha probado aún la culpabilidad de Nerón en este incendio, pero sí se sabe que una de las consecuencias más graves fue la sangrienta represión contra los cristianos.

Los historiadores católicos señalan que Pedro fue víctima de esta represión y que murió crucificado cabeza abajo en la colina del Vaticano, el mismo día en que fue decapitado Pablo, también víctima de la represión.

Éstos mismos historiadores sostienen que las persecuciones desatadas por el Estado romano no tenían base jurídica alguna, ya que el derecho civil romano, según estas fuentes, estaba altamente perfeccionado, no así el derecho penal, que estaba... plagado de imperfecciones y "por consiguiente no hay razón para extrañarse para que en este estado de derecho, tan bien ordenado en apariencia, ocurrieran en materia penal arbitrariedades e incluso actos de inhumana crueldad".

También rechazan las razones políticas que algunos investigadores quieren atribuir a estas persecuciones y sostienen que hubo más que nada odio contra la religión y la Iglesia; la hostilidad de los judíos contra los cristianos, que en Esmirna, por ejemplo, en el año 156, impulsaron desde las sinagogas una campaña anticristiana que terminó en otra carnicería.

A pesar de que se ha sindicado a Nerón como el iniciador de la persecución de los cristianos, antes de su reinado habían sido ajusticiados el diácono Esteban y el apóstol Santiago.

Administrativamente se cree que Nerón no dictó ley alguna contra los cristianos, sino que debió dar una instrucción a los tribunales en el sentido de que los cristianos "tenían que ser considerados como delincuentes notorios".

Aunque Constantino, llamado el Grande, permitió la legalidad del cristianismo dentro de su Imperio (año 313) mediante la dictación del Edicto de Milán, el emperador aceptó el bautismo y se unió a esta fe sólo en su lecho de muerte.

Posteriormente, Justiniano, al codificar el derecho romano, sentó las bases jurídicas de la futura legislación sobre materias de procedimiento civil y penal.

Hecho curioso, estas disposiciones consideraban legítimo el tormento para hacer confesar al acusado, quien a menudo moría en manos del verdugo, víctima de las atrocidades a que era sometido.

• EL JUICIO A JESUS SEGUN SAN JUAN

Jesús, juzgado por Pilato:

Amanecía. Llevaron a Jesús desde la casa de Caifas al tribunal del gobernador. Los judíos no entraron, porque, con sólo estar en casa de paganos, se habrían hecho impuros y ya no habrían podido celebrar la Pascua.

Pilato, pues, salió a ellos y les preguntó: «¿De qué acusan a este hombre?».

Le contestaron: «Si no fuera un malhechor, no lo habríamos traído ante ti.»

Pilato les dijo: «Llévenselo y júzguenlo según su ley.» Los judíos contestaron: «No tenemos autorización para aplicar pena de muerte.»

Con esto se cumplía la palabra que había dicho Jesús sobre la manera como iba a morir.

Pilato volvió a entrar al tribunal, llamó a Jesús y le preguntó: «¿Eres tú el Rey de los judíos?»

Jesús le contestó: «¿Viene de ti esta pregunta o repites lo que otros te han dicho de mí?»

Pilato contestó: «¿Acaso soy judío yo? Tu nación y los jefes de los sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?»

Jesús contestó: «Mi reinado no es de este mundo; si fuera rey como los de este mundo, mis servidores habrían luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reinado no es de acá.»

Pilato le preguntó: «Entonces, ¿tú eres rey?»

Jesús contestó: «Tú lo has dicho: Yo soy Rey. Para esto nací, para esto vine al mundo, para ser testigo de la Verdad. Todo hombre que está de parte de la verdad, escucha mi voz.»

Pilato le dijo: «¿Qué es la verdad?»

Pilato salió de nuevo donde estaban los judíos y les dijo: «No encuentro ningún motivo para condenar a este hombre. Pues bien, es costumbre en la Pascua que yo les devuelva algún detenido.

¿Quieren que les suelte al Rey de los judíos?»

Los judíos empezaron a gritar: «A ése no. Suelta mejor a Barrabás.» Y Barrabás era un bandido.

Entonces Pilato ordenó que tomaran a Jesús y lo azotaran.

Luego, los soldados tejieron una corona con espinas, se la pusieron en la cabeza y le colgaron en los hombros una capa de color rojo como usan los reyes. Y se acercaban a él y le decían: «¡Viva el rey de los judíos!» Y le daban bofetadas.

Pilato volvió a salir, y les dijo: «Miren, lo voy a traer de nuevo para que sepan que no encuentro ningún motivo para condenarlo.» Entonces salió Jesús afuera llevando la corona de espinas y el manto rojo. Pilato les dijo: «Aquí está el hombre.»

Al verlo, los jefes de los sacerdotes y los policías del Templo comenzaron a gritar: «¡Crucifícalo! Crucifícalo!»

Pilato contestó: «Tómenlo ustedes y crucifíquenlo. Yo no encuentro motivo para condenarlo.» Los judíos contestaron: «Nosotros tenemos una Ley y según esta Ley debe morir, porque se hizo pasar por Hijo de Dios.»

Cuando Pilato escuchó esto, tuvo más miedo. Volvió al tribunal y preguntó a Jesús: «¿De dónde eres tú?» Pero Jesús nc le contestó palabra. Por lo que Pilato le dijo: «¿No me contestas a mí? ¿No sabes que está en mi mano dejarte libre o mandarte crucificar?»

Jesús respondió: «Tú no tendrías ningún poder sobre mí, si no lo hubieras recibido de lo Alto. Por eso, el que me entregó a ti tiene mayor pecado que tú.»

Desde este momento, Pilato buscaba la manera de dejarlo en libertad. Pero los judíos comenzaron a gritar: «Si lo dejas libre, no eres amigo del César; porque todo el que se proclama rey va contra el César.»

Al oír esto Pilato hizo comparecer a Jesús ante el pueblo y lo sentó en el tribunal, en el patio llamado del Empedrado (en hebreo Gabatá).

Era el día de la preparación de la Pascua, alrededor del mediodía.

Pilato dijo a los judíos: «Ahí tienen a su rey.» Ellos gritaron: «¡Fuera!, ¡fuera!, ¡crucifícalo!» Pilato les respondió: «¿Quieren que crucifique a su Rey?»

Los jefes de los sacerdotes contestaron: «No tenemos más rey que el César.»

Entonces Pilato les entregó a Jesús para que fuera crucificado.

Jesús es crucificado...

• BIOGRAFIA CORTA DE PONCIO PILATOS

Quinto procurador romano en Judea. Gobierna entre los años 26 y 36. La tradición lo retrata como un hombre cruel y violento, instigador y victimario de los judíos, a los que sacrifica según diversos episodios que se relatan en el evangelio de san Lucas.

En ejercicio de su cargo entrega a Jesús a los judíos para que sea crucificado, pese a que proclama en tres ocasiones su inocencia.

Al parecer mantenía continuos enfrentamientos con los judíos, por los cuales deja revelar un carácter débil y cede en distintos momentos a sus exigencias.

La sentencia de muerte que dicta contra Jesús, confirmando la del Sanedrín, la hace presionado por un posible alboroto popular que lo desacredite en su cargo ante los ojos del César; lava entonces sus manos, y da a entender con este gesto su inocencia en la decisión final.

Con anterioridad remite a Jesús ante la presencia de Herodes, en un intento por desentenderse del problema.

Luego permite su flagelación y da a elegir a los judíos entre la liberación del Mesías o la de Barrabás.

Tiempo después de la crucifixión, Pilato es destituido de su cargo, culpable de perpetrar otro genocidio de judíos, por el que debe comparecer ante Tiberio en Roma.

Sobre los últimos días de su vida no se tiene una información precisa, pero al parecer es desterrado a las Galias por orden de Calígula, donde desesperado por su exilio se suicida.

Otras versiones dejan conocer que muere como mártir después de abrazar la fe cristiana.

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