Cuestionarios de Historia:Grecia,Roma,Edad Media,Moderna
Cuestionarios Online de Historia:Prehistoria, Grecia, Roma, Edad Media y Edad Moderna
UNA INTRODUCCION SOBRE LA PREHISTORIA: Los antropólogos conjeturan que el Homo Sapiens apareció en África hace unos 500 mil años.
A lo largo del paleolítico aprendió a utilizar el fuego y a pulir la piedra. En el neolítico se dedicó a la agricultura y se estableció en asentamientos permanentes.
La Historia comienza con la escritura y los testimonios más antiguos de ésta, correspondientes a los pueblos sumerio y acadio, fueron hallados en la región de la Mesopotamia.
Sucesivamente aparecieron las grandes culturas del mundo antiguo.
La egipcia surgió a las orillas del Nilo en 3100 a.C, la india se desarrolló en el valle del Indo y desde 3000 a.C. y la china en el sur de Asia desde 2100 a.C.
La Prehistoria es el período que va desde la aparición de los homínidos -seres pertenecientes al orden de los primates superiores, cuya especie sobreviviente es la humana- hasta la de los primeros testimonios escritos.
También se denomina Prehistoria a la disciplina que se ocupa del estudio del período mencionado. En las sociedades sin escritura los hechos se transmiten oralmente de generación en generación.
Como consecuencia de ello, cuando esos grupos humanos desaparecen, se pierde toda la información sobre su trayectoria.
Los investigadores apelan entonces al estudio de los utensilios, construcciones y obras de arte de esas colectividades a fin de reconstruir su pasado.
El arqueólogo dinamarqués Christian Jürgensen concibió en 1836 la idea de dividir la era más primitiva de la evolución de la humanidad en subetapas dependientes del material con el que construyeron sus instrumentos, lo que, conjeturó el científico, serviría para reflejar el avance de su tecnología.
De conformidad con este criterio, distinguió tres eras que, de la más antigua a la más reciente, fueron la Edad de Piedra, la de Bronce y la de Hierro.
Esta clasificación no puede aplicarse ni a América ni a numerosas islas del Pacífico, entre ellas Australia, regiones cuyos aborígenes pasaron de la Edad de Piedra a la de Hierro, que conocieron con la llegada de los europeos.
Pese a las críticas a las que fue sometida la clasificación de Jürgensen, todavía se sigue utilizando.
Según algunos estudiosos las primeras herramientas encontradas, es decir las primeras manifestaciones de presencia humana, se remontan a unos 2.600.000 años atrás.
De conformidad con esta hipótesis, en términos geológicos esos instrumentos pertenecerían al Plioceno, una etapa de 4.500.000 años con la que finalizó el Período Terciario, que duró 65.000.000 de años y durante el cual aparecieron los mamíferos.
Otros investigadores sostienen que esos instrumentos pertenecen al Pleistoceno, con el que se inició hace 2.500.000 años el Período Cuaternario. Sea cual fuere la hipótesis verdadera, a grandes rasgos puede decirse que el Pleistoceno, que terminó hace unos 10.000 años para dejar paso al Holoceno, coincidió con la Edad de Piedra.
La utilización de los metales comenzó hace alrededor de 5.000 años, por lo que hasta ese momento la piedra fue el elemento más extendido en la fabricación de los instrumentos útiles al hombre.
El naturalista británico John Lubbock en 1865 dividió la Edad de Piedra en un período Paleolítico, correspondiente a la era de la piedra tallada, y en otro Neolítico, que hizo coincidir con la etapa de la piedra pulida.
Más tarde, los arqueólogos distinguieron un tercer período, que denominaron Mesolítico, ubicado entre el Paleolítico y el Neolítico.
Ver: La Prehistoria
CUESTIONARIO SOBRE LA PREHISTORIA
PRIMERAS CIVILIZACIONES DE ORIENTE: Las primeras civilizaciones de tipo urbano, es decir, formadas por habitantes de ciudades, se desarrollaron en cuatro grandes zonas del mundo.
La que probablemente fue la primera se constituyó en Mesopotamia, en el valle de los ríos Tigris y Eufrates. La segunda, casi tan antigua y emparentada con la anterior, es la del valle del Nilo.
La historia conocida de ambas comienza entre los años 4000 y 3500 a. de J.C. Aunque las dos son más antiguas, no sabemos prácticamente nada de ellas más allá de esa fecha.
La tercera civilización, llamada del valle del Indo, la hallamos en el noroeste de la India. Todo lo que sabemos de ella es que los habitantes de sus ciudades, Mohenjo-Daro y Harappa, eran extranjeros en la tierra en que vivían. Probablemente también estaban emparentados con Mesopotamia, por lo que estos colonizadores bien podrían ser sumerios.
La cuarta civilización es la china, que surgió a orillas del río Amarillo, en el norte del país. Carecemos de documentos escritos más allá del año 1400 a. de J.C, aunque la tradición sitúa la fundación de la dinastía Chang en 1766 a. de J.C.
Sin embargo, la sociedad china estaba muy adelantada en esa fecha, por lo que había de ser ya entonces bastante antigua.
Las cuatro civilizaciones tienen en común su nacimiento cerca de un río, por lo que deducimos que las corrientes de agua eran un foco de atracción para el hombre primitivo.
Allí obtenía agua y pesca -parte importante de su dieta- y un medio de transporte para largas distancias.
La primera civilización mesopotámica: Nada se sabe con certeza acerca del origen del pueblo sumerio. Probablemente procedía de las colinas de Asia Central y llegó a Mesopotamia por el Golfo Pérsico.
Hacia el año 3500 a. de J.C. había tomado posiciones al sur del valle del Eufrates y dado el nombre de Sumer a la tierra ocupada. Los primeros establecimientos sumerios se construyeron sobre montículos de tierra, lo que elevaba a las aldeas por encima de la tierra circundante, que sufría frecuentes inundaciones.
Las casas se construían con juncos entrelazados y vigas de madera que eran cubiertos con una especie de argamasa hecha de yeso. Las puertas eran de madera, con bisagras de piedra; en tanto que el piso se construía a base de barro apisonado.
Sólo a partir del cuarto milenio a. de J.C. las aldeas empezaron a convertirse en ciudades. Se cree que durante una parte de esta época la totalidad de la Mesopotamia inferior se hallaba bajo las aguas.
Corroboran esta teoría las frecuentes historias de inundaciones en la literatura antigua, y en particular la narración de Noé y el arca del Antiguo Testamento.
Fuera cual fuera la magnitud de las desgracias que tuvieron que soportar, los sumerios demostraron capacidad para sobrellevarlas.
Su civilización nos parece hoy fundamentalmente urbana por los vestigios hallados de grandes ciudades, pero nada sabemos de la tarea inmensa de convertir aldeas de paja y barro en conjuntos impresionantes como Ur y Erech.
La primera tarea de los sumerios fue la de controlar las aguas del Eufrates. Aunque llovía poco en la Mesopotamia inferior, el río se desbordaba todos los años haciendo un pantano de la tierra circundante.
Los sumerios desecaron la ciénaga e irrigaron los desiertos para disponer de mayor superficie de tierra para la agricultura y la ganadería.
Aprendiendo de sus propios errores, crearon toda una técnica de irrigación. Levantaron diques para contener las aguas y dirigirlas a través de un complejo sistema de canales, presas y depósitos. Semejante esfuerzo exigía
la contribución de una vasta mano de obra, y el trabajo en común hizo posible la edificación de las ciudades.
Podemos imaginar lo que ocurrió: al domenar los ríos aumentó la tierra cultivable y con ella las cosechas; aunque no se utilizaba el dinero como medio de cambio, había alimentos de sobra que se podían permutar en otros pueblos por bienes como madera, metales, minerales y piedras preciosas, que no producían ellos mismos.
La escritura: El arte de la escritura es uno de los primeros signos de civilización y ello hasta el punto de que uno de los criterios para distinguir una sociedad que ya ha entrado en la Historia de otra que permanece en la Prehistoria ha sidotradicionalmente éste de la existencia de una expresión escrita.
A medida que la cultura sumeria se desarrollaba en Mesopotamia,la intensificación del comercio cesaba de crear nuevas ocupaciones tales como las de mercader e importador.
Los edificios se hicieron más ricos y con ellos cobraron importancia los arquitectos.
Al mismo tiempo los sacerdotes quedaron investidos con el poder que corresponde a quien es el intermediario oficial entre los dioses y el hombre.
Creció también la especialización de los oficios, y como resultado de todo ello se impuso la necesidad de establecer alguna memoria permanente de transacciones y acontecimientos.
Así se hizo patente la necesidad de la escritura. Desde su invención podemos fechar, por tanto, el comienzo de la historia.
Los fragmentos más antiguos de historia que se conservan se hallan en las dos caras de una tablilla de piedra de la ciudad de Kish (3500 a. de J.C), y han venido a confirmar que la escritura primitiva consistía en pictogramas o representaciones de los objetos.
Esta forma de escritura se anticipó al sistema jeroglífico egipcio. El sistema se transformó más tarde en una transcripción silábica basada en la diferenciación de signos en función de distintos sonidos representados por sílabas, para desembocar finalmente en la escritura alfabética.
El proceso se extendió a lo largo de centenares de años. La forma más común de escritura en el mundo antiguo era la cuneiforme (en forma de cuña).
Pese a que era el sistema de escritura empleado por los hititas, babilonios, asirios y persas, había caído en desuso en el período clásico grecorromano.
Redescubierto en la época moderna, fue descifrado en el siglo XIX. Un joven profesor alemán llamado Georg Grotefend desentrañó el significado de las primeras diez letras de un texto cuneiforme, sólo por ganar una apuesta. Sin embargo, el mayor esfuerzo lo hizo un inglés, Henry Rawlinson, cuyas traducciones del monumento dé Darío en Behistún pudo entregar a la Royal Asiatic Society en 1846.
Alguien ha descrito la escritura cuneiforme como «huellas de pájaros en la arena mojada».
Estos signos se inscribían con un estilo en forma de cuña que probablemente era de metal, o con un trozo de junco que terminaba en una forma cuadrada que se usaba sobre tablillas de arcilla húmeda.
Una vez que las tablillas habían recogido la escritura, se cocían para solidificar las inscripciones.
Los zigurats: El monumento sumerio más famoso que ha llegado hasta nosotros es el zigurat de Ur, construido en su mayo'" parte por Ur Namu hacia el año 2100 a. de j.C.
Aunque su parte' central está hecha de ladrillos de barro, el exterior es de piezas cocidas al fuego, lo que explica su magnífico estado de conservación.
Estos ladrillos cocidos, aunque se usaron desde muy antiguo, sólo se hallan en las edificaciones de mayor categoría para consolidar sus cimientos.
Todas las ciudades s merias tenían un zigurat erigido en honor del dios local. El más famoso era el de Babilonia, dedicado al dios Marduk; no se ha salvado de él ningún resto.
La leyenda lo identifica como la Torre de Babel de que habla el Génesis en el Antiguo Testamento.
La palabra Babel significaba «puerta celestial», aunque para los hebreos vino a ser el símbolo de la confusión porque el edificio en cuestión estaba dedicado a un ídolo.
El zigurat de Ur era una pirámide escalonada de tres pisos que albergaba la hornacina del dios Nanar. El acceso a la misma se hacía por tres tramos de escalera.
La parte inferior del zigurat se ha conservado en buenas condiciones y la superior puede reconstruirse con bastante exactitud por estos restos.
El edificio tiene la particularidad interesante de que sus paredes rectangulares están ligeramente curvadas hacia el exterior, lo que produce un agradable efecto óptico y le da a la estructura la apariencia de mayor solidez.
Sus arquitectos siguieron un principio que también usaron los griegos en el Partenón, que es el de buscar una ligera distorsión que corrija las imperfecciones de la observación del ojo humano.
Ver: Civilizaciones de la Mesopotamia
CUESTIONARIO SOBRE OTRAS CIVILIZACIONES
GRECIA ANTIGUA: Grecia es una península situada al S. E. de Europa, bastante próxima al Asia, rodeada por un gran número de islas y cortada en dos por el golfo de Corinto que forma otra península menor, llamada el Peloponeso.
Las costas son muy irregulares: por todas partes presentan cabos y golfos, y su superficie está dividida en pequeños valles que favorecieron la formación de varios Estados independientes.
Primeros habitantes: Grecia fue habitada al principio por hordas salvajes, siendo la principal la de los Pelasgos. Éstos procedían de la región del Cáucaso y pertenecían a la gran raza aria.
Las construcciones que dejaron como testimonio de su existencia se han llamado ciclópeas, por ser atribuidas a los cíclopes, raza de gigantes que no tenían más que un ojo en medio de la frente, según relaciones fabulosas.de aquellos tiempos...
Más tarde, hacia el siglo XV antes de J. C, Grecia fue invadida por los helenos, pueblo belicoso que procedía del norte.
Las principales tribus de los helenos eran cuatro: de los eolios, de los dorios, de los jonios y de los aqueos, que sometieron a los pelasgos.
Parece que también se establecieron en Grecia algunos extranjeros procedentes del Asia y de Egipto, que hicieron progresar mucho el país.
A primera vista, Grecia se nos aparece como un conglomerado de piezas separadas que luchan entre sí, imagen que: hace difícil percibir el núcleo central que mantiene a ese conglomerado unido.
Y, sin embargo, el pueblo no dudaba de su nacionalidad griega, unidad que encontraba en la lengua y la religión.
La religión era un producto poco común: no sólo era fuerte sino también de amplias miras. Los griegos gustaban también de las fiestas conmemorativas en las que se reservaban la participación, y había una gran rivalidad entre las ciudades para ganar los premios en las competiciones tanto teatrales o literarias como de proeza atlética.
No debe ello extrañarnos, pues los griegos creían en la necesidad deléquilibrio entre una mente y un cuerpo sanos. Las obras teatrales debatían siempre cuestiones morales de gran importancia. De sus fiestas conmemorativas surgieron los Juegos Olímpicos.
En la antigua Grecia se celebraban cuatro grandes festivales: los olímpicos, píticos, ístmicos y nemeos. El festival olímpico en honor al principal dios Zeus se celebraba a mitad de verano cada cuatro años.
Los períodos de cuatro años entre unos juegos y otros eran conocidos como olimpiadas y se utilizaban para fechar acontecimientos históricos. Los Juegos Olímpicos eran la parte más importante del festival.
Existe un registro de las victorias desde el año 776 a. de J.C. El número de pruebas de los juegos fue aumentando con los años e incluían carreras, boxeo, carreras de carros y el pentathlon -una competición compuesta por cinco pruebas: velocidad, salto de longitud, lanzamiento de jabalina, lanzamiento de disco y lucha.
Los dorios y los jonios. Los dorios y los jonios sobresalieron desde el principio entre las tribus helénicas. Cada uno de estos pueblos se agrupó alrededor de una ciudad famosa, que fué el centro de su poder.
Los dorios se establecieron en Esparta, y los jonios en Atenas. Puede decirse que toda la historia de Grecia no es más que la historia de estas dos ciudades.
Esparta y Atenas. Los dorios, unidos con los eolios, bajaron de las montañas del N. de la Grecia e invadieron el peloponeso, donde se encontraron con los aqueos y los jonios.
Los aqueos fueron sometidos, y los jonios se refugiaron en el Ática, donde pronto adquirieron preponderancia, así como en muchas islas vecinas y en las costas del Asia Menor, donde fundaron ciudades importantes.
En la Laconia, los dorios encontraron, entre otras, las ciudades de como por ejemplo la de Helos, ya muy adelantadas.
Esta invasión dio origen al establecimiento de verdaderas castas sociales, que fueron tres: la de los espartanos, la de los laconios y la de los ilotas.
Los primeros no eran más que los dorios conquistadores, que al establecerse en Esparta tomaron el nombre de espartanos. Éstos formaban la clase privilegiada y dominadora.
Los laconios, o lacedemonios, eran los habitantes de la ciudad sometida, que quedaron privados de los derechos políticos; pagaban tributo, debían prestar servicio militar y vivir en el campo.
Los ilotas eran los habitantes de Helos que, por haberse rebelado, fueron reducidos a la esclavitud: cultivaban los campos de sus señores, no podían habitar dentro de las ciudades, y todos los años se les daba cierto número de azotes para que recordasen su condición de esclavos.
Los ilotas eran tratados horriblemente. Los jóvenes espartanos los mataban en el campo para ejercitarse en la caza; se mataba también a los ilotas que se distinguían por su inteligencia, belleza, robustez u otras dotes.
Según la tradición, Atenas fue fundada por el egipcio Cecrops. Cuando los dorios invadieron el Peloponeso, muchos jonios aumentaron su población. Atenas, situada en territorio poco fértil, edificada a una legua del mar y cerca de varios puertos llegó a ser famosa por su comercio, y sus habitantes fueron considerados como los más inteligentes de Grecia.
Celosos de este progreso, los espartanos invadieron el Ática; pero Codro, rey de Atenas, salvó la independencia de su país en una batalla que fue ganada gracias a su valor ; pero en la que perdió la vida.
Muerto Codro, en 1132, los atenienses reemplazaron la dignidad real con el arcontado, nombre que significa soberano o magistrado. El primer arconte fue Medón, hijo de Codro.
El cargo de arconte empezó por ser vitalicio y por estar confiado a una sola persona; además, era hereditario.
Después, este magistrado se elegía por diez años, y finalmente, por un año. Entonces se aumentaron los arcontes, que llegaron a ser nueve.
Ver: Historia de Grecia Antigua
CUESTIONARIO SOBRE GRECIA ANTIGUA
ORIGEN DE ROMA ANTIGUA: Roma es el primer gran imperio europeo, no solo en extensión , sino también en duración temporal.
Los primeros pobladores de Italia fueron en su mayor parte de raza aria, según lo han comprobado los modernos estudios etnográficos y lingüísticos.
Entre ellos pueden citarse los iberos, los celtas, los pelasgos, los etruscos, los griegos y los galos.
Enfrentada primero a los etruscos y a los otros pueblos que habitaban la península itálica, derrotó después a los cartagineses y sometió a los griegos.
En apenas un siglo se adueñó de la mayor parte de Europa y del norte de África.
Ejerció una influencia cultural sin precedentes en los pueblos conquistados, hasta el extremo de que todavía hoy, por medio de las leyes, las costumbres o la lengua, Roma sigue viva entre nosotros.
Los etruscos: Aunque poco sabemos acerca de los comienzos de Roma, se cree que su población tenía un origen indoeuropeo y que penetró en Italia por el norte.
La península estaba entonces mucho más poblada que Grecia, y los romanos se hallaron pronto rodeados por poderosos pueblos: los etruscos en lo que hoy es Toscana, los galos en la gran llanura del norte y Sicilia disputada por griegos y cartagineses.
La ciudad de Roma nació de un pequeño grupo de aldeas de agricultores en la llanura del Lacio que se mancomunaron y eligieron las siete colinas de Roma como su capital.
La primera noticia que tenemos de Roma es la de una pequeña ciudad-estado gobernada por los reyes etruscos, de cuyos subditos y su lenguaje apenas sabemos nada. No hay duda, sin embargo, del alto nivel de su cultura y de que Roma se benefició de su influencia.
El dominio etrusco era cruel y opresor, por lo que los romanos se rebelaron expulsando a los reyes extranjeros y fundaron la república.
Pronto los etruscos desaparecieron como nación y los griegos no eran ya sino una sombra de sí mismos.
Sólo quedaba Cartago para defender su gran imperio comercial contra la amenaza de Roma; ésta era todavía una potencia terrestre mientras que los descendientes de los fenicios tenían la mejor marina del mundo.
Con celo fanático los romanos lucharon en tierra y mar hasta que destruyeron la idea misma de Cartago.
Origen tradicional de Roma. —Los hermanos Rómulo y Remo, nietos de un rey de Albalonga, fundaron una ciudad a orillas del Tíber, cuyos cimientos echaron en el monte Palatino al E, del río (año 753 a. de J. C).
Rómulo dio nombre a la nueva ciudad y la cercó de una muralla. Remo se burló de la poca elevación de esta muralla y la saltó; entonces Rómulo, irritado, le dio muerte.
Hay que advertir que en esa época se miraba como un grave delito y aun como un acto sacrilego el escalar las murallas.
Bueno es añadir que toda esta parte de la historia romana es legendaria y que la verdad está oculta y disfrazada por símbolos.
La nueva ciudad, situada en el centro de Italia y próxima al mar, adquirió pronto gran importancia, la que fué aumentando incesantemente hasta convertirse Roma en capital de un imperio inmenso.
El rapto de las sabinas. — Rómulo, después de haber dado muerte a su hermano, quiso poblar la ciudad, a cuyo fin abrió un asilo en ella para los desterrados y malhechores fugitivos, pastores y aventureros sin familia.
Con este sistema, en ese extraño pueblo había pocas mujeres, y las de los pueblos vecinos se negaban a contraer enlace con hombres de esa condición.
Habiendo pocas familias, la ciudad no podía prosperar. Viendo esto, Rómulo preparó una fiesta e invitó a los habitantes de las ciudades cercanas, los cuales acudieron a presenciarla con sus familias.
A una señal dada, los romanos se apoderaron por fuerza de las hijas de los convidados.
Este robo, conocido en la historia con el nombre de rapto de las sabinas, dio lugar a una guerra entre los romanos y los sabinos, uno de los pueblos próximos a la ciudad.
Sin embargo, intervinieron las sabinas entre los combatientes y reconciliaron a los dos pueblos. Los sabinos concluyeron por establecerse en crecido número entre los romanos, compartiendo la autoridad suprema los reyes de ambos pueblos, Rómulo y Tacio. Rómulo murió a los cinco años de este suceso.
Los reyes de Roma. Rómulo desapareció durante una tormenta que estalló mientras pasaba revista a sus soldados; se dijo que los principales jefes del pueblo lo habían descuartizado, llevándose sus miembros»debajo de la capa; pero los senadores, esto es, los jefes de familia más ancianos que formaban el Senado, hicieron creer eme había subido al cielo en el carro del dios de- la guerra.
Después de Rómulo, hubo en Roma otros seis reyes: Numa Pompilio, de 714 a 671 antes de J. C, sabino, que edificó el templo de Jano, cerrado durante la paz y abierto en tiempo de guerra: organizó la propiedad y mandó quemar los libros de filosofía griega; Tullo Hostilio, que llevó a cabo la conquista de Albalonga; Anco Marcio, que ensanchó los límites de Roma y la fortificó; Tarquino el Antiguo, que fue afortunado en varias guerras, mandó hacer acueductos, cloacas y el circo Máximo; Servio Tulio, que instituyó el censo, acuñó monedas e hizo alianza con las poblaciones latinas que aun permanecían independientes, y por último, Tarquino el Soberbio, hombre orgulloso y violento, que fue un verdadero tirano. Se hizo aborrecer por su crueldad, siendo depuesto por una conjuración encabezada por Bruto.
CUESTIONARIO SOBRE ROMA ANTIGUA
ORIGEN DEL CRISTIANISMO: Los primeros tiempos del cristianismo: En los primeros siglos de nuestra era se produjo una rápida expansión del cristianismo, con caracteres que muchas veces recuerdan a los que caracterizan a las primeras etapas del budismo.
Ambos fueron movimientos de reforma que surgieron en el ámbito de una religión más antigua.
Ambos insistieron también en una espiritualidad de carácter personal en oposición a una adhesión formal a la ley, y en la caridad antes que en las prohibiciones ascéticas.
Rechazaban las estructuras políticas, las distinciones sociales y, en un cierto sentido, la prioridad de las relaciones de parentesco, proclamando la fraternidad.
Una importancia especial tuvo el acercamiento entre la teología cristiana y la filosofía neoplatónica, asentado sobre la idea de la unidad de la creación.
Al igual que el budismo, el cristianismo pudo servirse en su difusión de un sistema de desarrolladas vías de comunicación, aun cuando alcanzara los mayores éxitos e influencia en el momento en el que la decadencia del imperio romano se producía.
La libertad para practicar su culto les fue concedida a los cristianos por Constantino en el año 313. Pese a ello, el cristianismo no se convirtió de la noche a la mañana en la religión dominante en el imperio.
En el curso del siglo IV los impedimentos que pesaban sobre las prácticas religiosas de los cristianos empezaron a ser transferidos a los cultos paganos tradicionales.
El triunfo definitivo del cristianismo se produjo cuando la aristocracia romana llegó a considerar a la nueva religión como medio apropiado para salvar su cultura del colapso del imperio y contempló a la Iglesia como el vehículo a través del cual, bajo una dirección tradicional, Roma lograría recuperar una posición preeminente.
Al disolverse el imperio, los vástagos de la aristocracia romana accedieron a las sedes episcopales para reanudar el mando que sus antepasados habían ejercido con la púrpura senatorial.
SOBRE JESUCRISTO: Como Buda unos 500 años antes, Jesús era un iluminado carismático que hacía de la pobreza virtud y predicaba los beneficios de la no violencia.
Su mensaje era simple y pacífico. Ama a tu vecino como a ti mismo. Si alguien te golpea en la mejilla, no devuelvas el golpe, ofrécele la otra. No veneres a falsos ídolos como el dinero o las posesiones materiales, y, sobre todo, sé humilde, porque un día los mansos heredarán la tierra.
Sólo se sabe de una vez que perdiera los nervios, en el templo de Jerusalén, donde los comerciantes habían montado su mercado para negociar.
Esto sucedió poco antes de que los sacerdotes judíos lo traicionaran, porque se sentían amenazados por su enorme seguimiento popular.
Los seguidores de Jesús le vieron hacer milagros y lo consideraron la encarnación terrenal de Dios, tal como profetizaran Isaías y otros en la Tora judía.
Una de las creencias judías más arraigada era que, en tiempos de los pactos con Dios, Abraham y Moisés, los israelitas se identificaban como el pueblo elegido de Dios.
Sin embargo, aquí estaba aquel hombre cuyos seguidores lo proclamaban «rey de los judíos», y que ofrecía la perspectiva de la salvación eterna a todo aquel que creyese en él, independientemente de su color, raza o credo.
Jesús fue entregado al gobernador de la provincia de Juda, Poncio Pilatos, por hereje, y a pesar de sus recelos, Pilatos lo condenó a morir en una cruz como un delincuente común.
Su cuerpo desapareció misteriosamente tres días después de ser sepultado en una tumba, y sus discípulos empezaron a verlo en sus visiones.
Escribieron acerca de estos milagrosos sucesos, que ellos calificaron de resurrección, y creyeron que su misión divina era la de difundir la buena nueva de que el hijo de Dios había venido a la Tierra y había muerto en la cruz, para que todo el mundo que creyera en él pudiera gozar de la vida eterna. Se dispusieron a fundar una Iglesia en su nombre.
El evangelista más prolífico fue un judío que nunca conoció a Jesús. Pablo de Tarso, al principio perseguidor de los seguidores de Cristo, escribió sobre la divina visión de la que fue testigo cuando iba de camino a Damasco, en la que Dios le pidió que dejase de hostigar a los seguidores de Jesús.
A partir de aquel momento Pablo viajó a lo largo y ancho, a Grecia, Roma, Chipre y Creta, para divulgar la noticia de la venida de Jesús.
Más de la mitad del Nuevo Testamento está escrito por Pablo, los otros libtos son recuerdos de la vida de Jesús compuestos por algunos de los que le conocieron.
Dutante muchos años no hubo un Nuevo Testamento oficial, ni una Iglesia reconocida.
Las disputas acerca de la naturaleza exacta de esta nueva religión, llamada cristianismo por primera vez en torno a 130 d. C. por Ignacio de Antioquía, empezaron en serio.
Ver: Historia del Cristianismo
CUESTIONARIO SOBRE EL CRISTIANISMO
INICIO DE LA EDAD MEDIA: El año 476 cae definitivamente el Imperio Romano de Occidente, al proclamarse Odoacro rey de Roma.
El Imperio Romano de Oriente, con capital en Bizancio,se mantendría hasta el siglo XV. Ya antes del 476, Roma había iniciado un progresivo declive, marcado por su propia decadencia y por las invasiones bárbaras que, poco a poco, fueron ocupando el territorio, interrumpiendo las comunicaciones e imposibilitando el comercio.
Con la desintegración del orden romano, Europa inicia una nueva etapa en su historia conocida con el nombre de edad media.
Los bárbaros. En las fronteras del imperio romano, aun antes que Teodosio lo hubiese repartido entre sus dos hijos, se apiñaban nuevos pueblos, a los que los romanos denominaban bárbaros, es decir, extranjeros.
Estos pueblos pertenecían a tres graneles razas y eran:
1º Los germanos (francos, alemanes, daneses, sajones, lombardos, vándalos y godos) ; 2° Los eslavos (polacos, servios, moravos, bosnios y croatas) ;
3º Los tártaros, un buen número de los cuales pertenecían a la raza amarilla (hunos, búlgaros, húngaros o mad-giares, turcos y mongoles).
Los germanos ocupaban la región comprendida entre los ríos Rin, Danubio y Vístula y hacia el año 400 formaban cuatro confederaciones. Eran sobrios y duros, se vestían generalmente con un sayo y pieles de animales, vivían en cabanas y sentían poca afición por la agricultura que confiaban a los esclavos.
Los hombres libres constituían una asamblea que elegía un rey y un jefe para la guerra. A veces, ambos nombramientos recaían en la misma persona. El rasgo distintivo de los germanos era su amor por la guerra, hasta el extremo de que cada confederación venía a ser un pueblo en armas.
Lentamente, los invasores (los germanos) se adaptaron a la cultura latina, adoptaron sus leyes, su religión y sus costumbres, e incluso su lengua que, perdida la unidad política romana, se disgregaría en los dialectos que han dado origen a las lenguas románicas.
En los albores del año 1000 ya se había configurado un nuevo orden europeo, caracterizado por el predominio de la economía local y una sociedad jerarquizada donde se reproduce a todos los niveles el esquema señor/vasallo. La Iglesia es sin duda la institución más característica y poderosa de este período.
El poder de la Iglesia: Durante la Edad Media la Iglesia alcanzó su pináculo de riqueza y poder desde el cual elevó las estilizadas catedrales de esta Edad de la Fe que discurrió por los siglos XI y XII.
La Iglesia triunfó frente a todas las dificultades y enemigos, pero finalmente la división en su mismo seno empezó a socavar su poder.
La antigua división oriental y occidental del imperio romano estaba reflejada en las Iglesias ortodoxa y católica, que fraccionaban a Europa en dos credos independientes.
El credo ortodoxo oriental aceptaba el control del Estado y no le disputaba el poder al imperio.
Entre tanto, en el occidente católico la riqueza fue temprano motivo de abuso, haciendo que monjes reformadores como los de Gluny se alzaran para recordar a la Iglesia su cometido.
A medida que el desarrollo del comercio iba minando el armazón feudal de la sociedad, la pujanza económica en Europa septentrional sellaba su futura independencia.
Los reformadores de estas tierras empezaron a afirmar que la cura de la Iglesia sólo era posible empezando de nuevo. Así fue como la Iglesia occidental se dividió en un bando protestante y otro católico, cuya amarga rivalidad ocasionó una guerra civil entre cristianos.
Expansión del cristianismo: En su labor estrictamente pastoral el éxito de la Iglesia fue mucho mayor, puesto que una vez cristianizados los pueblos bárbaros remitieron sus ritos paganos.
Aunque la Iglesia utilizaba la educación para sus propios fines, también supo preservar la sabiduría antigua durante las peores épocas de agresividad pagana. Los libros y las obras arquitectónicas de ese tiempo eran tan perfectas como el orgullo artístico que las había creado.
Para hombres que tenían aquel sentimiento de eternidad, el tiempo no tenía ningún valor, y lo que una generación dejaba inacabado la siguiente podía rematarlo con amoroso cuidado.La suerte del hombre medio en esta era tenía tanto de bueno como de malo.
Durante la época de las invasiones bárbaras, la supervivencia era la principal preocupación de todos, y en ella los señores ofrecían protección militar en sus baluartes a cambio de fidelidad y servicios de los habitantes de la zona.
En momentos de peligro la oferta se aceptaba sin titubeo, pero cuando aquél pasaba los vasallos descubrían que habían perdido su libertad, y que mientras el señor del castillo les gobernaba, ellos se habían convertido en siervos adscritos a la tierra en que vivían.
Desarrollo del comercio: Con el incremento del comercio y el desarrollo de las ciudades, el antiguo mundo feudal basado en la propiedad de la tierra empezó a debilitarse.
Las ciudades daban al común de las gentes la fuerza de su número y una plataforma para iniciar la larga lucha por la libertad.
La enfermedad era un habitante más de las callejuelas de la urbe medieval, y la más devastadora de todas, la peste negra que asoló Europa, fue tan severa que llegó a dejar al continente sin mano de obra.
Los mercaderes se convirtieron en una clase intermedia entre el pueblo bajo y la nobleza, al tiempo que con las nuevas posibilidades comerciales la Iglesia dejaba de ser el único escalón para el progreso.
En este punto, los grandes viajes oceánicos vinieron a cambiar la faz del mundo conocido y a dar la alternativa a una nueva era en la historia de la humanidad.
Ver: Resumen Completo Sobre la Edad Media
CUESTIONARIO SOBRE LA EDAD MEDIA
CUESTIONARIO SOBRE LA 2º GUERRA MUNDIAL
Ver: Resumen Completo La 2º Guerra Mundial
Fuentes Consultadas:
Historia General Librerias del Colegio de Buenos Aires - Carlos Cánepa
Que Sabe Ud. de Historia Universal 999 Preguntas Sobre Historia de Editorial longseller
Historia Sin Fronteras - Historia del Mundo Antiguo y Edad Media - Tomo I - Ediciones NAUTA
Enciclopedia Historia del Mundo de Ambito Financiero